Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar
INSPIRACIÓN TEAPANECA (4)
¡OH TEAPA, HERMOSO!
¡Oh Teapa, Hermoso!
¡Oh Teapa hermoso!
Que de Tabasco en la tierra
Llevas el nombre orgulloso
De Sultana de la Sierra
¡Oh tierra bendita y bella
Que de Tabasco el Estado,
Cual perla te descuellas
Como rincón encantado
Tu valle siempre abierto de verdes serros rodeado, Cual centinelas despiertos
Te cuidan como soldado.
El Madrigal de un lado,
Del otro el Ixtapangajoya,
Adornan a tu poblado
Cual brillantes joyas.
Dos ríos diamantinos
Corren por ambos lados
Rumorosos y cristalinos
Por este valle encantado.
El Puyacatengo a este
Entre cerros apricionado,
Canta con música agreste
Cual novio enamorado;
De aquel rio en la ribera
La selva se alza orgullosa
Para ostentar placentera
Su fronda negro verdosa,
Al Oeste, Teapa otro rio,
Se desliza transparente
Retratando el caserio
Con su magnifico lente;
El Mure, fuente divina
De agua fresca y sabrosa
Que brota cristalina
Bajo una bóveda hermosa.
Unas grutas misteriosas
De salones encantados
Con esculturas hermosas
Que dejan extaciados.
Al occidente un venero
Caliente y medicinal
Brota siempre etéreo
De asufre el manantial.
MANUEL ROSADO GONZÁLEZ.*
ROMANCE DE LAS PANORAMAS
Panoramas del Santuario
Que mi amor supo guardar.
¡Quien los pudiera enhebrar
Plasmando lo imaginario,
Como cuentas de rosario
En el hilo de un cantar!
Casa de treinta pilares,
Señoriales corredores,
Extensos patios solares,
goteras regando flores
Y Cruz que ahuyenta pesares
con sus brazos protectores.
A oración llama la esquila.
Acaba el diario afanar;
La gente acude a rezar
Arrodillándose en fila.
Dos velas en el altar
Y en medio el señor de Tila.
Dominando casa y llano,
Signo terreno y divino,
Eleva su airon un guano
Que señala al peregrino
El final de su camino
Y el cielo azul y lejano.
Caserio de ilusión
Carga una loma en la espalda
Y baja en luz de esmeralda
A un arroyo juguetón
Que riza alegre festón
En la orilla de su falda.
Monte ondulado se tiende en el oro del paisaje.
Trueca su verde en celaje
Cuando la tarde desciende,
Por si ver si una estrella
Como broche su traje.
¡Cubre de las agonías!
¡Al son de las palas retumbas!
¡Hogar que te me derrumbas;
Rueda las lágrimas y vuelan aves- Marías
Por encima de tus tumbas!
Un rio que el sol agota
Al bosque sus linfas traen
Y en reflejar se distrae
Tupida fronda remota;
Fruto maduro que cae
Deja sonando una nota.
Niña que no se recata
Busca en el baño su abasto;
El rio límpido y casto
Sus tiernos pechos retratan;
Saca del agua un canasto;
¡prisión de muerte y de plata!
Sobre un remanso dormido
Pintado de luna llena
Un bejuco tiene asido
El oro de una melena
¡El agua tendrá escondido
El cuerpo de la Sirena!
¡Caporal caracolero
que suena tu caracol;
No vaya a salir el sol
Y se apague ese lucero
Que los muelen pozol
Le llaman “El Pozolero!
Panoramas del Santuario
Que mi amor supo guardar
¡Quien los pudiera enhebrar
Plasmando lo imaginario,
Como cuentas de rosario En el hilo de un cantar!
JOSÉ MARÍA GURRÍA URGELL