Nuevos tiempos de hacer política, de frente a los gobernados

José Martínez
No es un secreto que la administración pasada cerró con una gran contingencia económica que llevó a cientos de trabajadores de las diferentes dependencias de gobierno, así como instituciones educativas a exigir el pago de sus prestaciones laborales en las calles de la capital tabasqueña. También lo hicieron, por otras vías, los proveedores.

La situación causó malestar, y miles de pesos en pérdidas económicas por parte de transportistas, tiendas, restaurantes y servicios diversos de la ciudad. Hubo conatos de enfrentamientos entre ciudadanos y manifestantes en algunos sitios, afortunadamente no llegó a más.

Burócratas. y por otro lado docentes, previeron que no alcanzaría el tiempo para pagárseles sus prestaciones y desde la primera semana de diciembre se fueron a las calles.

A pesar de que el anterior gobierno federal apoyó al estado a mediados del año pasado los recursos fueron insuficientes, mientras los integrantes de la nueva administración, en especial el hoy gobernador Adán Augusto López, tuvieron que intervenir para que el presidente Andrés Manuel López Obrador inyectara más recursos al estado, y se pudiera hacer frente a la crisis. Claro, al costo de las participaciones federales de este año.

En las calles de la ciudad se vio en los últimos días de diciembre al secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana, asumiendo acuerdos con los manifestantes.

El manejo fue a través del diálogo; la finalidad, hacerles saber que el nuevo gobierno asumía la responsabilidad de pagarles hasta el último peso adeudado.

“El salario es sagrado”, dijo en su momento López Hernández durante su toma de posesión. Sólo pidió paciencia y confianza, y antes del 15 de enero los pagos estarían concluidos.

Hoy se sabe que gracias a la gestión de los nuevos administradores se lograron apoyos federales por más de mil 500 millones de pesos para el pago de burócratas estatales y el personal de universidades.

A la fecha aún siguen esperando algunos trabajadores que se les termine de pagar, entre ellos los profesores del Colegio de Bachilleres y cientos de pensionados del ISSET.

La respuesta oficial, a través del responsable de la política interna es el llamado al entendimiento bajo el acercamiento con los afectados. Medina Filigrana se volvió a reunir con ellos, y con los sindicatos de las diversas dependencias para ratificar el compromiso de pago.

Medina dijo que esta es la tónica de trabajo que se hará en la presente administración, una dependencia con las puertas abiertas y que sabe escuchar, entender, porque aquí todos son importantes.

Por su parte López Hernández sabe que pasará este difícil inicio de sexenio en unos días. Sin embargo, se prevé la necesidad de un préstamo en el corto plazo, que le permita estabilizar la situación financiera y arrancar los proyectos estatales con los que se comprometió.

Por lo pronto, las manifestaciones sirvieron para que los inconformes conocieran a los nuevos funcionarios, quienes hasta el momento supieron dar la cara. Es lo que un gobierno emanado del pueblo debe hacer: política de puertas abiertas y cara descubierta.

Haberes
La secretaria de Salud, Silvia Roldán, dijo esperar que en cuatro meses se regularice el abasto de medicamentos en hospitales del estado. Reconoció que actualmente hay desabasto de hasta un 90 por ciento en insumos y medicamentos, pero existe voluntad y decisión de atender los rezagos. No ignoremos lo dicho por el gobernador López Hernández: es en el sector Salud donde se han encontrado las mayores irregularidades.