Mascarriel
*AMLO: “Quien manda aquí…” *Adán Augusto: mesa puesta… Mario Ibarra El texcocazo es un hecho. ¿Irreversible? En política muy pocas decisiones son irrevocables. Por eso es política. Aquí, como en todo, el tiempo dirá la última palabra. Hay opiniones serias, objetivas, imparciales que anticipan que la opción de Santa Lucia, en cuanto se empiece a […]
5 de noviembre de 2018

*AMLO: “Quien manda aquí…”
*Adán Augusto: mesa puesta…

Mario Ibarra
El texcocazo es un hecho. ¿Irreversible? En política muy pocas decisiones son irrevocables. Por eso es política. Aquí, como en todo, el tiempo dirá la última palabra.
Hay opiniones serias, objetivas, imparciales que anticipan que la opción de Santa Lucia, en cuanto se empiece a estructurar como proyecto, presentará dificultades no consideradas hasta ahora que elevarían sus costos a montos prohibitivos lo que haría, al ya para entonces presidente en funciones reconsiderar la determinación tomada; una buena señal en ese sentido sería no proceder a la destrucción en automático de la estructura ya levantada en Texcoco…

Votantes cumplidos…
Por obra y gracia de la voluntad democrática de 30 millones de electores, el presidente López Obrador concentrará –de hecho condensa ya, como se ha visto-, un enorme poder.

El Congreso reformará la constitución cuantas veces don Andrés lo considere necesario para llevar adelante la 4T; esto así porque los votantes le cumplieron su petición de campaña: dotarle de una mayoría incontestable en las cámaras de diputados y senadores.

La oposición –PRI, PAN, PRD-, es, para efectos de contrapeso político, prácticamente inexistente. Hasta antes del texcocazo, AMLO usufructuaba una aprobación ciudadana del ¡74 por ciento…!

Entender…
Y bueno, el compromiso más llamativo en la campaña del candidato López Obrador fue, precisamente, echar abajo la construcción del NAIM en Texcoco.

Entre sus ofertas electorales de fondo –lucha contra la corrupción, pacificación del país, justicia social, etcétera-, el tema del aeropuerto siempre destacó por su inmediatez, sus dimensiones y su trascendencia.

Con ese mandato de 30 millones de votos y la legitimidad que le aportan, con un apoyo irrestricto de sus partidarios y con esos niveles de aprobación, Obrador pudo haber tomado la opción por la que se decantó sin necesidad de consulta alguna.

¿Por qué decidió aplicara? Por razones políticas, obviamente; le prometió a su base electoral que les consultaría las grandes decisiones, y lo hizo.
“Acto demagógico” acusan sus críticos, enumerando las fallas innegables que tuvo la aplicación de la consulta. Pero si el análisis se atiene sólo a la lógica política de AMLO y su congruencia estratégica, se entiende su decisión.

Que cada quien la calificará como le parezca, como ha sucedido, ese es otro asunto.
Aquí, de lo que se trata, es de entender los resortes que mueven el funcionamiento sicológico, político y estratégico que rige la toma de decisiones del presidente electo.

Desconocer…
Es comprensible la sorpresa de los empresarios, analistas, académicos, especialistas en aeronáutica y organismos nacionales e internacionales de la industria de la aviación: decidieron creer que AMLO no se atrevería -por muchas razones- a detener y condenar la construcción del NAIM; no lo conocen y no lo entienden (el tema fue pulsado con amplitud en este espacio: “El hombre de los popales”, MASCARRIEL 14-5-18).

En cambio, para quienes lo conocen desde que arrancó su carrera política hace ya 40 años, en el gobierno de Leandro Rovirosa (1976-1982) , lo sorprendente habría sido lo contrario: que Andrés Manuel se retractara de la palabra empeñada en campaña.

Es un hombre de ideas rectoras. “En verdad se casa con sus ideas, si las considera acertadas y correctas”, sostiene un priísta (de aquella primera generación que en 1971 envió Mario Trujillo a la famosa escuela de cuadros del PRI que dirigía Enrique González Pedrero) que estuvo con AMLO en el CEN del tricolor con el mismo EGP, y que le guarda estimación, respeto y admiración al hoy presidente electo…

“Quién manda aquí…”
“Se casa con sus ideas”; bueno, el mismo AMLO lo ha dicho, afirmando que llegó a donde ha llegado sostenido por la fidelidad a sus principios y valores (ideas) defendiéndolos “con tenacidad, decisión y hasta terquedad”, en sus propias palabras.

Ahora, lo del NAIM, entre otras varias cosas, fue “manotazo sobre la mesa”, como se anotó en este MASCARRIEL hace 8 días. En su mensaje en redes del pasado martes, en un escenario cuidadosamente diseñado, don Andrés se extiende sobre las razones que lo llevaron a decidir el texcocazo.

Importa más y tiene mayor peso lo que no dijo verbalmente y que expresó en código cifrado, pero claramente, para los buenos entendedores. Sobre el escritorio, en primer plano, estaba un altero de libros; los más visibles eran “Quien manda aquí”, de Felipe González y “Memorias de Adriano”, de Marguerite Yourcenar.

El título del primero lo dice todo: Quien manda aquí. El segundo, “Memorias de Adriano”, es, entre otras cosas, una reflexión sobre la naturaleza del poder y un conjunto de exhortaciones, a su sucesor, Marco Aurelio, de cómo debe ejercerse el poder imperial.
El mensaje, diáfano, es: este es otro régimen, aquí manda el presidente y este poder (ya) no se comparte. “No voy a estar de adorno ni de florero”, sentenció AMLO. Ahora, de que el gesto nos puede salir carito, puede, existe el riesgo. (Podría tener un costo de 250 mil millones, advierten quienes reprueban la medida. “Nos ahorraremos 100 mil millones”, replica Obrador. El tiempo dirá quien está en lo correcto). De hecho, ya tuvo un costo, con la devaluación del peso, la caída de la bolsa (20 mil millones de pérdidas) y el desplome en el precio de los bonos de deuda de PEMEX…

Mercados…
Sin embargo, el sacudión no pone en riesgo la estabilidad de las finanzas nacionales al corto plazo (tal y como, acertadamente, se adelantó en este espacio el pasado lunes).

Pero no hay que dudar de que el episodio le sirvió sin duda a don Andrés para experimentar de manera directa que los mercados están ahí, que reaccionan a decisiones de gobiernos y gobernantes y que en un santiamén pueden desestabilizar y hasta trastornar la economía y las finanzas de una nación como México.

Lo otro es que los ejercicios de democracia directa, las consultas (¡y dale con la tontería generalizada de llamarlos “democracia participativa”!), que serán instrumento de su gobierno, lo cual la mayoría aprueba, deben replantearse totalmente.

Como están formuladas en la constitución, resultan punto menos que imposible realizarlas. Por lo tanto, urge legislar al respecto (tal y como se disponen a hacerlo) para diseñarlas como auténtica expresión de la democracia directa. Las reglas deben ser claras, factibles, sencillas si se puede. Las consultas tienen que ser representativas respecto al padrón electoral; abiertas, democráticas, acreditadas, informadas e incuestionables. Y debe organizarlas el INE…

GOBERNAR…
Esto ya empezó aunque todavía no empieza, diría la paráfrasis contra sensu a Yogui Berra. El próximo 1 de diciembre es la fecha oficial; y entonces si: cartucheras al cañón. Gobernar está en chino y en marciano.

Sobre todo en democracia, es la tarea más ardua, dificultosa, incierta, oscilante y compleja que se pueda enfrentar. El estado “constituye el régimen de asociación humana más amplio y complejo de cuantos ha conocido la historia del hombre” (Enciclopedia de la Política, de R. Borja. FCE, 2001).

El presidente de la republica es el jefe de Estado. Y de las Fuerzas Armadas. Y, en el caso de AMLO, de su partido MORENA. Asaz líder político y social de cuando menos 30 millones de votantes. México es la quinceava economía mundial. Nación de 130 millones de habitantes.
Y con un chingo de problemas gruesos, gruesísimos. Descomunales. Conocidos por todos. Dolorosa, fatalmente padecidos por millones… (Sin dejar de lado nuestras fortalezas, que no son pocas y son reales).

