Por Elmer Jiménez Hernández
Intenta nuevamente penetrar en el agrado de la gente el priista Jesús Alí de la Torre, señalando que quiere ser candidato al gobierno de Tabasco, ante las circunstancias políticas que representan los últimos tiempos y el próximo presidente del PRI Nacional, Manlio Fabio Beltrones, queriendo sorprender a la militancia, con un discurso conmovedor, acusador y retórico, pidiendo incluso a Dios, que le cambie el corazón duro de muchos paisanos tabasqueños.
El análisis político respecto de las condiciones en que transcurrió el proceso como candidato y como figura pública, de Jesús Alí de la Torre, ya han sido bastante comentados y los dejamos a los compañeros que cubren esta fuente de análisis. Lo importante aquí son, sus aliados o amigos de Macuspana que lo van acompañar en esta nueva carrera por la gubernatura del Estado; amigos a lo que hay que analizar, si cuentan con liderazgo y arraigo político, que lo ayuden, de lo contrario estaremos ante un escenario desalentador para Chucho Alí.
Uno de sus principales ayudantes es Manuel Vargas Ramón, hermano de Presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, Javier Vargas Ramón, amigo cercano también del actual presidente del CDE del PRI Erubiel Alonso Que, quien por cierto (Erubiel) la ha venido pifiando durante su estancia como dirigente en el PRI, lo último fue su declaración más ni menos, que Evaristo será nuevamente el candidato del PRI a la alcaldía de Centro, ante la anulación del Proceso por parte del Tribunal Electoral de Tabasco (TET), sin tomar en cuenta la opinión de quien será el nuevo presidente del PRI Nacional, Manlio Fabio Beltrones, ni de los grupos al interior de ese partido.
Otros amigos de Chucho Alí son; Mauro Winsing Negrín, quien acaba de vivir una derrota demoledora como candidato del PRI a la diputación local por el XVIII distrito electoral. Durante la campaña casi nunca se le vio junto con los demás candidatos, ni con María Elena Silván Arellano, candidata a diputada federal, ni con Cuco Rovirosa, su trabajo de proselitismo fue aislado, con poca presencia y con una anunciada derrota electoral, desde antes del día de la jornada.
El otro es, Ezequías Braulio Escalante Castillo, quien de manera sorpresiva ya se pegó al grupo político de Chucho Alí. De igual forma logró la candidatura a la diputación local por el distrito XV, bajo el amparo, trabajo y dedicación de una organización civil, denominada “Macuspana Vive, A.C.”, que durante casi dos años intensos, ayudó a mucha gente a quien le ganó su confianza y amistad, sin embargo también perdió la contienda, ni la amistad con Erubiel Alonso Que, ni la ayuda humanitaria pudieron impedir la derrota.
El caso de Braulio Escalante Castillo, como cuadro joven del PRI, le auguraban buen porvenir en la búsqueda de alguna candidatura en el PRI, sin embargo como dice el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”. Ambos cuadros perdieron la contienda, por consiguiente tienen que trabajar mucho para ayudar a Chucho Alí en su pretendida carrera de nueva cuenta por la candidatura, claro está que las circunstancias son otras, vienen nuevos rostros, con distintos planteamientos, por tanto, el PRI debe dejar de ser un partido longevo e innovar tanto en cuadros, como en ideas.
En el argot político a Chucho Alí lo conocen como un político bipolar, soberbio y vengativo, de manera que si pretende ser candidato, deberá hacer campaña muy fuerte en aquellas gentes, comunidades, municipios y cuadros, que botó del PRI por su conducta y actitud durante su campaña, sobre todo cuando se las creyó, que todo el mundo le decía que ya era el próximo gobernador de Tabasco. Tendrá que hacer campaña para regresar a esos cuadros, porque con lo que queda del PRI no le alcanza ni siquiera para ganar una regiduría.