Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar
TEAPANECA (3)
MIS CANTARES BAJO EL CIELO DE TABASCO
TEAPA
A mi Teapa yo le dejo
a su vera mi cantar
y en mi cantar una queja
por tenerlo que dejar.
Tardecitas de colores
de mi Teapa bellas son,
como son las bellas flores
que alegran su población.
Y le dejo mi cantar,
se queda en su bello río,
donde se viene a bañar
el triste pensamiento mío.
ROSA PEDRERO RUIZ*
PARTE POLICIACO
C. Presidente Municipal doctor
REGULO ROSADO D:
Le voy a comunicar
que Vidal está en la reja
porque ayer no quiso cortar
a Nato rabo y oreja.
Además tengo un Obando
que a Barberio machetió
yo no sé si fue jugando
pero un dedo le voló.
Y presos tengo un montón
que servirán de testigos
ellos dicen no hay razón
que estén presos por amigos.
Otro cliente hizo un mitote
se atracó con el hermano,
éste le cortó el bigote
al estilo americano.
Además quiero avisar
que desde hace cuatro días
también Hidalgo Gurría
a un hombre quiso capar.
Ya no hay otra novedad
que deba ser anotada,
pero la mera verdad
esto está, de la patada.
Aquí termina mi parte
como un buen disciplinado,
aunque este carezca de arte
espero sea de su agrado.
MANUEL ALMILCAR MELO FIGUEROA
EL TEAPA
¡Oh, transparente y bullicioso río!
¡Cuántos recuerdos a mi mente traes!
¡Como pudiera contemplar tus ondas!
¡Como escuchar tu cántico salvaje!
…………………….
¡Cuántas veces miré, cabe las sombras
De verdes y tupidos animales,
Reflejarse en tus aguas cristalinas
Los últimos fulgores de la tarde.
…………………
Y allí embebido, libre de pensamiento,
Pasaba yo las horas en tu margen!
¡Oh! Inseparable amigo de mi infancia,
¡Salve, Teapa gentil, mil veles salve!
………………….
¡Quién sabe si el destino en su fiereza,
Quisiera por siempre de ti alejarme
O envuelto por las sombras del olvido, Desaparezca tu infelice vate!
……………………..
Hace ya tiempo mi inacorde lira
Vibra impaciente porque yo te cante,
Y aunque el temor me oprime tú me inspiras
Y alegre como tú voy a cantarte.
…………………..
Ora te precipites atrevido
En medio de musgoso peñascales,
Semejando tú espuma bullidora
Explosiones de perlas y diamantes.
…………………
Ora sereno, majestuoso y límpido,
Retrates los erguidos carrizales
Que bordan tus riberas seductoras,
Y cual gimiendo y respirando pases.
…………………..
Sí; yo te canto bullicioso río,
Espléndilo monarca de aquel valle;
Tu belleza no más la fantasía
Con su radiante luz podrá forjarse.
……………………
Tu fecundizas los risueños campos,
Do el sol hermoso su fulgor esparce;
Tú le das a alegría a las campiñas
Verdor al prado, música a las aves.
………………………
Apagan en sus aguas cristalinas
Su ardiente sed el pobre caminante
Y las vacadas de lucientes pieles
Que en sus riberas con deleite pacen.
…………………..
Pródiga y generosa la Natura,
Follaje mil te dío que ornan tus márgenes,
Do oculta entona la doliente tórtola
Esa triste canción que el alma parte.
…………………..
Besan tus aguas límpidas y puras
Las ramas melancólicas del sauce
Y pajarillos de colores múltiples
Con alegre cantar pueblan el aire.
……………………
La mustia garza, el serpentino Coello
Escondido en el nítido ropaje
Contempla su belleza melancólica
En el espejo azul de tus cristales.
…………………..
Dime garza gentil más blanca y pura
Que la flor del Chelele deslumbrante,
¿Por qué a tu pico, avara armonía
Cerro tus delicados manantiales?