Hasta se pasan …
Sacar a este buey de la barranca es tarea gigantesca.
Quien encabece tal desafío, debería ir a hombros de gigantes. (Como Juárez, por ejemplo).

No parece el caso de López Obrador. Salvo excepciones –Ebrard, Alfonso Romo, Carlos Urzúa, Gerardo Esquivel, doña Olga Sánchez Cordero-, el resto del gabinete se antoja de la mediocridad para abajo; esto significa que la chamba de los incapaces la tendrá que hacer el presidente.

Sobre eso, flota el peso de la esperanza de sus electores y de buena parte de la población que en octubre le dedicó un 74 por ciento de aprobación; eso significa que se están depositando en AMLO esperanzas múltiples y desmedidas.

Los panegíricos y ditirambos de sus creyentes lo expresan con locuacidad.

Se refieren a Obrador como si del superhombre se tratara.

Incluso, el padre Solalinde ha dicho que Andrés Manuel “tiene mucho de dios”….

Eso es demasiado. Esperar milagros de él y de su gobierno es insensato. Y en cuanto esos milagros tarden en llegar, empezarán a exigírselos.

Y, caracho, el presidente electo es sólo un hombre. Expuesto al error y sujeto a las limitaciones de lo humano.

Esperar que obre milagros no es sano. Mucho menos andar pregonando que puede hacerlo…

Aires del trópico…
Donde sí puede darse algo parecido a lo fenomenal es en Tabasco. El gobierno federal destinará cerca de 65 mil millones de pesos en gasto directo de inversión, la refinería incluida, claro.

El presupuesto estatal debe andar por los 60 mil millones de pesos. Los casi 7 mil millones del préstamo que gestiona Adán Augusto, pueden convertirse en 21 mil millones de pesos más, sumando las aportaciones federales en proyectos de inversión incluyente.

En verdad, la federación no hace con ello sino corresponder mínimamente a la estratosférica riqueza que durante medio siglo se llevó del subsuelo tabasqueño. Gas y petróleo ligero durante 50 años en enormes cantidades. La deuda del país con Tabasco es incuantificable.

Aparte, a los tabasqueños les dieron migajas a cambio, y les dejaron la devastación ecológica, la depauperación de su campo, la contaminación de sus litorales, lagos, ríos, pantanos, la petrolización de su economía. ¡Ni una pinche y méndiga autopista de cuatro carriles de Villahermosa a Frontera hizo la federación en cinco décadas de explotación petrolera en alta! ¿No son fregaderas…?

Para fortuna de ellos, los tabasqueños no se cansan de celebrar: ¡Presidente habemus”. Don Adán: la mesa está puesta. ¿Qué precisa? Proyecto y personas capaces que le ayuden a realizarlo: gobernar con los mejores. Que los hay.

Podría Adán Augusto ir informando cómo reconstruirá, desde sus ruinas, el sistema de salud estatal, que llegó a ser el mejor del país. La salud es lo primero. El Secretario a cargo será fundamental. Hay más de un prospecto que cumple con el perfil exigido.

PD: 75 AÑOS DE RUMBO NUEVO. Largo camino para encontrarse con el acontecimiento histórico: un Presidente de la República tabasqueño.
RUMBO NUEVO: más de la mitad del siglo anterior y lo que va de este, edificando Tabasco. Porque informar a la sociedad es construir con ella, junto a ella, ser parte de ella.

RUMBO NUEVO. Largo camino para encontrarse a sí mismo frente al espejo de esos 75 años, en plena madurez, pero en cuerpo joven, vigoroso, cuerpo sano con mente sana, animosa, desplegada.

Valga la semejanza con don Johnny Walker: 75 y tan guapo y tan campante; y tan campeador y salidor.

Saludos Jorge Alberto y familia; saludos al magnífico equipo; saludos a los colegas y amigos, saludos Oh excelentes!!!

“Amicus plato sed magis amica veritas”.
Aristóteles.

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