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Edén Pastora, el luchador social Aquí reposan los restos de Edén Pastora. Sandinista siempre. Autoepitafio Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Somoza mata a Sandino, se encaja en el poder por 44 años, nadie lo puede apear, su ejército es poderoso, invencible. Hasta que como un chilotito tierno fulgurante bajo el sol, nace el Frente Sandinista, mazorca y […]
17 de junio de 2020

Edén Pastora, el luchador social

Aquí reposan los restos de
Edén Pastora. Sandinista
siempre. Autoepitafio

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Somoza mata a Sandino, se encaja en el poder por 44 años, nadie lo puede apear, su ejército es poderoso, invencible. Hasta que como un chilotito tierno fulgurante bajo el sol, nace el Frente Sandinista, mazorca y espiga de liberación. Cada grano fue una bala para conquistar la paz y así levantamos la milpa, para la tapisca de la libertad.

Ningún mejor homenaje este día para el Comandante Cero, que estas palabras del libro De la iglesia al combate, de Mario Sirias. Sí, un cura sembró la libertad en Edén Pastora. Y de esa iglesia habla ese libro.
Ayer murió el guerrillero Edén Pastora, comandante Cero, que en 1978 lideró la toma del Congreso nicaragüense durante el régimen de Anastasio Somoza. Logró esa victoria, pero no terminó lo que fue su guerra en los últimos diez años: el dragado del cauce del Río San Juan, Nicaragua.

Por esto último lo conocí y entrevisté cuando iniciaba esos trabajos como funcionario del gobierno de Daniel Ortega. Les cuento.

Guerrillero un día, guerrillero siempre. Sandinista toda su vida, el Comandante Cero fue de esos que en Nicaragua se dijo: “…mazorca y espiga de liberación. Cada grano fue una bala para conquistar la paz y así levantamos la milpa, para la tapisca de la libertad”.

No fue el triunfo de las armas sandinistas en Nicaragua, lo que lo hacia sentirse orgulloso, no haber encabezado la toma del palacio de la dictadura somocista, sino el hecho de ser guerrillero sandinista y luchador social en el gobierno.

Así lo dijo en una entrevista que ayer circuló en redes sociales, en Tabasco: El momento más importante de mi vida, el momento más glorioso, el momento más histórico, el momento que yo lo recuerde con mayor satisfacción:

Muchos creen que es la toma de palacio. No, hombre. Otros creen que es haber evitado la entrada de la contra por el sur. No, no es eso.

El momento más importante, más glorioso de mi vida fue cuando me hice sandinista, cuando aquel cura me habló de Sandino.

La operación del palacio va a ser un parteaguas. Pero, nada de eso hubiera podido haber hecho yo si no hubiera sido sandinista y revolucionario.

Eso es lo que le vamos inculcar a nuestros niños, que es la verdadera razón por la que nosotros luchamos.

Yo cómo me veo desde fuera y cómo quisiera que me vea el pueblo hasta después de muerto. Edén, el luchador social. Sin más título que ese: Edén, el luchador social.

Y quiero que sobre mi tumba digan “Aquí reposan los restos de Edén Pastora. Sandinista siempre”.

Al comandante, lo entrevisté hace unos diez años. Vino a Villahermosa a comprar una draga para empezar la limpieza, el Proyecto Dragado del Río San Juan de Nicaragua, en la frontera con Costa Rica. A ese proyecto entregó sus últimos años de vida y avanzó suficiente hasta que Costa Rica acudió en queja ante el Tribunal de la Haya por daños ecológicos, conflicto que acaba de ganar Nicaragua.

El comandante Cero había estado otras veces en Tabasco. Fue amigo de Manuel Llergo Heredia y otros militantes de aquella izquierda que formó el Movimiento de Liberación Nacional, en los años sesenta. Ahí estaban el general Heriberto Jara, Adelina Cendejas y Clementina Bassols Batalla, Jacinto López, Rubén Jaramillo, Braulio Maldonado Ignacio García Téllez, José Chávez Morado, Manuel Marcué Pardiñas, Alonso Aguilar, Fernando Carmona, Carlos Fuentes, Pablo González Casanova, Elí de Gortari, Heberto Castillo, Enrique González Pedrero, Francisco López Cámara, Víctor Flores Olea, Cuauhtémoc Cárdenas…

Y, claro, Genaro Vázquez Rojas, que con Lucio Cabañas se fueron a las guerrillas en México.

A realizar las primeras compras para el dragado lo trajo a Tabasco otro amigo suyo, Antonio Naranjo Cobián. Junto con su hermano Alberto fueron con don Luis Molina Rivera, director del consorcio Seriesa, al que compró la draga marina. Eso ya está en hemerotecas. Lo escribí. Edén Pastora fue amigo de la familia Naranjo Cobian.

Edén Pastora muere a casi 42 años que ocupara con su comando (25 guerrilleros), el Palacio Nacional en Managua (22 de agosto 1978), mientras sesionaba el Congreso, lo que se considera la caída de Somoza y es historia contada, de la que fue uno de los testigos el periodista tabasqueño, Antonio Reyes Zurita. De esa lucha, mucho se dirá en estos días.

El libro De la iglesia al combate, es como un parte de guerra, un relato cronológico de la lucha sandinista en Nicaragua.
Palacio Nacional, Managua. 15:30 Hrs. La
Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional es
juramentada en el Salón Rubén Darío, en el segundo
piso. Ante la falta de autoridad para envestirle, el
comandante Tomas Borge sugiere:
_”…Bueno, canciller, háganos el favor usted,
que es una autoridad internacional…” —refiriéndose al almirante Ramón Emilio Jiménez, canciller de la República Dominicana.
”…En nombre de la comunidad internacional —No habiendo por quien jurar—, realiza la juramentación.
Monseñor Miguel Obando y Bravo, no tiene en sus manos la banda presidencial de Nicaragua, porque se la llevó Urcuyo, eso hubiese sido un hecho sin precedentes para un sacerdote.
En 2006 el comandante sandinista Edén Pastora busco ser presidente de Nicaragua.

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