…………………..
Te amo cual todo al Teapa hermoso
Belleza más a su belleza imparte,
Y yo amo a Teapa porque arrulla un nido
Que formaron de amor mis tiernos padres.
………………….
¡Oh, transparente y bullicioso río!
¡Cuántos recuerdos a mi mente traes!
¡Como pudiera contemplar tus ondas!
¡Como escuchar tu cantico salvaje!
……………………
Si de la luna soñolienta y pálida
Surca el espacio la tranquila imagen
Y entre las breñas y por la llanura
Y a través de los densos platanares
…………………..
Do vaga el viento, las enhiestas hojas
Meciendo acompasado, albos ropajes
Simula con su luz, de mil fantasmas
Que se alejan, se esfuman y se atraen.
…………………..
¡Qué misterioso campo tú le imprimes
A la imponente soledad suave,
Tu murmullo esparciendo en la espesura
Oyen tu voz los cedros seculares!
…………………….
La Ceiba llanosa, el pojay altivo,
De recias fibras negras el jahuacte,
Mientras la blanca flor de tus riberas
Recibe el pólen de la flor amante.
…………………….
Mas la luna se esconde, ruge el viento
Sacudiendo las copas de los árboles,
Las nubes se amontonan en los picos
De la montaña que circunda el valle.
……………………
Todo es tiniebla en derredor…La lluvia Desenfrenada barbollando cae,
Y mil torrentes pricipita luego
A tu encrespado y turbulento cauce.
…………………..
Ya se cambió tu faz, la clara linfa
Que miraba tranquila deslizarse
Turbia se arremolina enfurecida
Con fragmentos de arcillas y raíces.
………………………
Pasas violento atronador, rugiente,
Los viejos troncos con furor deshaces
Y a tu tremendo empuje ya no hay balla
Y por doquier la extensión invades.
…………………..
¡Ah poderosa fuerza! Cuando el freno
La ciencia imponga a tu furor salvaje
Y agrupadas las fabricas doquiera
A tus orillas blanqueando se alcen.
……………………
Enloquecidas giren, cuando cante
Cuando turbinas de sedientes bocas
Tu omnímodo poder silbato agudo
Del vaporcillo de tus aguas parte.
……………………..
Cuando ilumine el cielo oscurecido
La luz que a tu poder esparce,
Más bello tú serás Teapa altanero….
Y así sueño en mis noches contemplarte.
………………………..
¡Oh, transparente y bullicioso río!
Oiga el cielo mi voz; siempre te guarde
Y yo, que nunca en tu ribera hermosa,
Al dulce beso de mi tierna madre.
Ing. JOAQUIN PEDRERO CORDOVA
Nota: Dejamos para el final el canto al rio Teapa, porque Joaquín Pedrero Córdova, si amó a su pueblo y a su río, y se le pagó con su infamia, despojándolo de todos sus intereses.
TEAPA, TAB., 1939
MANUEL ROSADO GONZÁLEZ.
“A TEAPA”
Tu nombre indica “Ribera de las piedras”,
la raza antigua te llamó Teapan
hoy te llaman “Sultana de la Sierra”
y mañana tal vez…. Gran ciudad.
En cada viejo escombro, en cada fuente,
en cada roca donde brota el manantial,
se encuentran testimonios sorprendentes
de tu antigua robusca mocedad.
Como siempre, patriota como valiente,
rebelde fuiste con el conquistador,
quien quiso marcarte con hierro candente
a lo que se opuso el noble historiador….
Tus dominios pobló la clase hispana
durante la larga etapa colonial;
después surgió una raza fuerte y sana,
culta, violenta, audaz y pasional.
Hoy tus hijos descendientes de esa raza,
añoran la grandeza con lealtad,
porque mientras el tiempo pasa y pasa
sus méritos se abrillantan más y más.
