La Ciudadanía salió fortalecida
César Graciano Calvario cesargracianoc@yahoo.com.mx El domingo llegó a su fin el cuartelazo policial, y el día de ayer los que no se habían reintegrado plenamente a sus labores lo hicieron formalmente, bajo las órdenes del general secretario de seguridad pública Audomaro Martínez Zapata. Se hizo ´público para el efecto el compromiso del gobierno estatal para […]
1 de abril de 2014

César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx

El domingo llegó a su fin el cuartelazo policial, y el día de ayer los que no se habían reintegrado plenamente a sus labores lo hicieron formalmente, bajo las órdenes del general secretario de seguridad pública Audomaro Martínez Zapata. Se hizo ´público para el efecto el compromiso del gobierno estatal para atender los planteamientos de mejora salarial, prestaciones y equipamiento que desde un principio aceptó como válidos a los insurrectos, así como la apertura de mesas de trabajo donde serán atendidas por la secretaría de gobierno, apoyada por la PGJ, las denuncias (con las correspondientes probanzas) de los malos elementos, que en parte fueron el motivo principal del movimiento.

Se abre así un impasse, un paréntesis, una ventana de oportunidad que las autoridades deberán aprovechar cabalmente para establecer las condiciones que garanticen que un movimiento semejante no vuelva a darse. Tales condiciones deberán ser producidas por una estrategia organizativa debidamente estructurada, que produzca los programas y proyectos que se requieren para iniciar la construcción de una nueva, diferente, policía estatal. Moderna, profesional, capaz, responsable y con los valores de una cultura organizacional comprometida sólidamente con la sociedad a quien debe servir. Aunque ahora, esas autoridades están contra reloj.

Viendo de esta manera hacia el futuro, se deberán aprovechar los saldos positivos que dejó el negro episodio. Son varios. Se fortaleció la cadena de mando en la función de gobierno. Se consolidó la relación intergubernamental (federación, estado, municipios) en la Seguridad Pública, área neurálgica en el tablero de mando de la autoridad de los tres niveles. Se acreditó el alto grado de  responsabilidad con la que se desempeña el gobierno de la alternancia, lo que permitió disponer del apoyo militar y policial federal durante el tiempo que duró el movimiento policial.

Pero el saldo positivo más importante que se debe considerar, es el del fortalecimiento de la ciudadanía. Esta, al ver la forma en que actuaban sus autoridades estatales y la cercanía del patrullaje y la discreta vigilancia, tomó conciencia de la coyuntura y eligió actuar sin desesperación. Sin alarmarse. Sin apanicarse. Haciendo caso omiso a las insidiosas proclamas lanzadas por quienes, precisamente, buscaban su inestabilidad emocional, primero, y su reacción desesperada después. Y ahora los tiene identificados y conoce sus perversas motivaciones profundas.

De esta forma, acudió confiada a disfrutar su Feria. Ahí confirmó que no había nada que temer. Hizo su vida normal en los quince días que duró el cuartelazo. Sin acudir a vaciar anaqueles para encerrarse y protegerse. Transitó con paciencia, y tolerancia evitando aglomeraciones, o actuando con cortesía en los cruces vehiculares más caóticos. Y habiendo tomado conciencia de que como ciudadano también puede colaborar a que su convivencia social sea pacífica, digna y segura, confirmó, no que no es necesaria la policía y los agentes de tránsito para protegerse a sí mismos de la delincuencia cotidiana, para ejercer el orden y la armonía social. Comprobó que necesita otra clase de policía.

Queda en manos de las autoridades este valioso activo social. Aprovechar la natural disposición del ciudadano tabasqueño a la participación, es ahora su reto.

….a pie de carretera
César Raúl Ojeda
A cada quien, lo de cada quien (como diría el Yuca). Habrá que reconocer sin ambages que el secretario de gobierno ya no se quita el overol. Que se aplica con entusiasmo y responsabilidad a trabajar codo a codo con su equipo, cada vez que la situación lo amerita. Y vaya que son muchas, y una tras otra. Aquellos que lo vimos, ya no digamos en sus años mozos ¡en la última campaña! Nos cuesta trabajo reconocerlo. Ha cambiado mucho. Y para bien. Como que en los últimos días le está agarrando el gustito a la función pública. Que bien a bien, no conocía. ¿El Pirrurris?, ¿El Duque de Jonuta? No. Don Raúl Ojeda.

Marzo y Abril. Abril y Mayo. Guayacán y Macuilis. ¡Salve Maestro Pellicer!
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