El reconocimiento vino de la Flor de Oro 2019, Valeria Chablé Matus: Este acto es un ejemplo de «acciones y compromisos legislativos de que la juventud de Tabasco tomará las riendas de la sociedad en lo social, político y cultural…»

A la vuelta del segundero apareció la representación popular que, sin mencionar, invocó la efeméride que el jueves 16 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador recordara, sin particularizar, el origen de lo que ahora será Feria Tabasco 2023:

«La (primera) exposición regional es de 1880, y la primera sede fue la Casa de Piedra», ahora, sede del Congreso del estado, ubicó el diputado Jaime Humberto Lastra Bastar a las 17 aspirantes a Flor de Oro 2023 que, junto con Chablé Matus, trastocaron la solemnidad y, a veces, desencuentros de los legisladores.

Se puede decir que fue el ante de la doble sesión que, una hora después que el ramillete de flores que iluminó el recinto, la Legislatura 64 desahogó en menos de dos horas, incluyendo el receso entre una y otra, y las intervenciones en asuntos generales de la diputada Maritza Mallely Jiménez; una a favor y en contra de dictámenes que fueron aprobados por el pleno uno, por unanimidad; por mayoría, el otro.

Para cuando la priista celebró el voto unánime y advirtió que continuará en la iniciativa de que, además del español, también se enseñe una lengua madre en la entidad, la mayoría de servidores del Poder Legislativo, hombres y mujeres, ya estaban cada quien en sus labores cotidianas, incluyendo a la de los dirigentes sindicales…

Lo había dicho con claridad el diputado Jaime Lastra: en 143 años, la feria con más de dos siglos de vigencia —superando, en dos años, los efectos de la pandemia del coronavirus— es «la tradición de expresión artística y la manifestación de la cultura que nos da identidad».

En medio de la logística del comité organizador de la Feria 2023,encabezado por Claudia Vargas Bergman —que enconcertó a la prensa—, se repitió la ovación que se escuchó cuando la animadora presentó la intervención del coordinador de la Junta de Coordinación Política. En tal júbilo, participaron las damas voluntarios de la soberanía, encabezadas por las señoras Gabriela Armengol de Lastra y Cristina Martínez de Contreras.

Uno por cuestión de salud —caso del diputado Miguel Armando Vélez Mier y Conchalí, por ejemplo–, y otros por el simple hecho de justificar su inasistencia —Héctor Peralta Graphin o Rita Gálvez Bonhora, por ejemplo—, fueron las ausencias tanto a la grata exposición de la belleza que puso a consideración de los presentes sus atributos físicos, como en las asambleas.

«Tacotalpa, Tacotalpa…», se escuchó detrás del lugar donde se ubicaron los diputados. Y otro gritó salió al final de la presentación de las aspirantes a embajadoras: «Centla, Centla…»

En corto, se hicieron las identidades: Rafael Elías Sánchez Cabrales por Jonuta; y, así, cada representante de distrito electoral expresando sus emociones como el caso de Huimanguillo…, ramos de flores y ánimos a la paisana…

«… y una morena de Balancán», se escuchó no sólo por recordar la aunque contagiosa pero olvidada melodía, de aquellos años posteriores a las fiestas de la Casa de Piedra.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo