Ciudad de México
Agencias
A punto de los golpes estuvieron diputados de Morena y del PAN durante la discusión de la iniciativa de reformas a la Ley de Instituciones de Crédito para dar más dientes a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, para que, sin previa garantía de audiencia, se congelen las cuentas bancarias a personas física o morales cuando haya indicios de transferencias sospechosas de lavado de dinero o financiamiento al terrorismo.
También se promueve la extinción de dominio cuando sospeche que los recursos estén vinculados a los delitos de financiamiento al terrorismo y lavado de dinero.
Se aprobó una reserva promovida por la morenista Lidia García Anaya, que no contaba con el aval de su bancada, para que la Unidad de Inteligencia Financiera notifique por escrito a las personas que hayan sido incluidas en la lista de cuentas bloqueadas.