¡Se acabó el sexenio!

César Graciano Calvario
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El próximo día 20, será ungido como nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI Manlio Fabio Beltrones Rivera. Del hoy día -en que se hará oficial la selección interna- hasta entonces, pura cosa de trámite. Con esto se confirma el resultado del maremoto interno en el grupo priista en el poder (que recuperó su fuerza una vez pasada la elección) que aquí dimos a conocer oportunamente.

Ante la vista de los peores resultados electorales en la historia reciente del PRI, junto con el evidente desmoronamiento de Enrique Peña -incapaz de retomar el timón ante las gigantescas olas que ya hicieron hueco a su barco- se supo que los más encumbrados hombres de ese grupo voltearon a ver a Manlio, conscientes de que necesitaban un hombre de ese forje para llevar al puerto más cercano, lo que queda de la nave presidencial averiada.

No fue fácil ni fluido el acceso de Manlio. Los enanos se amotinaron en el tapanco, y a punto estuvieron de imponer a uno de los suyos, de los más tiernos, en el timón. Pero los vozarrones de los mayores, las verdaderas autoridades en esa tribu, se dejaron oír, e impusieron la sensatez, y centraron la atención sobre la verdadera dimensión del desastre. ¡Se terminó el sexenio de Enrique Peña Nieto!

Ahora se entiende plenamente porque el presidente no hacía, no podía, hacer caso a las voces que demandaban, las cabezas de Osorio Chong y Videgaray, cuando menos. La sustitución no sería útil ni para empezar la recomposición de ese equipo. Se requería que el presidente mismo se ofreciera como víctima propicia para calmar la ira popular, que puede impedirle los movimientos básicos para salvar su propia cabeza. Y se ofreció.

Ahora su futuro, en los tres años que pueden restar a su gobierno, está en manos de Manlio Fabio. Serán tres años de política pura. Pura política. Para intentar lo que hoy día parece ya una misión imposible para el grupo priista en el poder: retenerlo en 2018. Manlio tiene ahora esa responsabilidad, al frente del partido. Pero no podrá ir muy rápido ni ligero, porque carga un pesado lastre: los ingentes pasivos ya acumulados por el gobierno de Peña, por su familia, y por sus amigos. Que siempre si los tiene, los tuvo siempre. Dentro y fuera del gobierno. Manlio tendrá que asegurar que ese barco, dañado, haciendo agua, recargado, pueda ser arrastrado a puerto seguro. Sin víctimas. Cuando menos no el capitán (ya perdió la mayúscula) ni su oficialía más vulnerable.

Este escenario, obligará a un cambio de enfoque en la estrategia política del gobernador Arturo Núñez y del gobierno de la alternancia. Es amigo, y compañero de cien batallas de Manlio. Su comunicación política es al más alto nivel de calidad. Pero ambos están ahora en bandos diferentes, obligados a trabajar muy fuerte, cada uno de manera independiente, para no tener que encontrarse de frente. Para Tabasco, los próximos tres años pueden ser, ahora sí, los mejores de la administración Nuñista. Con avances que podrán ser modestos, parciales, insatisfactorios indudablemente. Pero en firme.

¿Roberto-Pico Madrazo, el partido verde, el proyecto de los mercenarios, Eruviel Borrego, los chicos del Coro? Para todos hay respuestas. Las iremos comentando.

……a pie de carretera
José del Carmen López Carrera
Es indudable que el ejercicio 2014 de revisión de la Cuenta Pública Estatal (los tres poderes y los municipios) que está por arrancar, será la prueba del ácido para el Fiscal Superior, cuya actuación ha dado de que hablar en los pasados meses. Los diputados locales andan alebrestados tocando sus trompetitas y sus fanfarrias, advirtiendo sobre lo que ya ven como su gesta más gloriosa. Pero, aunque sea de manera fortuita, pueden hacer notorias las insuficiencias y carencias de su función fiscalizadora. Precisamente la función de este Fiscal ¡Estaremos pendientes!

Solo como aclaración. Nos dicen que la gaviota, Angélica Rivera, no es familiar incómodo, ni lejano, de Manlio. ¡Zas! Mejor le buscó el martes proxy SDQ. Adiuuuu

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