El canciller adelanta que la relación con EEUU tendrá dos temas prioritarios como las armas y el dinero
Ciudad de México
Agencias
El secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, manifestó su optimismo por lo que será el año 2020.
Si bien será un año muy revuelto, dijo, existe optimismo fundado y con confianza, sobretodo porqueMéxico ha demostrado ser una democracia confiable, eficaz.
“Tenemos un sistema democrático como pocos y eso nos hacer ver con optimismo, porque tenemos eso que es muchísimo en el contexto internacional”, expresó al inaugurar la 31 Reunión Anual de Embajadores y Cónsules mexicanos acreditados en el exterior.
Ebrard defendió que todo lo relacionado con política exterior es transparente. “No ocultamos nada, no hay doble discurso”, exclamó.
Dijo a la diplomacia mexicana, que el recurso más importante para el diseño de la política exterior es la política interior.
“Si no, sería -entonces- una política exterior tímida, titubeante. No es soberbia, sino como una lectura objetiva, razonable”, indicó.
Al poner las prioridades de México para el exterior, Marcelo Ebrard destacó la relación con Estados Unidos y la necesidad de “seguir” el trabajo con el vecino país del norte.
La prioridad para este año, manifestó, será la seguridad con un cambio distinto a lo que se viene haciendo desde hace 30 años, en relación
México asume presidencia de la CELAC
Con el toque distintivo de ser el organismo regional más latinoamericano, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), busca su refundación de la mano de México, su primer impulsor, y Argentina, a fin de alcanzar un nuevo enfoque.
Autodefinido como mecanismo de diálogo y concertación política y caracterizado por no incluir a Estados Unidos y Canadá, agrupa a los 33 países de América Latina y el Caribe, lo que debería darle un peso específico quizá solo superado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Pero en la búsqueda de este nuevo enfoque el grupo surgido a iniciativa de México en 2010 y creado de manera formal en 2011, tendrá como primera misión superar las diferencias entre el gobierno interino de Bolivia y México, cuyas presidencias pro tempore consecutivas entraron en choque.
