Teapa ayer. 3ra parte
Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar 1905 PRIMEROS PASOS HACIA EL TRAZO  DE       LAS LÍNEAS DEL FERROCARRIL. A la conquista de la gran Tenochtitlan, y poco tiempo después, Coatzacoalcos, terminal occidental del ferrocarril del Sureste, contempla el paso del ejercito del futuro marqués del Valle de Oaxaca, acompañado del último emperador azteca Cuauhtémoc, del primo […]
6 de noviembre de 2019

Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar

1905

PRIMEROS PASOS HACIA EL TRAZO  DE       LAS LÍNEAS DEL FERROCARRIL.

A la conquista de la gran Tenochtitlan, y poco tiempo después, Coatzacoalcos, terminal occidental del ferrocarril del Sureste, contempla el paso del ejercito del futuro marqués del Valle de Oaxaca, acompañado del último emperador azteca Cuauhtémoc, del primo de este, Tedepnan Quetzal, Señor de Tacuba, y de otros príncipes, todos en calidad de rehenes en el fallido viaje a las Hibueras. Ese puñado de españoles, entre los que figura el soldado cronista, Bernal Díaz del Castillo, futuro encomendero de Teapa, sitio que se convierte al paso de más 400 años en un punto del trazo y estación del Ferrocarril.

En ese viaje al que fue llevado Cortés por su genio aventurero, en su deseo de someter a Cristóbal de Olid, se vio forzado a alejarse del litoral, a causa de las Ciénegas, no obstante que había dispuesto los barcos que deberían aprovisionarlo, cosa que solo pudo hacer una vez usando el Rio Grijalva y al apartarse del mar y cruzar la intrincada selva, recorrió sin duda una parte, más de la mitad seguramente, del trazo actual del ferrocarril del Sureste, y se internó después en las selvas de Chiapas y Guatemala, en marcha penosa, bajo la lluvia y el calor del clima tropical, rodeado de enemigos, temiendo a cada momento la rebelión de los indios que lo acompañaban, a quienes imaginaban en relación con los nativos de esas regiones y sumisos a la imperial voluntad de Cuauhtémoc, el jefe de hombres que traía cautivo.

Necesitaron pasar más de cuatro siglos para que, mediante penalidades en todo semejantes a las esbozadas los esforzados localizadores y constructores del ferrocarril del Sureste volvieran abrir las rutas con la finalidad de unir la patria de un extremo a otro, de promover el progreso, de entrañar la riqueza emboscada de la naturaleza y llevar a nuestros hermanos de estas regiones la luz de la civilización y el impulso de la energía nacional a través de líneas de acero que abren paso entre el bosque, se tienden sobre los ríos y salvan los abismos.

No escapo a la mente de esa época la necesidad de unir el sureste con una vía de ferrocarril y fue así, que por el año 1905, se hicieron los primeros trabajos de orden técnico por el Ingeniero Pedro Agustín González Figueroa, a todo orgullo nacido en este municipio de Teapa Tabasco el día de 26 de Noviembre de 1868, a cargo de quien se realizaron los primeros reconocimientos y algunos 77trazos.

A este hombre de ciencia se debe el trazo del ferrocarril del Sureste, pues siempre demostró un gran interés por la construcción del Ferrocarril y quien en 1905, hizo el primer trazo por cuenta de la compañía inglesa petrolera Pearson.

