Minipoemario Lunar: VIEJA CHOCHA
Heberto Taracena Ruiz Milenaria, vieja chocha: la corrupción renueva a sus adeptos, sin gastar suelas. Sobreviene a la muerte, ¿por qué a la vida? Natural que los seres difuntos se corrompan, en pocas horas, cubiertos de embalsame. “Boca perversa,” “labios falsos,” es su retrato en criptas desde la Biblia. La muerte ejerce poder de alimentarse […]
21 de agosto de 2020

Heberto Taracena Ruiz
Milenaria,
vieja chocha:
la corrupción renueva
a sus adeptos,
sin gastar suelas.
Sobreviene a la muerte,
¿por qué a la vida?

Natural
que los seres difuntos
se corrompan,
en pocas horas,
cubiertos de embalsame.

“Boca perversa,”
“labios falsos,”
es su retrato en criptas
desde la Biblia.

La muerte ejerce
poder de alimentarse
de la putrefacción.
Y ello es inevitable
por más que las cartillas
de la Primaria añeja
repletaran los sesos
sobre escuálidas momias.

Mas si los seres muertos
ingresan en proceso
de corrupción,
obedece a leyes
fatales
que ninguna estrategia
humana
podrían violentar.

Ah pero que los vivos
se corrompan,
no es materia
de claustro natural.
Proviene de costumbres
y hábitos
reiterados,
perdidos más que agujas
en un pajar.

¡Hasta dónde el dilema
de la corrupción
ha permeado
las capas sociales!,
allá que lo prediquen
investigadores,
especialista en motivos
y ayunos en propuestas.

La corrupción no duerme
pero ¡ea! tantea
a ojos vistas.
Más grave que el pecado
original
y el encimoso pensamiento.

Cunduacán, Tab., a 20 de agosto de 2020

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