El nuevo príncipe

Luis A. Pampillón Ponce
Luis Andres Pampillón <pampillon_p@hotmail.com>
La dinámica imperante en el mundo, impuesta por el neoliberalismo económico o globalización, también necesita de tratamientos integrales, de nuevas visiones, nuevas maneras de ver, observar y atender las realidades, mediante nuevas estrategias. ¿Un nuevo príncipe, acaso?

La realidad se está transformando y las reglas no pueden ser las mismas. Las masas dejan de ser un concepto sociológico y se descomponen ahora en seres humanos individuales, respetables, pensantes, actuantes.

Pero no pueden actuar a su libre arbitrio. La dinámica social requiere necesariamente un actuar colectivo. La anarquía ha demostrado su esterilidad frente al hombre que trata de construir un verdadero ente colectivo, establece David Arellano Gault en su trabajo denominado Gestión estratégica para el sector público, y subraya:

Tal vez ésta sea la mayor dificultad del momento presente. Ni existe la “mano invisible”, ni el Estado omnipresente ni el partido (que) pueden sustituir al hombre colectivo.

El hombre colectivo se compone de individuos libres y pensantes que aceptan y empiezan a vislumbrar una dirección, para hacer realidad su concepción del mundo. Es el hombre plural, como principio del hombre colectivo, señala Arellano Gault parafrasenado a Antonio Gramsci al definir al “nuevo príncipe”.

El nuevo príncipe –establece Arellano–, requiere, como nunca:
+ De una capacidad teórica enorme, ya que implica la existencia de una direccionalidad en el actuar individual y colectivo.
+ La capacidad de fusionar la técnica con la realidad social.
+ En una síntesis que se mueva de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, sin exclusiones.
+ La constitución de un tejido social abierto y tolerante.
+ Que no le imponga a la sociedad qué hacer y en qué dirección moverse.
+ Tampoco dejar a la libre empresa la grave responsabilidad de la búsqueda de la sociedad equitativa.

La estrategia se trata de un esfuerzo de reflexión y construcción humana y no de un proceso mecanizable; es un instrumento básico para que la sociedad pueda discutir a sí misma y en sí misma la visión del mundo que aspiran, con respeto a la otredad, al otro.

La estrategia sería la forma más consecuente de analizar los diversos aspectos de un problema para lograr discernir consecuencias y escoger la mejor vía de acción entre múltiples caminos.

Las estrategias, como establece Mintzberg, tienen las premisas básicas siguientes:
1.    Resultan de un proceso de planeación formal controlado, conciso, descompuesto en distintos pasos, cada uno controlado y soportado por técnicas. La responsabilidad del proceso completo al inicio recae en el nivel superior, y la responsabilidad para la ejecución recae en el equipo de planeación.
2.    Surge de este proceso, así que pueden ser implantadas a través de una detallada atención a objetivos, presupuestos, programas y planes operativos en varios niveles.
Pero ¿por qué pensar en un nuevo príncipe, en un nuevo ente que imponga un nuevo rumbo y un nuevo ritmo?

Siemple y llanamente porque el futuro nos alcanzó. Lo mismo en América que en Europa, en Asia o África, el modelo económico imperante a nivel mundial está acabando con los Estados y con las sociedades, con las personas. Debemos un ligero repaso:

Más de 60 mil personas marcharon por las calles de Manchester, Inglaterra, contra los recortes sociales y la política de austeridad del gobierno del primer ministro británico, David Cameron, al margen del congreso del Partido Conservador. (La jornada, 05/10/2015)

Tanto la policía como un representante de la Federación de Sindicatos (TUC) informaron sobre la cifra de manifestantes. La concentración fue convocada por la TUC y la Asamblea Popular contra la Austeridad, señala la nota y precisa:

La protesta se llevó a cabo en repudio a los recortes sociales, las medidas de austeridad, las reformas al sistema sanitario público NHS y el proyecto de ley sobre el derecho a la huelga.

La situación en México no podía estar peor; el neoliberalismo se apodera de espacios en todos los ámbitos de las relaciones sociales. Se impone a toda costa, pretende someter todo a sus reglas perversas e injustas. Usa lo mismo la publicidad, la fuerza o el dinero para corromper y, no conforme, busca justificar con discursos y propaganda sus estructuras desiguales e injustas, en las que unos pocos tienen muchísimo y una mayoría se empobrece cada vez más, considera el maestro Bernardo Batiz. (La jornada, 05/10/2015).