En mayo de 1937, la “revista mexicana” de Ingeniería y Arquitectura publicó un trabajo presentado por el propio Ingeniero Pedro A. González en el que, expone: … “y en cuanto al trazo del ferrocarril del sureste a partir del cruzamiento sobre el Rio Tancochapa (a unos 90 km. De Puerto México) o sea para penetrar del Estado de Veracruz al Estado de Tabasco, desarrollándose dicho trazo primeramente por la Región plana pero de algún relieve y no sometida a inundaciones para formar parte de la división entre las cuencas adyacentes, para llegar al cruce del gran Rio Mezcalapa o Grijalva, casi en donde limita tierras de Tabasco y Chiapas (Departamento de Pichucalco) ; de allí, siguiendo un faldeo por el pie de los potreros contrafuertes de la Sierra de Chiapas que vienen a morir a las llanuras de Tabasco, cruzan suelos afluentes de la derecha del Grijalva como son los Ríos: Platanar, Camuapa, Pichucalco, Blanquillo en Chiapas; Teapa, Puyacatengo, Tacotalpa, Puscatan, y Chinal en Tabasco; Tulija y Michol en Chiapas, (Departamento de Palenque); después ya se salvan: el Rio Chacamax y otros, pequeños afluentes del rio Usumacinta en su región izquierda para llegar al “punto obligado” que es el cruzamiento del gran Rio Usumacinta en “boca del cerro”, donde en un cañón comprendido entre los dos últimos contrafuertes en que allí muere la sierra de Chiapas en su región limítrofe con Guatemala, el Usumacinta sale bruscamente de su alto valle para desembocar a la comarca del “Delta” de Tabasco, donde ya serpentea la gran corriente a través de las grandes llanuras aluviales. Tal trazo entre el Grijalva o Mezcalapa y el Usumacinta en “Boca del Cerro”, queda pues al pie de todos los contrafuertes que vienen a morir a las llanuras de dicho gran “Delta Tabasqueño”: así se logra cruzar todos los ríos en donde aún tienen lechos fijos o no cambiantes, y antes de que, más aguas abajo, esas corrientes divaguen, se desborden en la época de lluvias, y vayan a formar las grandes lagunas y pantanos característicos de la comarca tabasqueña próxima al litoral del golfo. Tal trazo ira también así por las zonas más fértiles y de posible producción (que en parte la tienen ya) de la parte sur de Tabasco y norte de Chiapas, cuyos dos estados se beneficiaran grandemente cuando el ferrocarril este en explotación, rindiendo grandes contingentes para el tráfico de la línea al buscar su salida por Puerto México. Y también para beneficiar a la región del Centro de Tabasco, se han proyectado dos ramales: el primero a partir del cruzamiento del rio Mezcalapa o Grijalva hacia el kilómetro 160 y el que siguiendo la dirección hacia el norte, atravesara por Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán, Comalcalco y paraíso, por esa maravillosa comarca tabasqueña denominada “Chontalpa”; y el segundo ramal, será el que partiendo de la troncal desde Teapa, ira también hacia el norte en unos 55 kilómetros para llegar a la capital de estado de Tabasco o sea la ciudad de Villahermosa a través de la zona platanera mejor y más productiva ya en la actualidad ….”6

En otra conferencia dada, en la asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, por el propio Ingeniero Civil Pedro A. González, publicada en la revista mexicana de Ingeniería y Arquitectura S.A. números 8-9, de Agosto y Septiembre de 1940, páginas de la 391 a la 421 manifiesta: “… dos cosas de importancia me apasionaron desde mis años mozos, cuando en mi nativo Tabasco y en aquel pintoresco Valle de Teapa donde nací, comencé a meditar sobre la lejana historia local y acerca del descubrimiento y la conquista de aquellas feroces tierras que riegan las prodigas corrientes del Grijalva y el Usumacinta con sus numerosos tributarios que se enlazan allí a veces en un verdadero laberinto donde los extraños se pierden y confunden y cuando pensé en la futura unión de aquellas apartadas comarcas por medio de una línea férrea que fuera del corazón del país mexicano al lejano Yucatán ¿por dónde iría ese ferrocarril del porvenir y por donde en el pasado de los siglos, penetraron y siguieron los conquistadores hispanos?, por ello, desde pretéritos tiempos y cada vez que – ya ingeniero- tenía yo ocasión de recorrer a caballo o embarcado, ya las faldas de la prodigiosa sierra tabasqueña hacia los límites con Chiapas, ya las feraces llanuras de la Chontalpa o del centro o bien la esplendorosa región allí conocida por “ los ríos” esto es la cuenca que fecunda el caudaloso Usumacinta y afluente superiores de la zona lacandona limítrofe entre Chiapas, Tabasco y Guatemala, y la comarca baja que linda con Campeche, por Palizada y Laguna de Términos; meditaba y siempre me arrobaba el interés por ambas rutas la del ferrocarril del sureste, por estudiar y por trazar, y la segunda por el genio conquistador cuando – en 1524 y 1525 – atravesara tabasco en camino hacia “Las Hibueras” (Honduras) en busca y sojuzgamiento de su infiel colaborador el Capitán Cristóbal de Olid.