A esa falange de ilustres Teapanecos
que han dado renombre al suelo natal,
les dirijo mis cantos y cuyos ecos
los aprisiona el ventrudo coconá.
Hoy ya Teapa, bellísima y sonriente,
como una gran dama hermosa y gentil
mira el porvenir resplandeciente
desde las ventanas del Ferrocarril…
¡Qué alegres estas “Ribera de las Piedras”
la Feria te hace olvidarte de mí
mas ¿Qué importa “ Sultana de la Sierra”
con tal que llegues mañana a ser feliz…!
SAUL WADE TELLAHECHE
TEAPA, TAB., A 27 DE ABRIL DE 1949
IN MEMORIAM….
Dedicado al Lic. Lorenzo Calzada en el Primer año de su muerte.
Tu nombre suena en nuestros oídos,
tu plática elocuente no se olvida,
somos tus amigos que aquí reunidos
recordamos con dolor tu partida.
¡Oh! Poeta de Teapa el orgullo,
¡Oh! Maestro, tu bendito seas,
tus versos son rosas en capullos
que con herencia dejaste en presea.
¡Oh! Poeta maestro y gran amigo,
de charla jovial y trato cariñoso,
¡Oh! Chato inmortal, estamos contigo
Y recordamos tu nombre orgullosos.
Tú fuiste caritativo como Medina
y por tu ideal pobre moriste;
aquel daba la receta y la medicina,
y tú todo su saber lo repartiste.
Tus versos son tu mejor herencia
y tus libros que no están impresos,
por eso es de nueva conciencia
que perduren siempre tus versos.
Una escuela llevará tu nombre
para que tu memoria no quede trunca
y otra calle la de otro hombre,
porque tú y medina no mueren nunca.
TEAPA, OCTUBRE DE 1939
MANUEL ROSADO GONZALEZ
DOLORES CORREA ZAPATA
Estelas y bosquejos
Recuerdos del puyacatengo
De un lado el imponente panorama
De los cerros que tocan el cielo….
Y de la niebla el transparente velo
Blanco ropaje a sus contornos da.
Allá, teniendo su anchuroso manto
El infinito sobre el valle extenso,
Se va ensanchando el horizonte inmenso
Que el astro rey atravesando va.
Allí el aliento del Creador se siente;
Ante aquel cuadro de belleza tanta,
El alma se enaltece, se agiganta,
Y a otros mundos se siente transportar.
Aquí se alzan las nubes sobre el monte
Como blanca bandada de palomas;
Allí el suave declive de las lomas
Asemeja las olas de la mar.
Allá, brindando generosa sombra
Al viajero que cruza la llanura,
Y ostentando magnifica verdura,
Esparcidos los árboles se ven.
Y formando dibujos caprichosos
En el fondo del verde más variado,
Los múltiples colores del ganado
Embellecen el cuadro por doquier.
Allí, en conjunto pintoresco y bello
Con el blanco vellón del corderillo,
Mezcla la crin del alazan su brillo
Y del buey el dorado tornasol.
Ante aquel cuadro que la vista abarca,
Que analiza y admira, se comprende
Que del contraste universal depende
La armonía que reina en la creación.
………………………………………………………………………
Aquí, en ondas de nácar y esmeralda,
Ya irritado, ya manso y silencioso,
El río de mi Teapa más hermoso
Va ostentando su rica variedad.
Ya en cascadas blanquísimas de espuma Gigantescos peñascos sepultando,
Va en horrísono acento remendando
El rugido imponente de la mar;
O en álveo limpio de menuda arena
Deslizando sus ondas cristalinas,
Con el verde color de las colinas
Va retratando el firmamento azul;
Y en su lecho purísimo y tranquilo,
Límpido espejo que se mira el cielo.
Cruzan en ondas de flotante velo
Níveos celajes de crespon y tul;
O ya corriendo entre pequeñas guijas,
Con los rayos del sol que reverbera
Asemeja la rubia cabellera
Que las alas del céfiro rizó.
