Extracción en pozos petroleros, sinónimo de economía para el Sureste

José Martínez
Una de las propuestas de campaña del entonces candidato a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador, era la revisión de los contratos petroleros firmados por la pasada administración en el marco de la llamada reforma energética que pocos beneficios ha registrado para el país. Algunos han catalogado como un verdadero fracaso dicha reforma.

A pesar de que desde el 2013 se abrieron las puertas al capital privado en el sector petrolero y eléctrico, con el argumento de que con ello se rescatarían a las empresas paraestatales, y los ingresos por la intervención privada se verían en el fortalecimiento del erario, esto no ha sucedido.

Con esa lógica prácticamente se paralizó la extracción del crudo, se dejó de refinar para importar gasolina, y en el extremo se empezó a comprar crudo con el vecino del norte. Todo esto ha sido documentado y denunciado por la nueva administración federal.

Los privilegiados de siempre se frotaban las manos esperando que pronto se le ofreciera a precio de ganga la infraestructura petrolera. Hay malas noticias para ellos.

Dada las condiciones en que se dejó a la empresa petrolera mexicana, el ejecutivo federal integro desde el periodo de transición diversos programas que se integran dentro del Plan nacional de reactivación energética cuyo objetivo principal es romper con la dependencia energética de México con el exterior.

Ya se ha presentado el Programa Nacional de Electricidad, y la semana pasada se dio a conocer el Programa Nacional de Refinación, que incluyen la rehabilitación de las seis refinerías que existen en el país y la construcción de una nueva en el municipio de Paraíso, Tabasco; de la que ya se puso la primera piedra.

La otra vertiente del plan de reactivación energética comprende el incremento de las actividades de exploración y explotación petrolera. La idea es aumentar el número de barriles que diariamente se extrae a nivel nacional.

La administración federal se ha puesto objetivos realistas, antes del año 2024 se espera estar extrayendo un total de 2 millones 400 mil barriles diarios.

Este compromiso se cumplirá mediante las acciones que hoy se harán público en el vecino estado de Campeche con el Programa nacional de extracción de petróleo que oficialmente arranca en Ciudad del Carmen, donde el presidente de México pondrá en marcha los trabajos de extracción de pozos petroleros en aguas someras frente a las costas de Tabasco y Campeche.

Sobra mencionar que en este programa el estado de Tabasco seguirá jugando un papel fundamental en la extracción del hidrocarburo para el bien, ahora sí, de todo el país.

AMLO insiste en hacer quedar mal a aquellos que decían que el estado no podía hacerse cargo de los trabajos de extracción y refinación. Que lo óptimo era que se entregará al sector privado.

Con estas acciones del gobierno federal se fortalece a la industria petrolera como la palanca del desarrollo nacional en la que la renta petrolera se distribuirá de forma más equitativa, y que en el Sureste se reflejan en la implementación de diversos programas regionales.

Haberes
SERÁ hasta el mes de enero, una vez que haya asumido la gubernatura del estado, cuando Adán Augusto López Hernández dé a conocer el esquema bajo el cual se le dará un uso a la Quinta Grijalva. Habrá, dijo el mandatario electo, una evaluación de costos y conveniencias. En efecto, toda decisión debe ser racional y apegada a un método. De lo que no cabe duda es que existe un propósito firme de tener un gobierno austero y eficiente, que no sólo busque el aplauso sino el buen servicio.