Es que el gran ganador es Arturo Núñez, propios y extraños están en el entendido de que aquellos que vos matáis, gozan de cabal salud. Sin estar exentos de problemas, los triunfos hay que disfrutarlos. Un PRI que por la mediocridad de su dirigencia local y nacional nunca se llegaron a poner de acuerdo pretenden ahora descalificar las elecciones para tapar su ineficiencia política.

Lo más bueno
Guillermo Narváez Osorio, con un amplio currículum en los 35 años de militar en el PRI, le da una revolcada seria, metódica, con plena razón y conocimiento de lo que dice. No solo les dio una lección de hacer política, sino que los vapulea políticamente. Cuando Narváez estaba en contienda en el institucional hace varios años, Erubiel Alonso no sabía leer ni escribir y, al parecer, continúa sin aprender.

Lo requete bueno
Bueno, al menos para Arturo Núñez, el reconocimiento de su triunfo no está solo entre los suyos. Propios y extraños, y personajes importantes de la oposición adversa a su partido y a su gobierno, le reconocen públicamente su manera de hacer las cosas y los resultados que logra.

Lo malo
Es que PRI no aprende.

Y lo requetemalo
Es que con esa dirigencia estarán muy lejos de lograr metas mejores para el próximo periodo electoral.

Y lo requetemalísimo
Erubiel es cínico, no va a renunciar. Tendrán que correrlo. Después de la paliza y múltiples traiciones a su militancia, aún afirma, que él es el ganador y que lo traicionaron las bases y sobre todo Evaristo. Bueno, de que está loco, ni dudarlo.

Y lo mejor
El PRI tiene gente muy valiosa. Es tiempo que tomen las riendas.