El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha declarado que Alemania no descarta la posibilidad de acoger en su territorio a algunos de los refugiados sirios que han huido

El Cairo
Agencias
La cantidad de refugiados sirios alojados en los campamentos del sur de Turquía ya supera la cifra de 100.000, según ha informado la Agencia turca de Gestión de Desastres (AFAD), un nivel que, según habían advertido previamente las autoridades turcas, podría complicar seriamente las posibilidades de seguir albergando a refugiados.
Concretamente, ya son 100.363 los sirios alojados en más de una decena de campamentos en las provincias turcas situadas a lo largo de la frontera, según el comunicado de la AFAD.
Turquía, que está jugando un papel destacado en la campaña internacional de oposición al régimen sirio de Bashar Asad, ha reclamado a Naciones Unidas la apertura de campamentos de refugiados en una zona segura dentro de las fronteras de Siria.

Alemania no descarta acoger a refugiados
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha declarado que Alemania no descarta la posibilidad de acoger en su territorio a algunos de los refugiados sirios que han huido a Turquía a causa de los combates en Siria, después de entrevistarse con su homólogo turco, Ahmet Davutoglu.
En declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión de los Veintisiete, Westerwelle ha dejado claro que la posible acogida de refugiados sirios en Alemania necesita en todo caso que se dé «en un contexto europeo y en acuerdo con Naciones Unidas».
El jefe de la diplomacia alemana ha confiado en que sea «posible» avanzar para resolver el conflicto en Siria después de que los Veintisiete intentaran sin éxito acercar posturas con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en una cena que mantuvieron este domingo.
«El peligro de una conflagración (en la región) aumenta. Nadie, incluido Rusia, tiene interés en ello. Es necesario convencer a aquellos que continúan protegiendo al régimen de Assad que el peligro de una conflagración crece, que el peligro de una guerra entre potencias extranjeras aumenta», ha avisado.
Westerwelle ha admitido la importancia de mostrar «solidaridad» con Turquía tras los últimos episodios violentos en su frontera con Siria, pero también ha subrayado la necesidad de hacer hincapié en «la moderación».

Siria niega usar bombas de racimo
El Ejército sirio desmintió las acusaciones de Human Rights Watch (HRW) de que las tropas gubernamentales emplearon bombas de racimo, prohibidas por numerosos países, en sus choques con los grupos rebeldes.
Un comunicado del Comando General del Ejército y de las Fuerzas Armadas, difundido por la agencia oficial Sana, añadió que las tropas sirias no disponen de ese tipo de armamento y que las acusaciones forman parte de «una campaña de desorientación que pretende tapar los crímenes cometidos por las bandas terroristas armadas».

Uso de bombas de racimo
En un informe divulgado este domingo, HRW sostuvo que existen nuevas evidencias de que el régimen lanza bombas de racimo y mostró un vídeo en el que aparecen restos de esa munición hallados en zonas pobladas.
La organización de derechos humanos sostiene que el ejército está lanzando en varias zonas de Siria bombas de racimo de tipo RBK-250 o submuniciones AO-1Sch, ambas de fabricación soviética.
Mientras, la violencia continúa en el país, donde los bombardeos de las tropas del régimen contra los feudos rebeldes y los combates entre ambos bandos causaron la muerte a más de medio centenar de personas, según los grupos opositores.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que al menos 17 personas fallecieron en la ciudad septentrional de Alepo, entre ellos un rebelde, sobre todo en los bombardeos contra los barrios de Al Shaar y Al Maadi.
Brahimi, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, reiteró su llamamiento a un alto el fuego y subrayó la importancia de buscar una solución política al conflicto sirio.
La crisis que se vive en Siria desde marzo de 2011 ha causado ya unos 25 mil muertos, mientras que 2.5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250 mil se han refugiado en los países vecinos, según Naciones Unidas.