Para la multitud que acudió el sábado pasado a la T-Mobile Arena y para los millones de aficionados que siguieron la pelea por televisión o redes sociales, la derrota que sufrió Saúl Canelo Álvarez ante el ruso Dmitry Bivol se mantiene como tema de conversación.
El mexicano, considerado hasta ese momento como el mejor boxeador libra por libra del mundo, no consiguió elevar más su legado. El reto mayúsculo que significó ingresar a las 175 libras para adueñarse del cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo no fue superado.
Pero mientras todos seguimos hablando, Canelo ya lamió sus heridas y se alista para resurgir. Bebió el trago amargo de la derrota y lo paladeó para cansarse de ese sabor que no quiere volver a repetir.
El tapatío mantiene los cuatro títulos de las 168 libras, división donde es el rey de los puños, además de que sigue siendo el mayor rostro que tiene el boxeo en todo el planeta. No por eso es parte del top-10 de los deportistas que más dinero ingresaron en los últimos 12 meses.
La gente confía en él y también los patrocinadores que lo acompañan desde hace algunos años.
“Tenemos a Canelo como compañero desde 2017. La razón por la que nos interesamos en el Canelo fue porque ambos creemos en el aporte a la comunidad, a la familia, Tenemos propósitos similares; sentimos que era la persona indicada para ser nuestro embajador”, declaró a Efe la vicepresidente senior de Hennessy, Jasmin Allen.
A pesar de la clara derrota que sufrió con Bivol, Hennessy se mantendrá en la esquina del Canelo. El lema de la compañía “Never stop, never settle” (Nunca te detengas, nunca te conformes) se adapta a la filosofía de Álvarez, quien día a día busca superarse a sí mismo en lo personal y deportivo.