México será un importante engrane en la cadena de producción para el fabricante de helicópteros Bell, cuando inicie el próximo año la fabricación de su nuevo modelo comercial SLS en la nueva planta ensambladora en Lafayette, Luisiana.

Luisiana, EEUU
Notimex
La aeronave de cinco plazas, un motor de turbina y con un costo de un millón de dólares, cuyas siglas SLS significan Sencillo Corto Ligero, es la respuesta de Bell a la creciente demanda de aeronaves de este tipo fuera de Estados Unidos.
“Vemos una oportunidad excelente porque quienes son propietarios de aeronaves de este tipo van a empezar a reemplazar esas unidades, pero además hemos visto un enorme crecimiento en el mercado internacional”, dijo el gerente general de la planta de Bell, Paul Watts.
En entrevista con Notimex, el ejecutivo explicó que aunque la demanda de este tipo de aeronaves ha crecido de manera significativa en países como China, Latinoamérica representa un enorme mercado al igual que Europa.
El nuevo modelo será fabricado únicamente en la planta de Luisiana, que una vez que alcance su capacidad pico de 200 unidades el año, empleará a 115 personas de tiempo completo.
Precisó que los rotores provendrán de Canadá, el sistema de inyección será de Reino Unido, los asientos y el motor se producirán en Francia y los controles se fabricarán en Italia.
En tanto que la cabina e interiores serán producidos en México y el resto de los componentes serán de distribuidores en Estados Unidos.
Watts dijo que estar ubicados a una hora del puerto de Nueva Orleans facilitará el envío de estos suministros y permitirá asegurar un flujo constante para mantener la producción sin atrasos.
Explicó que en el caso de México, la selección de este proveedor, ubicado en el central estado de Querétaro y cuya sede se encuentra en España, respondió a que cuenta con un sólido récord en la manufactura de componentes para la industria de la aviación.