Está ya el Barcelona en octavos de final de la Copa después de liquidar el trámite ante un Villanovense ejemplar como anfitrión en la ida y como visitante en la vuelta a pesar de que el Barça no le supo tratar con la misma moneda al jugar el último cuarto de partido con diez jugadores a pesar de que tenía dos cambios por hacer con el marcador 6-1. Un feo detalle.

Barcelona, España
Agencias
A los extremeños se les hizo larga, como era de suponer, la eliminatoria a doble partido y si en el Romero Cuerda salieron por la puerta grande tras el empate a cero, en la vuelta en el Camp Nou pagaron el tributo de visitar a un equipo en el que está fino hasta el utilero. Perdieron por 6-1 en un encuentro en el que volvieron a ver puerta Sandro y Munir. La segunda unidad de Luis Enrique cumplió a la perfección lo que se esperaba de ellos.
Tal y como se esperaba tras el último entrenamiento, Messi descansó y la alineación del Barcelona se formó en base a los no habituales a excepción de Alves y Mascherano. Apenas se notó el relevo porque la diferencia entre ambos equipos es abismal y además, el Barcelona anda en un estado de forma en el que te hace cuatro goles casi por obligación.
Como nota final, fue controvertida la actuación del Barcelona jugando con diez jugadores los últimos doce minutos de partido cuando se lesionó Mathieu. Luis Enrique prefirió, ya ganando con 6-1, jugar con diez antes de exponer a Iniesta, Neymar o Suárez cuando le quedaban dos cambios por realizar. Puede tomarse como una queja ante el sistema de la Copa o un desprecio a un rival que se comportó, en la ida y en la vuelta, con una deportividad excelsa ante la que el técnico del Barcelona no supo estar a la altura.