La pedagogía peñanietista II
Luis A. Pampillón Ponce
pampillon_p@hotmail.com
En la movilización magisterial en contra de la mal llamada “Reforma educativa”, por desgracia, la “sangre ya llegó al río” y, como siempre, se culpa a los maestros de ser los responsables, los iniciadores de la violencia. El problema es que los muertos (seis hasta el momento de escribir este comentario) y los heridos (más de 100) son, en su mayoría, del lado de los docentes y simpatizantes. ¿Y cuantos detenidos y desaparecidos?
Pero continuemos, con la ayuda de la maestra Martha de Jesús López Aguilar, analizando los alcances de la “reforma educativa” y tratando de responder por qué luchan los maestros:
–La lucha de los maestros es en defensa de la educación pública.
–Desde hace años con gobiernos priístas o panistas la privatización de la educación ha avanzado, pero es en este gobierno peñanietista que se elevó a rango constitucional y quedó establecido en el artículo tercero fracción 3 inciso a) cuando se habla de fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas ante los órdenes de gobierno que corresponda, con el objetivo de mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos, señala la docente.
–Al armonizar las leyes educativas estatales a la reforma constitucional, fueron modificadas, como es el caso de Hidalgo, donde en el artículo 28 de la ley estatal afirma: la entidad y los municipios atraerán la participación de los sectores social y privado en la prestación y financiamiento de la educación, facilitando la creación e integración de patronatos, fideicomisos, fundaciones u otras instituciones que apoyen la tarea educativa, otorgando estímulos fiscales que permitan la posibilidad de su establecimiento.
–La autoridad educativa local con las aportaciones de la iniciativa privada y los fondos procedentes de organismos nacionales e internacionales, promoverá la ampliación de los programas sociales de apoyo a la educación, primordialmente en las comunidades de mayor rezago educativo, para fortalecer el mantenimiento de la infraestructura educativa.
–En los siguientes tres años el gobierno peñista invertirá, a través de la emisión de bonos de infraestructura educativa, los certificados para la infraestructura nacional (CIEN) que corresponden a 50 mil millones de pesos adicionales para mejorar 30 mil escuelas de más de 2 mil municipios, donde los inversionistas serán los únicos beneficiados, pues harán los préstamos que se convertirán en deuda durante más de 20 años.
Uno de los principales problemas en torno a la mal llamada reforma educativa, es la falta de información. Con la mayoría, por no decir, todos los medios de comunicación a su servicio, el régimen solo ha dado a conocer lo que le conviene, de una manera sesgada, condenando a la mayoría de los profesores por prácticas que el propio sistema implementó creando a Frankeisten que se les salió de control y hoy ya no les sirve para el acarreo de votantes y la compra de votos.
Hoy los maestros votan con mayor libertad y eso no le conviene a quienes pretenden perpetuarse en el poder aunque tengan sumida en la desgracia a nuestra patria.
Nadie está en contra de la evaluación docente, pero como considera el Senado de la República, la evaluación del desempeño a los maestros debe enfocarse en prácticas docentes que involucran las diversas habilidades y actitudes que posee cada uno de los profesores, así como la relación con los alumnos y la forma en que se atienden situaciones diversas que se presentan en las aulas. (a la jornada, 20 de junio de 2016)
En un estudio realizado por investigadores del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del órgano legislativo, se apunta que buena parte del debate público se ha centrado en torno a los problemas de orden operativo, los cuales, por las características que se conocen hasta ahora, no permiten conocer las prácticas pedagógicas o de dirección y gestión de los sujetos evaluados.
Integrantes de la dirección general de Investigación Estratégica del IBD refieren que debe considerarse una evaluación que aporte información consistente sobre la manera en que desarrolla su trabajo cada profesional examinado, es decir, que permita analizar e identificar rasgos de la práctica que deben continuar y fortalecerse, otros que deben modificarse y unos más que deben ser sustituidos para acercarse a prácticas ideales, y no sólo con la aplicación de un examen de opción múltiple.
Resalta el documento del IBD que el carácter formativo de una evaluación sólo es posible si en su diseño se consideran instrumentos apropiados para una práctica compleja, que implica múltiples acciones o micro-acciones simultáneas que permitan implementar programas específicos de formación y asesoría para cada sujeto evaluado.
