Voces del cambio verdadero
Guía para votar II Luis A. Pampillón Ponce pampillon_p@hotmail.com Pitos, flautas y tambores se escuchan ya por todos los rincones del municipio de Centro. Las fiestas del carnaval han iniciado y las comparsas compuestas por bailarinas y bailarines desfilan por colonias, barrios, poblados, rancherías y el centro de la ciudad. A la par, otros caminantes […]
26 de enero de 2016

Guía para votar II

Luis A. Pampillón Ponce
pampillon_p@hotmail.com
Pitos, flautas y tambores se escuchan ya por todos los rincones del municipio de Centro. Las fiestas del carnaval han iniciado y las comparsas compuestas por bailarinas y bailarines desfilan por colonias, barrios, poblados, rancherías y el centro de la ciudad. A la par, otros caminantes en busca del voto popular, caminan las mismas sendas.

Son los participantes del nuevo proceso electoral que repondrá el anulado del pasado siete de junio.

Pero, ¿serán los mismos protagonistas?, ¿serán las mismas alianzas?, ¿Los mismos partidos?, ¿los mismos candidatos?, ¿cómo se presentarán a esta nueva elección?, ¿influirán los resultados en Colima?, ¿la detención-liberación del expresidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Moreira?, ¿la baja del petróleo?, ¿el despido de más de 10 mil trabajadores petroleros?, ¿la estrepitosa caída del peso frente al dólar?, ¿el millonario dispendio del Banco de México para “impedir” la fuga de capitales?

No faltan muchos días para saberlo. Pero habrá sorpresas, como sorpresa es a nivel mundial que el partido en el poder en México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con todo el desprestigio que trae a cuestas siga ganando elecciones en los estados y los municipios. Pero también puede perderlas.

El analista político José Agustín Ortiz Pinchette (La jornada, 24 de enero de 2016) lo plantea de la siguiente manera:

a) La aparente paradoja puede deberse a: 1. Los viejos partidos opositores están controlados desde el pacto inicial y no tienen buenos candidatos; 2. El PRI tiene auténticos militantes y una organización excelente, alimentada por dinero público y contribuciones negras; 3. Los medios de comunicación controlados por el gobierno inducen la opinión pública, y los independientes son aislados o eliminados; 4. Hay una grave despolitización; la gente no piensa en la política, sabe que comicios estatales y legislativos no son significativos: la única elección que puede despertar a México es la de presidente de la República.

b) La oposición se ha reducido a un partido: Morena. Y a un candidato capaz de ganarle al PRI: AMLO. Así como no podemos negar la inercia en favor del PRI, tampoco minimizar las muestras de apoyo que AMLO recibe en sus giras. Esa es la esperanza para 2018.

c) No nos engañemos, el sistema no será vencido si no se cumplen ciertas condiciones: 1. Que el voto conservador y/o la oligarquía se dividan; 2. Que no surjan buenos candidatos independientes o en PRI o PAN; 3. Que la situación tienda a volverse intolerable para las clases medias y populares y que empiece a dañar a la misma oligarquía; 4. Que las redes sociales compensen el papel de los medios controlados; 5. Que Morena unifique y anime a la genuina oposición y la organice en el país; 6. Que tenga mandos definidos, objetivos claros en cada estado y distrito, equipos bien entrenados para promover y defender el voto, un sistema interno para rendir cuentas y resolver conflictos, un estrato intermedio de cuadros calificados. Si no se cumplen al menos esas condiciones el PRI volverá a ganar y el cambio se pospondrá nuevamente. No sabremos qué país podría soportar esto.

Una cosa si debemos tener claro los tabasqueños, que tres familias surgidas del garridismo, son las que han gobernado por más de 70 años nuestra entidad: los Madrazo, los Canabal y los Trujillo, junto con sus respectivas familias y amigos.

De usted depende, estimado lector-elector si quiere que siga más de lo mismo. Es la oportunidad de cambiar. En las próximas entregas platicaremos sobre otras sorpresas que no lo son tanto pero que seguramente traen graves consecuencias para quienes vivimos en estas tierras, más agua que tierra pero en donde nos tocó vivir. Quedamos pendientes.

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