Por ello, desde entonces, estudiaba y observaba aquellas regiones, donde la naturaleza, tan vigorosa cuanto rebelde a la penetración del hombre civilizado, aun ofrece todo género de resistencias, aunque su bellísimo aspecto insiste a domeñarla y aprovecharla mediante la apertura de ese cauce como el ferrocarril del sureste, hoy ya atacado con vigor, aunque todavía necesitando muchos esfuerzos, en dinero y en trabajo humano, para verse terminado en toda su trascendental importancia para la nación.

Y esa ruta del ferrocarril, comenzó, efectivamente a ser explorada y reconocida por el que habla, desde 1906, y más adelante en 1909, 1916 y 1920, en que, ya sea por el interés de concesionarios o por el del gobierno federal, emprendieron ese trabajo en tal sentido hasta que, por fin, en 1935, los trabajos se formalizaron y las brigadas de localización hendían ya las selvas y cruzaban los pantanos y los ríos, sufriendo aquellos jóvenes ingenieros mil penalidades durante esas primeras luchas con la naturaleza salvaje de tales comarcas del sureste. Y cuando ya se hubo marcado y fijado la línea definitiva del trazo, que debería seguir el ferrocarril, faldeando, a poco de partir de la margen derecha del Coatzacoalcos y frente al puerto del mismo nombre en su desembocadura con el Golfo de Méjico, las ultimas estribaciones de la sierra del sur de Tabasco y del norte de Chiapas, buscándose los cruces de los numerosos y caudalosos ríos, en las mejores condiciones para la construcción de los puentes que deben atravesarlos, tras los penosos y múltiples estudios en aquellos terrenos enmascarados por las selvas tropicales; cuando como ahora, ya fue vencido el colosal obstáculo de salvar, el “delta de tabasco” que contemplan maravillados, diariamente, los viajeros que pasan en raudos aviones sobre él, sin darse cuenta de la ruta trazada mucho más al sur y ya al pie de las lejanas montañas, que apenas azulean o quedan cubiertas por las nieblas densas; y se espera también en un futuro próximo, cruzar sobre rieles aquella zona que tan rebelde ha sido – por multitudes circunstancias- a la obra del progreso; entonces sí que apasionara indudablemente la exposición y el estudio que eh hecho de aquella otra maravillosa ruta: la ruta del pasado, de hace 415 años; la que entonces abriera el fantástico esfuerzo del conquistador de México al atravesar por vez primera ese mismo Tabasco.7

En la misma ponencia el ingeniero Pedro A. González, manifiesta: … “ese estudio de la ruta de Hernán Cortes es el que a continuación voy a presentar advirtiendo que tal ruta de cortes, quedo al cruzar Tabasco en su mayor parte hacia el norte de la ruta del ferrocarril del sureste; y que solo intercepto a esta última, en dos puntos: casi en la iniciación de ambas en la margen derecha del Rio Coatzacoalcos y al llegar, a las cercanías del actual pueblo de Tenosique en Tabasco, en la orilla del Rio Usumacinta.8

Se construyó una calzada en la plazuela de Tecomajiaca y se instalaron en la casa municipal los Juzgados de Primera Instancia y de Paz.10

Se autorizó al señor José de Salazar, para instalar un aparato telefónico en su finca “El Rosario” conectándolo con la oficina de la ciudad de Teapa; igual concesión se le hizo a la señora Irene Bastar Viuda de Beltrán, para instalar en su finca rustica “El Carmen” cita en el vecindario de “Mexiquito” un aparato telefónico que conecte con el que tiene instalado el señor Lorenzo R. Prats en su finca “San José” del Vecindaria “Cerro” ambas ubicadas en el municipio de Teapa. 11

Se terminó la construcción del Jardín Hidalgo que fue inaugurado el 5 de mayo último (1906) el costo de este obra asciende a $ 11,171.53 cts., erigiéndose en la parte sur del propio paseo, un monumento y del benemérito de las Américas,

Licenciado Don Benito Juárez, a quien le fueron dedicados el 18 de julio reciente, siendo su costo de $ 732.68 cts.

Mediante decreto número 33 que fue sancionado el 12 de diciembre de 1908 se dividió en dos el antiguo vecindario rural de la “Concepción” perteneciente al municipio de Teapa, fue puesto en vigor desde luego., estableciéndose un comisario de la policía en el nuevo vecindario que conforme al mismo decreto lleva la denominación de “Manuel Vuelta”.

DECRETO NUM. 33

El XXIII Congreso Constitucional del Estado Libre y Soberano de Tabasco.