Y su apacible murmurar parece
La canción impregnada de cariño
Con que en su seno al inocente niño
Feliz el pecho maternal meció;
O ya en caverna de profundo abismo
Todo el caudal de su corriente hundiendo, Mientras más insondable, más tremendo,
Le contemplamos con secreto horror.
Al verle inmóvil, insondable, mudo,
Fingir sereno inalterable calma,
Se siente llena de inquietud el alma,
De tristeza, de miedo, de pavor.
Que al querer penetrar el pensamiento
En sus antros oscuros y profundos,
Las sombras vagas de insensibles mundos,
Al alma en sombras envolviendo van.
Y mientras presas de indecibles ansias,
Solo recuerdos de dolor evoca,
Fingen los sueños de la mente loca
Negros fantasmas de doliente faz.
Allí en confuso laberinto pasa,
Con la negra silueta de una tumba,
Algo como la fe que se derrumba
En los antros sin nombre de dolor….
Pero luego, al mirar que su corriente
Con el fulgor de las estrellas arde,
Y en las últimas nieblas de la tarde
Se alza la Luna al ocultarse el Sol,
Con la gasa sutil que se levanta
Del ligero vapor de sus riberas,
El alma se remonta a otras esferas
Donde a solas se encuentra con su Dios.
…………………………………………………………………….
¡Oh sí! Tal vez con invisibles lazos
La Tierra al Cielo tus cristales atan:
Por eso, al contemplarte se dilatan
Nuestras almas henchidas de emoción.
Feliz la virgen cuya frente besa
El leve soplo de la fresca brisa,
Cuya vida serena se desliza
De tu orilla en la grata soledad.
Feliz quien sigue tu admirable curso,
Ya irritado, ya manso y silencioso,
Pero siempre magnifico y hermoso,
Siempre lleno de encanto y variedad.
Yo he sentido cruzando tus raudales,
Henchirse el corazón de sentimiento,
He sentido elevarse el pensamiento,
He sentido nacer la inspiración.
Y si hoy pudo vibrar alguna nota
En mi inacorde y enlutada lira,
Es tu dulce recuerdo el que me inspira,
Es tu imagen que evoca el corazón…..
Si es verdad que las almas desprendidas
Del lazo que las ata con la Tierra,
Van buscando en el mundo cuanto encierra
Un recuerdo del tiempo que pasó;
Si es verdad que al morirnos separados
De los caros objetos que quisimos,
Tenemos el poder, cuando partimos,
De acercarnos a darles un adiós,
Ya que tan lejos de tus quietas playas
Me ha arrojado el capricho de la suerte,
El espíritu en alas de la muerte,
Ha de irte a saludar.
Si es verdad que al morirse no se agotan
Las fuentes en que vive el sentimiento,
Un suspiro, una lágrima, un lamento
A sus playas temblando llegará.
Tabasco, 1882.
DOLORES CORREA ZAPATA
Adiós a Teapa
¡Al fin te vuelvo a ver!
Apresurado palpita el corazón
pero por Dios que a comprender no acierto
si late de dolor,
o si el placer que siento al divisarse
me llena de emoción.
¡Qué encanto tiene siempre para el alma
el pueblo o el lugar do se nació!
¡Tanto tiempo hace que ya no te veo
Que acaso nuevo a contemplarte voy!
¡Con que placer extraño se retorna
ha lugar con que há tiempo se vivió!
Extraña mezcla de esperanza y duda,
De gozo y de temor;
afectos que se avivan en el alma,
imágenes que evoca el corazón:
el rostro del antiguo conocido
que deslizarse nuestra infancia vio;
las sinceras caricias de nuestra aya
que nos aguarda con materno amor;
la pequeña casita do nacimos,
el templo, el panteón;
la imagen del amigo que no existe,
de la choza que el tiempo destruyó;
de la hojarasca seca del camino
el triste melancólico rumor,
que parece pedir algún recuerdo
para el árbol que el tiempo derribo,
dejando a nuestra vista el hondo hueco
que nos hace sentir vago terror:
del ayer a los pálidos reflejos
apareciendo los ensueños de hoy
mezclados con las nieblas del mañana
en vaga confusión.
