El piloto polaco no estaba en un libre de F1 desde 2010, «Cuando en 2017 subí por primera vez al coche, estaba muy emocionado. Ahora es más natural”

Barcelona, España
Agencias
El puesto 19. Bonito número, aunque demasiado atrás para un piloto de la clase de Robert Kubica, a pesar de que el polaco sea un milagro andante. Uno de los mayores talentos de los últimos tiempos vio su carrera rota tras un accidente en un rally italiano en 2011, pero poco a poco ha ido ganando terreno al destino hasta volver a pilotar un Fórmula 1 en un gran premio.
Este viernes se subió al Williams en los primeros libres del GP de España y fue penúltimo, pero le sacó más de un segundo a su compañero Lance Stroll, piloto titular de la escudería. «Me he notado más o menos igual que las otras veces, pero con menos emociones. Eso es bueno, porque eso quiere decir que cada vez me sale más natural el pilotaje después de haber pasado tanto tiempo fuera del deporte», explicaba.
Robert, que no estaba en un libre de F1 desde 2010, contaba sus sensaciones al bajarse del monoplaza: «Cuando en 2017 subí por primera vez al coche, estaba muy emocionado. Ahora es más natural. Todos los deportistas intentan hacer su trabajo con naturalidad, porque estás más cómodo. Creía que sentiría más emoción, pero en cuanto enciendes el motor y sales a pista, haces tu trabajo. Mi trabajo es dar un buen reporte al equipo, encontrar ritmo. Creo que lo he gestionado bien y estoy contento».
De manera elegante no quiso hablar de su registro en comparación con el de su compañero de equipo: «No tengo que fijarme en los tiempos. Sé que suena raro, pero a veces olvidamos que el motor es un deporte. Sé que si tuviera la oportunidad de pilotar cada semana como los pilotos titulares, tengo más margen de mejora. Si falta algo es porque conduzco cada dos meses, si es que falta algo». Poco Robert, falta poco…