La angustia de todos

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
Los asesinatos ocurridos en Comalcalco y Minatitlán conmocionaron a la opinión pública, sobre todo porque los perpetradores mostraron confianza en que son intocables y no les importó hacer correr sangre de niños. Estamos ante situaciones que reflejan, a no dudarlo, la gravedad del problema delictivo al que nos enfrentamos como sociedad y gobierno.

Pero no son las únicas ejecuciones que se vienen dando y, ciertamente, no comenzaron hace pocos meses y años, porque la actividad criminal de alto impacto se acentuó -tampoco inició entonces- desde que a principios de siglo se implementaron las primeras acciones contundentes de la policía y de las Fuerzas Armadas, en contra de narcotraficantes que a su vez han diversificado sus actividades delictivas.

En el caso específico de Tabasco, no son recientes los hallazgos de cadáveres con cabeza cortada o quemados. En semanas anteriores hubo ejecuciones lo mismo en la colonia Gaviotas que en el Plan Chontalpa.

En Comalcalco, dado el uso de armas de alto poder -el vehículo de las finadas presenta disparos múltiples- la línea de investigación plantea como principal hipótesis relación con el crimen organizado.

Por lo que respecta a Minatitlán, el fiscal General de Veracruz, Jorge Winckler, informó que “La Beky”, individuo que ingresó al salón de fiestas en donde terminaron acribilladas y heridas muchas personas, era propietario de dos bares en donde se vendía droga de diversos grupos delictivos.

“Hay una hipótesis en relación al tema de que pudiera ser una venganza de este grupo delictivo, porque de los datos de investigación se establece que había presumiblemente la venta de estupefacientes en los locales que eran propiedad de una de las víctimas de un grupo delincuencial y después se cambió a vender de otro grupo de droga (…) Los Zetas y después el Cártel Jalisco Nueva Generación”, precisó.

En cuanto a Tabasco, hasta el momento de escribir esto, el fiscal General Jaime Lastra Bastar y las autoridades federales se reservaban avances de la investigación, pero el gobernador Adán Augusto López Hernández recordó que si bien en el primer trimestre se redujeron índices de secuestro y robo con violencia, aumentaron los homicidios culposos, en situaciones que en su mayoría están relacionadas con ilícitos del fuero federal.

Evidentemente, lo sucedido en Comalcalco no fue un asalto ni producto de la falta de vigilancia policiaca en el momento preciso del hecho de sangre, sino un ataque perpetrado por profesionales del crimen y por razones que aún ignoramos.

Adán Augusto se comprometió a que al cumplirse los primeros seis meses de su gobierno presentará avances tangibles en el combate a la inseguridad. Por simple sentido común, ningún gobierno, en ninguna parte de México y el mundo, logrará erradicar un fenómeno delictivo creciente y multifactorial.

También por sentido común, ni estamos ante un complot orquestado por los enemigos del nuevo régimen, ni el problema se va a resolver mediante llamados de buena voluntad, y no se ve cómo pudiere existir una fórmula eficaz para transformar con rapidez la realidad que empeora gradualmente, desde hace décadas.

Recalcó el gobernador que aunado al equipamiento y capacitación de los cuerpos policiacos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Fiscalía General del Estado, en Tabasco se establecerán seis destacamentos de la Guardia Nacional que se sumarán al propósito de recuperar la paz social.

En días recientes hechos leído y escuchado voces muy irritadas que se pronuncian por una especie de instauración de estado de sitio mediante la Guardia Nacional, aunque ello implique hacer nugatorios los derechos fundamentales.

En Sri Lanka, por ejemplo, ante una situación de causas diferentes porque se trata de terrorismo por parte de grupos islamistas, se aplicó censura oficial en medios locales y bloqueo total a redes sociales, a la par de detención arbitraria de “sospechosos”.

Otros dicen que pistola en mano debemos defendernos, sin comprender que en última instancia para el manejo de armas se requiere entrenamiento y que hasta un experto queda en desventaja ante los grupos delictivos; o frente a un simple ladrón a quien el marco jurídico le garantiza igualmente derechos.
Twitter: @JOchoaVidal