………………………………………………….
Con estos pensamientos mi mente preocupada, con estos sentimientos henchido el corazón,
en una de tus cuestas, mi Teapa idolatrada,
páreme a contemplarte con grata admiración.
Risueño se mostraba tu blanco caserío,
Altivas las montañas que forman tu dosel, Hirviente y espumoso el turbulento rio
Que en su altivez se inclina para besar tus pies.
¡Delirio de mi mente seria si intentara
Pintar tus atractivos, encantador Edén!
¡Los ricos atavíos que el cielo te donara
perdieran sus encantos impresos en papel! Mirando tus llanuras, tus bosques, tus colinas,
las fuentes caprichosas que surgen por doquier,
a veces deslizando sus ondas cristalinas
que remedar parecen murmullos de placer;
los hijos de tu suelo se sienten orgullosos
y en tu grandeza aprenden a conocer a Dios.
Si de extranjero suelo cansadp caminante
acierta por acaso a entrar en tu pensil,
se para sorprendido y sueña delirante
mirar en tus mujeres lindísimas hurís.
Los lirios y las rosas que bordan tus orillas
tiñeron sus semblantes de nácar y arrebol,
y llevan en sus almas ardientes y sencillas
lo puro del cielo, el fuego del sol;
del sol a cuyos vivos y fulgidos destellos
tus mágicas mujeres formaronse quizá,
que tienen como Febo dorados los cabellos,
y a luz en las miradas dulcísimas que dan.
Cual ave peregrina que vuelve a sus riveras
tan solo unos momentos su nido a contemplar, cual rápidos ensueños, fugaces y ligeras,
las horas en tu seno he visto deslizar.
Recibe pueblo mío, mi tierna despedida,
acaso a verte nunca mis ojos volverán;
mas llevo de tal modo tu imagen esculpida,
que el tiempo, la distancia jamás lo borraran. Perdona si a mi pena se mezcla la alegría:
tu sabes que si llevo recuerdos de amistad,
mas fuertes que esos lazos de dulce simpatía,
me traen desde lejos los lazos del hogar!
Acaso Dios ha dado un alma a tus praderas,
Tal vez a tus montañas sensibles hizo Dios;
acaso han recogido las lágrimas postreras
con que volví los ojos para decirte adiós.
No encuentro ni una frase que exprese lo que siento: los labios enmudecen cuando habla el corazón, recibe mis suspiros envueltos en el viento,
¡el cielo te bendiga, mi Teapa; adiós, adiós….!
San Juan Bautista de Tabasco, Mayo de 1879.
DOLORES CORREA ZAPATA
ROMANCE DEL ÁRBOL HUACO
El árbol huaco mantiene
su doble savia fundida;
con doble tronco sostiene
sólo una copa florida;
el Árbol Paterno tiene
dos almas en una vida.
Dos alamas que unió la grapa
de viejo nupcial anillo;
funden su amor y su brillo
a la orilla del Camoapa
una raíz en Teapa
y con otra en Huimanguillo.
Vino de Teapa un Gurría
erguido, grande y austero,
un varón de cuerpo entero;
aquel que lo conocía,
en presencia se tenia
de un antiguo caballero.
De Huimanguillo una Urgell,
con el cielo en la mirada,
madre y perfecta casada,
a todo lo noble fiel:
parecía modelada
en leche, sueños y miel.
Y en el solar del santuario
soldando pena y ternuras,
¡se alzó un huaco solitario
sobre sierras y llanuras;
fue su fronda un incensario
meciendose en las alturas.
