Voces del cambio verdadero
El Usumacinta y la ambición Luis A. Pampillón Ponce pampillon_p@hotmail.com Desde la semana pasada les adelanté que había temas de suma importancia a tratar. Dos medios de comunicación: Diario de Tabasco y Tabasco hoy, se nos adelantaron, en uno. ¡Qué bueno! Se Trata del tema de la construcción de un sistema de contención –o sistema […]
9 de febrero de 2016

El Usumacinta y la ambición

Luis A. Pampillón Ponce
pampillon_p@hotmail.com
Desde la semana pasada les adelanté que había temas de suma importancia a tratar. Dos medios de comunicación: Diario de Tabasco y Tabasco hoy, se nos adelantaron, en uno. ¡Qué bueno! Se Trata del tema de la construcción de un sistema de contención –o sistema de presas– del principal río del sureste mexicano: el Usumacinta.

En medio de la algarabía carnestolenda y del jolgorio que trae la celebración de las elecciones extraordinarias en el municipio de Centro, fueron surgiendo las voces del Usumacinta y llegaron hasta el centro del archipiélago pelliceriano en la búsqueda de que el tema se introduzca en la agenda de los candidatos y sus partidos.

El 3 de febrero, el Diario de Tabasco tituló a nota principal: “Rechazan presa en Tenosique”, que condensa declaraciones de diferentes protagonistas. El presidente de la Asamblea General de usuarios del Consejo Grijalva-Usumacinta, Amalio Ocampo Rodríguez, denunció el “ecocidio que ya se inició, con la construcción de una hidroeléctrica que pretende la Comisión Federal de Electricidad sin consultar a los habitantes.

Tal denuncia va reforzada por declaraciones de habitantes de las comunidades cercanas al Cañón del Usumacinta, porque compañías han estado almacenando mucho material de construcción.

El 6 de febrero, el Tabasco hoy, por su parte, publicó a ocho columnas: “Frenan el Usumacinta” y explica que sobre el afluente se construyen 8 mega espigones de 80 metros de largo para quitarle velocidad al Mono Sagrado.

La Conagua justificó la obra que “busca reconstruir las márgenes dañadas y frenar la fuerza de la corriente del caudaloso río”.

A estas alturas ninguna voz oficial se ha referido al respecto pero hay serios antecedentes de la pretendida construcción de la represa sobre el Usumacinta. Sobre el tema, hace unos años escribió Homero Aridjis Fuentes, poeta, novelista, activista ambiental, periodista y diplomático mexicano reconocido por su independencia, creatividad linguïstica, y lirismo poético. Veamos:

A mediados de los sesenta, el paraje Boca del Cerro, cerca de Tenosique, Tabasco, fue propuesto para una presa hidroeléctrica de gran escala. El proyecto se suspendió. En 1980, México acordó con Guatemala estudiar la factibilidad de construir múltiples presas en la cuenca del Usumacinta y hacia 1985 se recomendó a Boca del Cerro como presa base, con cuatro presas adicionales; los embalses cubrirían un área de 1300 km cuadrados. En marzo de 1987, el Grupo de los Cien denunció el proyecto de construir presas sobre el río Usumacinta, la frontera natural entre los dos países. Llevar a cabo el proyecto significaría inundar 700 km. cuadrados, acabando con Yaxchilán y Piedras Negras, cancelar el conocimiento futuro del pasado cultural maya, y dar un golpe de muerte a la selva Lacandona, una de las últimas selvas tropicales del planeta, y de paso a los últimos lacandones.

The New York Times sacó la noticia en primera plana, con un editorial «Don’t Flood the Maya Vatican.» El Grupo de los Cien pidió a los presidentes de Guatemala y México que cancelaran el proyecto, y el presidente guatemalteco, Vinicio Cerezo Arevalo, manifestó que su intención era «trabajar para conservar tanto la fauna, como la cultura» del área: «Creo sinceramente que dicho patrimonio pertenece a la humanidad y que debemos preservarlo.»

En mayo de 1989 la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) suspendió el plan hidroeléctrico del Usumacinta, a solicitud del gobierno de Guatemala. El río Usumacinta es el más caudaloso de México.

El grupo de expertos que analizó entonces los impactos ecológicos que tendría la construcción de la presa advirtió que al detener la corriente mediante una cortina, se provocaría la inundación de 23 comunidades en las orillas del río. Sus 25,000 habitantes tendrían que ser reubicados. Desde el lugar donde se edificaría la cortina hacia abajo el río se convertiría en río muerto, lo que ocasionaría la proliferación de parásitos en los peces, fuente de alimentación de los lugareños. Desaparecerían los micro climas en donde existen flora y fauna endémicos. Los pantanos de Centla, un área protegida por su gran biodiversidad, se verían seriamente dañados, provocando un rompimiento brutal en las cadenas ecológicas y las aves migratorias que año con año llegan a ese lugar dejarían de hacerlo.

Seguiremos con el tema.

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