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Mayans, Alí y De la Vega Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com Adán Augusto López Hernández configuró su equipo de trabajo tanto con individuos con quienes ya había hecho equipo como con otros que incluso aspiraron a la gubernatura en los más recientes procesos y que, ciertamente, con actitud de colaboración, aceptaron la encomienda que se les […]
22 de marzo de 2019

Mayans, Alí y De la Vega

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
Adán Augusto López Hernández configuró su equipo de trabajo tanto con individuos con quienes ya había hecho equipo como con otros que incluso aspiraron a la gubernatura en los más recientes procesos y que, ciertamente, con actitud de colaboración, aceptaron la encomienda que se les confió.

Son tres los casos referidos:
1. José Antonio de la Vega Asmitia, secretario de Desarrollo Energético, luego de haber sido diputado local y federal, así como alto funcionario federal. Desde antes de tomar posesión, el gobernador lo mostró a su lado y, para disgusto de malquerientes, adelantó que trabajaría con él.

Podría haber sido candidato a la gubernatura por el PRD. Ya lo fue antes por el PAN. Tiene la formación y edad para aspirar a volver a competir por un cargo de elección, mas ello no significa que desde ahora ande buscando posicionarse para tal efecto, cuando hay mucho trabajo para hacer.

2. Fernando Mayans Canabal, director general del ISSET, ex senador, ex diputado federal y local. Aun con los tamaños más que suficientes para desempeñar una tarea de mayor nivel en el organigrama gubernamental, se puso a trabajar de tiempo completo para recomponer las cosas en esa institución.

El además médico cirujano gastroenterólogo de prestigio, igualmente figuró entre los precandidatos del PRD para la gubernatura. En diciembre de 2017 renunció a su militancia en ese partido y se pronunció por Andrés López Obrador, quien ya en campaña lo envió a coordinar a MORENA en Campeche.

3. Jesús Alí de la Torre, coordinador General de Enlace Federal y Vinculación Institucional, del mismo modo se integró al equipo de trabajo de Adán, después de competir como candidato independiente a la gubernatura y de acreditarse con cerca de cien mil votos debidamente validados por el INE.

Candidato a gobernador por el PRI en 2012, ex alcalde de Centro, ex diputado federal y local, así como con trayectoria en la administración pública federal, Alí se pronunció en campaña por López Obrador y realiza las tareas que Adán le confía ahora que desapareció la representación del gobierno de Tabasco en Ciudad de México.

Esto último nos recuerda el caso de Oscar Cantón Zetina: simplemente, desapareció de la vida pública. Como candidato a gobernador por el Partido Verde se la pasó fanfarroneando, tal como lo hizo cuando buscó ser el candidato independiente único y el INE exhibió que hizo trampa en la recolección de “más de cien mil votos”.

Se ignora a ciencia cierta, pero trascendió que también a éste se le hizo un ofrecimiento que despreció por considerar que era “indigno para él”. En días recientes se supo algo del gasto injustificado de la referida representación de Tabasco en CDMX, que estuvo a su cargo durante casi cinco años y que dejó en manos de un incondicional suyo.

Tanto Alí como Mayans y De la Vega son políticos profesionales, lo que no impedirá que al igual que el resto de los funcionarios del nuevo gobierno sean evaluados en su momento. Adán sabe que finalmente será a él, como gobernador, a quien los ciudadanos le pedirán resultados y le reconocerán o reprocharán los alcances de su administración.

La evaluación permanente será una herramienta empleada por el mandatario estatal, según ha expresado en diversos foros.

La historia reciente muestra a un Arturo Núñez Jiménez cuya vocería divulgaba con bombo y platillo la noticia de que por primera vez en un año el gobernador había realizado reunión de gabinete.

Un día, en octubre de 2016, Núñez nos comentó orgulloso: “Con esta gira, aquí en Cunduacán, ya llevo trece de diecisiete municipios recorridos”.

No es por celebrárselo a Roberto Madrazo o a Manuel Andrade, pero ellos acudían al menos a dos o tres municipios por semana, y cada sábado o lunes había reunión general de evaluación con el gabinete, tal como en su momento hicieron Salvador Neme y Leandro Rovirosa, por ejemplo.

Los tiempos han cambiado, pero hay cosas que no pueden cambiar como no sea para mejorar, en tiempos que serán cada día más complejos en el arte y ciencia de gobernar.
Twitter: @JOchoaVidal

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