La marcha de las batas blancas
Luis A. Pampillón Ponce
La marcha de los profesionales de la medicina en Tabasco, el pasado domingo, deja importantes lecciones; pero antes de entrar a ellas recordemos algunos puntos importantes de la vida profesional de los hombres y mujeres de las batas blancas.
Al igual que los profesores, los médicos y las enfermeras, son el primer contacto diario que tiene la población con sus autoridades, con su gobierno. Son, sin duda, quienes tienen el termómetro de la problemática social. Con ellos, los pacientes y sus familiares pueden desahogar sus pesares, sus penas, sus dolencias no solo físicas, económicas y sociales sino también espirituales.
Los profesores, los médicos y las enfermeras escuchan cómo viven, qué padecen, cientos, miles de tabasqueños que acuden a las escuelas, a los centros hospitalarios, a los centros de salud.
En tanto, Tabasco el 63 por ciento de la población sobrevive con ingresos en la informalidad y 36 por ciento percibe hasta dos salarios mínimos. A esto se le suma que uno de cada dos tabasqueños vive en pobreza (49 por ciento) y 14.3 por ciento en pobreza extrema. (Milenio, 18 de agosto de 2014)
Durante el primer trimestre, de ese mismo año, en 13 estados del País aumentó el porcentaje de empleados que recibieron menos de un salario mínimo, señaló la consultora Aregional. Entre las entidades que aumentaron este porcentaje de empleados se encuentran Tabasco, Estado de México, Puebla y Sonora.
Por otro lado, en 2014, Tabasco ocupó el primer lugar en materia de desempleo a nivel nacional, ya que de acuerdo a los últimos estudios actualmente hay más de 64 mil personas en el estado sin un empleo. (El Heraldo de Tabasco, 14 de mayo de 2014, en nota de José Guadalupe Pérez).
Lo peor del asunto, señala la información, es que en el primer trimestre del 2014, unas 5 mil 21 personas perdieron su empleo, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De manera que la entidad con la mayor tasa de desocupación de enero a marzo de este año fue Tabasco con un 6.7 por ciento de su Población Económicamente Activa (PEA).
Le siguen Aguascalientes con 6.4, Coahuila y DF con 6.2 y Baja California con 5.9 por ciento.
Por el contrario, los estados con las tasas más bajas de desempleo fueron Guerrero con 2.0 por ciento, Campeche con 2.6, Chiapas con 2.7 y Yucatán con 2.4 por ciento.
En Tabasco en diciembre del 2013 tenía 59 mil 098 desempleados, cifra que de enero a marzo de 2014, se incrementó a 64 mil 316, lo que representó un repunte del 8.83 por ciento.
Todo eso lo saben los profesores, los médicos y las enfermeras que todos los días tienen contacto con la población más vulnerable en la entidad.
Y podríamos señalar otros indicadores de la vida económica, social y de marginación en que vive un gran número de tabasqueños, pero sirvan de ejemplo, los anteriores.
Por eso es de trascendencia escuchar las voces de los profesionales de la salud y reconocer su valentía de salir a caminar por las calles y buscar ser escuchados por las más altas autoridades de Tabasco.
Por lo pronto, una comisión de funcionarios del gobierno estatal atendió a una comisión de los manifestantes con el compromiso de “iniciar un análisis minucioso” del pliego de peticiones entregado, para dar una contestación a la brevedad posible.
Por instrucciones del gobernador Arturo Núñez Jiménez atendieron a los manifestantes, su secretario particular, Francisco González García, el director de Gobierno, Roberto Mendoza Flores, y el coordinador general de Atención Ciudadana del Gobierno del Estado, Ernesto Benitez López.
De las lecciones:
1. Problema que se soslaya, estalla.
2. Faltan canales de buena comunicación entre la infantería y los generales.
3. Nunca es tarde para atender los problemas
4. Pero no solo hay que escucharlos; hay que darles solución.
