Heberto Taracena Ruiz Hay tardes de otoño, morenas, por la desbandada temprana del sol. Este se acurruca detrás de las nubes para contemplarlas a un cuarto de luz. Las tardes presienten que se las ampara a fin de que ellas reflejen fulgores. Y lo hacen en plena entrega, atisbando ojeras y labios...