Al menos 90 misiles y cohetes palestinos disparados contra las poblaciones del sur de Israel, provocaron que la Fuerza Aérea y artillería de Israel respondieran con fuego masivo

Jerusalén
 Agencias
Ataque, represalia, ataque, represalia, calma tensa y vuelta a empezar. Es la rutina entre Israel y los grupos armados de la Franja de Gaza que la mañana del domingo se ha calentado de forma considerable. Al menos 90 misiles y cohetes palestinos disparados contra las poblaciones del sur de Israel han provocado heridas a cuatro israelíes mientras la Fuerza Aérea israelí atacó esta madrugada siete objetivos de la Franja matando a un miembro del brazo armado de la Yihad Islámica.
La tercera ola de violencia en el último mes se inició el pasado sábado a las 16.30 de la tarde con el misil antitanque disparado desde Gaza contra un vehículo militar israelí que patrullaba en las cercanías del Kibutz de Nachal Oz, próximo a la frontera con Gaza. El misil de tipo Cornet impactó de lleno en el jeep israelí dejando cuatro soldados heridos, uno en estado crítico.
En pocos minutos, la Fuerza Aérea y artillería de Israel respondieron con fuego masivo dejando un balance de seis palestinos muertos y más de 35 heridos.

Amenazas mutuas

Tras los misiles y proyectiles de mortero que vuelven hoy a paralizar decenas de poblaciones en el sur, crecen las voces en Israel a favor de una amplia ofensiva contra los grupos armados en Gaza. Y como es época preelectoral, hay competencia retórica por pedir una respuesta más contundente.
«El grupo terrorista Hamas torpedea la vida diaria de un millón de habitantes. La política del primer ministro Netanyahu y el ministro de Defensa Barak ha contribuido a perder la capacidad de disuasión. En estos cuatro años, debilitaron al presidente Abu Mazen en Cisjordania y consolidaron a los terroristas de Gaza», acusa el jefe de la oposición, Shaul Mofaz.
«El mundo debe entender que Israel no se quedará de brazos cruzados. Estamos preparados para endurecer la respuesta», ha advertido esta mañana Netanyahu tras afirmar que su Ejército «actúa y actuará con contundencia contra los grupos terroristas de Gaza». En declaraciones a la radio militar, Barak promete responder al ataque contra el jeep y los proyectiles pero advierte a los suyos: «Vivimos en una zona donde no hay piedad para el débil. Nosotros damos golpes cuando es necesario y de vez en cuando también recibimos. Hamas es el responsable de Gaza y deberá asumir las consecuencias de sus ataques».
El ministro de Protección Civil, Avi Dichter, cree que hay que plantearse volver a los ataques selectivos contra cabecillas y líderes de Hamas.
El grupo islamista que controla Gaza presumió de la «exactitud» del misil que convirtió en llamas el jeep israelí y amenazó con una represalia a las muertes palestinas anoche. «Atacar a civiles es una peligrosa escalada. Israel pagará sus crímenes contra el pueblo palestino», afirma el portavoz de Hamas, Fawzy Barhum mientras el diputado islamista, Yahie Musa, añade: «La resistencia palestina es más fuerte que nunca y puede defender y responder a las agresiones de Israel».