Por Ferdusi Bastar Mérito
Rumbo Nuevo
En 1924 la prensa norteamericana exigía a su gobierno que tenía que poner en la Presidencia de México a un ciudadano norteamericano, para terminar de una vez y por todas con la revolución mexicana, que amenazaba a los intereses de corporaciones estadounidenses, principalmente las petroleras.
William Randoph Hearst era uno de los más poderosos personajes en la escena política y empresarial de su país, entre otras cosas propietario de un imperio de 28 de los principales y más leídos diarios norteamericanos, y encabezaba esta campaña exigiendo la intervención en México y para imponer un gobernante de nacionalidad estadounidense.
Tratando de acallar esta descabellada idea, el Secretario de Estado de EUA Robert Lansing envió a este magnate una carta verdaderamente premonitoria, que presagia la traición , el saqueo y la entrega de nuestros recursos durante el período neoliberal. Dice el secretario Lansing al magnate Hearst:
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Y esta carta fue verdaderamente premonitoria, De Harvard y otras universidades norteamericanas salieron perfectamente aleccionados Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, y Felipe Calderón, salvo los ignorantes Vicente Fox, exempleado cocacolero y telenovelero Peña Nieto,
pero todos ellos cumplieron a la letra el mandato: someterse y entregar el país y sus recursos a las corporaciones extranjeras.
Y en 36 años no tuvimos NINGUNA obra emblemática, importante a pesar de que se crearon nuevos impuestos y aumentaron las tasas de los existentes , y a más de los constantes gasolinazos.
Pero se desmantelo el país. Solamente no enajenaron el Palacio Nacional, y el dinero?, pero además la bonanza petrolera de tres millones y medio de barriles diarios vendidos a más de cien dólares el barril, y el dinero?, y la deuda se multiplico veinte veces hipotecando hasta nuestros tataranietos con once billones y medio, y el dinero?
Y triste y lamentablemente hay “mexicanos” que defienden esto, lo verdaderamente indefendible. La quinta columna sigue activa, pero como lo dice el poeta “la malinche dejó su herencia de traiciones, pero a la vez a Juárez para los miramones”.