Otra vez el síndrome de Estocolmo

Luis A. Pampillón Ponce
pampillon_p@hotmail.com
No es la primera vez que desde los órganos oficiales del aparato gubernamental nos quieren vender la idea de que a pesar de todo: de tener uno de los peores gobiernos de la historia, de la corrupción imperante, de la pobreza, de la violencia, de lo caro de la vida, los mexicanos somos inmensamente felices.

El analista Enrique Quintana (El financiero 26/10/2015) nos ayuda al enumerar los supuestos indicadores o el perfil emocional de los mexicanos según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Veamos:

1.    Lo que da más satisfacción a los mexicanos es su vida familiar (8.9), en tanto que lo que proporciona menos es la falta de seguridad ciudadana (5.9).

2.    Nos da más satisfacción nuestro vecindario (7.8) que nuestra ciudad (7.3), y está que nuestro país (6.9).

3.    Estamos más satisfechos con nuestra vida afectiva (8.5) que con nuestro nivel de vida (7.8). La entidad que menos satisfecha está con su nivel de vida es Michoacán (7.3) y los más contentos con su vida afectiva son los que viven en Querétaro y Chihuahua (8.8).

4.    La seguridad ciudadana es el atributo peor calificado y la entidad con la nota es más baja es Morelos (4.6). Por el contrario, la entidad en la que los ciudadanos se sienten más seguros es Yucatán (7.0).

5.    Los mexicanos somos optimistas y le ponemos una calificación general de 8.1 a nuestras perspectivas. Hay diferencias: Nuevo León y Chihuahua son los que se ven con mejores perspectivas (8.5) y en Oaxaca es donde se ven las peores (7.5).

6.    Se observa con sorpresa que el estado con el mejor balance afectivo es Tamaulipas (6.6) mientras que el extremo opuesto está en el Estado de México (5.0).

7.    A la pregunta de si nos consideramos felices, en una escala de cero a diez, nos ponemos una nota de 6.1. Aquí también hay contrastes. Varias entidades empatan en la mayor percepción de felicidad: Chihuahua, Nuevo León, Querétaro y Tamaulipas (6.3), en tanto que los menos felices son los que viven en Michoacán y Oaxaca (5.9).

8.    No sentimos que nuestras necesidades materiales estén cubiertas y nos ponemos una calificación de 5.4. Nuevo León y Tamaulipas son los que menos mal se sienten al respecto (5.7) y Oaxaca y Puebla es donde peor se sienten (5.1).

9.    Los más felices son los hombres casados (8.2) y las más infelices las mujeres separadas.

10.     Por género y condición de actividad, quienes se sienten más satisfechos son los hombres dedicados a estudiar (8.5) y quienes reportan un menor nivel de satisfacción son las mujeres que no pueden trabajar por algún impedimento físico (6.9). Le siguen los hombres desempleados (7.5).

Mayor “felicidad” manifestarán los mexicanos cuando se enteren del alza de precios en las gasolinas y el diésel para el 2016, como se contempla en la miscelánea fiscal aprobada por la Cámara de Diputados. A pesar de que Peña Nieto y  había asegurado que no habría nuevos gravámenes, en San Lázaro se autorizó el rubro especial de 4.16 pesos por litro de gasolina Magna, 3.52 pesos por litro de Premium y 4.58 pesos por litro de diésel. Aún falta la aprobación de la Ley de Egresos de 2016, que incluye ese impuesto, en la Cámara de Senadores., explica Julio Hernández López (La jornada, 26/10/2015).

Pero el grado de malestar ya alcanza todos los niveles por los altos niveles de corrupción y falta de transparencia. Veamos la siguiente declaración: El gasto público del próximo año debe ser ejecutado de manera eficiente, sobre la base de una contraloría social que vigile el uso de los recursos. “Lo que nos molesta es que nos mientan, que el gobierno no diga la verdad. Se requiere que nos diga cómo se ejerce el dinero que aportan los contribuyentes y así evitar la corrupción”, expuso Millán Bojalil, en el segundo día de trabajos del foro México Cumbre de Negocios, organizado por el empresario Miguel Alemán Velasco.

Pero los mexicanos estamos satisfechos, según el Inegi.