La muerte abatió la planta.
Guarda dos tumbas el suelo;
más fuegos fatuos en celo
se funden en flama santa
y un huaco de luz levanta
su doble tronco en el cielo.
¡Árbol Paterno que tuvo
dos almas en una vida;
en tus hijos se mantuvo
tu doble savia fundida;
son los frutos que sostuvo
tu noble copa florida!
JOSÉ MARÍA GURRIA URGELL
LA IGLESIA
La iglesia de mi pueblo, carcomida por vieja,
tiene el aspecto triste de tiempos medioevales
y flota entre sus naves como antigua conseja
el grito de los búhos que rasgan sus cristales.
Las vírgenes caducas sunnas tras de las rejas
en tanto que los mohos destruyen los maizales
y el estridente piano sinfoniza sus quejas,
mientras el coro dice tristes antifonales.
La pila abre sus fauces llenas de agua bendita, una beata rezonga una oración precita
junto a la puerta tosca que da a la sacristía.
Y para ver si el pueblo no está con el demonio
el capellán se postra frente a un San Antonio
y después avariento sacude su alcancía.
1914.
LIRA DE AMOR
RIO PUYACANTEGO
Teapa, Tabasco, Méx.
TORCUATO A. BRINDIS
“A TEAPA”
La Sultana de la Sierra
La arrulla el Puyacatengo,
Y su exuberante tierra
Me brinda lo que no tengo.
Maíz, arroz y frijol
Son comida cotidiana,
Con sal y chile el pozol
Ya se pasó la mañana.
Uno que otro pescadillo
De su caudaloso río,
Sin que falte el armadillo,
Y de la inflación me río.
Tecomajiaca es recuerdo
Porque allí creció mi madre,
Quien jovencita y con miedo
Se casara con mi padre.
Esquipula es visitada
Por un santo “Milagroso”
Donde se ve a la viejada
De percal y con rebozo.
Está rodeada de cerros
Teniendo también su gruta,
Toros, vacas y becerros
Y árboles que dan su fruta.
Tiene un balneario de azufre
Emporio medicinal,
Para todo aquel que sufre
De algún arraigado mal…
El Mure veo socorrido
Por todo el que lo visita,
Diciendo estar convencido
Que allí está el agua bendita.
Llevo el recuerdo de niño
orriendo por callejuelas,
Con mis compañeros riño
Por las bolsas de ciruelas.
Llevo en la mente grabado
Lo que es prodigiosa etapa;
Que nunca será imitado
Lo pintoresco de Teapa.
Pueblo donde yo nací
Viendo la primera luz,
Que adoro con frenesí
¡Barrio de la Santa Cruz!
Así es mi pueblo querido
Tierra que me vio nacer,
En mi corazón anido
¡A Dios con su gran poder!
Bernardo del Águila
ANTICIPIO
Hojas que el viento de Otoño
Va desprendiedno del árbol,
Junto y salvo en este libro,
De que mueran en el fango.
Ambar en sus nervaduras
La vejez va pregonando;
Versos de antigua estructura
Y dulce dejo romatico.
Versos que cantan afectos
Que mi vida iluminaron,
Paisajes, cosas y gentes
De las que soy relicario.
En el nombre de Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo,
Bautizo mi pobre libro:
Romance del Santuario.
JOSE MARÍA GURRÍA URGELL
EL PRIMER ROMANCE
Adiós Santuario querido,
Santuario donde nací,
Voy a estudiar a otra tierra,
Lejos, muy lejos de ti.
Y al recordar que me voy
En pos de tierras extrañas,
No se si hay llanto en mis ojos
O neblina en tus montañas.
Así cantaba un Gurría,
Rimando ajeno dolor,
Cuando diez años tenía
Y le dio por trovador.
Fue la primera poesía
Que al Santuario dedicó;
Su madre que la leía,
Con un beso la premió.
JOSE MARÍA GURRÍA URGELL