D E C R E T A

Art. Único. El antiguo Vecindario Rural denominado “Concepción” perteneciente a la Municipalidad de Teapa, queda dividido en dos Vecindarios, en la forma siguiente: El primero seguirá denominándose “Concepción” y comprenderá las haciendas “San José” del C. Joaquín Balboa, “Santa Rosalía” del C. Alejandro Luque, “Perera” y “Concepción” del C. Eugenio Sánchez, la “Ermita” y “Rosario” de la señora Carmen Fernández Viuda de Paillet, “San José” y “Juan Gómez” del C. Cecilio Armengol, “San Antonio” y “El Limón” del C. Víctor Fernández M; y por la imagen izquierda de dicho rio, la hacienda “San Cayetano” de la Señora Perfecta González Viuda de Padrón, “San Idelfonso” del C. Regulo Rosado, “El Rosarito” de la Señora Concepción Pedrero Viuda de Roca, “San Isidro” del C. Cristóbal Beltrán, “ El Misterio” de la Señora Carmen Fernández Viuda de Paillet, “Montecristo” del C. Pedro Bastar R., “Santa Anita” del Celso Sala, “El Paso” del C. Leonides Wade, y “El Rosario” del Dr. José Salazar, y la hacienda también llamada “El Rosario” del C. Ramón Tellaheche.

El segundo, que se denominará Vecindario rural “Manuel Vuelta” comprenderá desde la finca “Santa Rita” de los Señores Falcón y Ca. En la margen derecha del rio de Teapa, desde la hacienda “Santa Anna” del C. Leandro J. Duque de Estrada, “Jesús María” del C. Gregorio Bastar Priego, “San José” del C. Pedro Pedrero y “Santa Gertrudis” del C. Luis Pedrero, hasta el límite con la Municipalidad de Jalapa.

A principios de enero (1908) se declaró la caducidad del contrato para la construcción del que partiendo de la confluencia de los ríos “Puyacatengo” y “Teapa” debía terminar en la ciudad de este nombre, porque los concesionarios no obstante, habiéndoles concedido cuatro prorrogas sucesivas, no llevaron las estipulaciones del artículo tercero del contrato referido, que fue firmado desde el 31 de diciembre de 1902.

Palacio del Poder legislativo San Juan Bautista, diciembre 9 de 1908, Mariano Olivera, diputado propietario, Dr. T. Salazar, diputado suplente, V. Fernández M. diputado suplente.

En Teapa se repuso el puente denominado “Arroyo de Piedra” y quedo reparada la fuente “El Mure”, que abastece de agua potable a gran parte de la ciudad, y se continúan con empeño los trabajos para la construcción del palacio municipal.

La Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas, tuvo a bien conceder permiso al señor doctor Alejandro Luque y a los señores Manuel y Atila Sánchez, desde sus fincas y en la municipalidad de Teapa, hasta entroncar con las líneas del Estado.12

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6 González A. Pedro, “El Ferrocarril del Sureste”, Empresa Editorial de Ingeniería y Arquitectura, México, (1937)

7 González Figueroa, Pedro, “La Ruta del Ferrocarril del Sureste y La Ruta de Hernán Cortes, Conferencia”, Revista Mexicana de Ingeniería y Arquitectura, México, (1940): 273-391)

7 González Figueroa, Pedro, “La Ruta del Ferrocarril del Sureste y La Ruta de Hernán Cortes, Conferencia”, Revista Mexicana de Ingeniería y Arquitectura, México, (1940): 273-391)

8 González A. Pedro, “Los Puentes en el Ferrocarril del Sureste”, Empresa Editorial de Ingeniería y Arquitectura, México, (1937)

9 González A. Pedro, “El Ferrocarril del Sureste”, Empresa Editorial de Ingeniería y Arquitectura, México, (1937)

10 Gobierno del Estado de Tabasco. “Tabasco a través de sus Gobernantes 1902-10” Volumen 1. Biblioteca Básica Tabasqueña. México. Pag. 164

11 Gobierno del Estado de Tabasco. “Tabasco a través de sus Gobernantes 1902-10” Volumen 1. Biblioteca Básica Tabasqueña. México. Pag. 182

12 Gobierno del Estado de Tabasco. “Tabasco a través de sus Gobernantes 1902-10” Volumen 1. Biblioteca Básica Tabasqueña. México. Págs. 291 y 296.

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