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La tragedia de los migrantes Luis A. Pampillón Ponce pampillon_p@hotmail.com La crisis de los migrantes en Europa es la crisis de los migrantes en el mundo, es la crisis económica mundial, es la crisis de la “globalización económica” que lo que ha globalizado ha sido la pobreza y convertido en multimillonarios a un puñado de […]
22 de septiembre de 2015

La tragedia de los migrantes

Luis A. Pampillón Ponce
pampillon_p@hotmail.com
La crisis de los migrantes en Europa es la crisis de los migrantes en el mundo, es la crisis económica mundial, es la crisis de la “globalización económica” que lo que ha globalizado ha sido la pobreza y convertido en multimillonarios a un puñado de magnates empresariales que se han adueñado de la tierra.

Para que los pobres del mundo no se acerquen a ellos –237 mil migrantes arribaron a Europa en casi ocho meses– han comenzado a levantar en las fronteras de sus país del “primer mundo”, bardas y muros para impedir su paso. No llegan porque quiera dejar sus países de origen. Llegan huyendo de la pobreza, de la marginación, de la violencia, de la guerra, del terror.

“Unas 237 mil personas llegaron en siete meses y medio a Europa por la ruta del Mediterráneo, informó la Organización Internacional para la Migración (OIM), al tiempo que la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), reveló que los indocumentados provenientes de Asia, particularmente de Siria, Irak y Afganistán, hicieron de Hungría su principal puerta de entrada”. (La jornada 15 de agosto/2015)

La cantidad de migrantes que llegó a Hungría el mes pasado sólo es superada por Grecia e Italia, a donde llegaron este año 134 mil 988 y 93 mil 540 individuos, respectivamente, señala la información.

Los muros de la ignominia, otra vez
A finales del siglo pasado, gobiernos de distintas partes del mundo a gritos exigían la caída del Muro de Berlín. Hoy son ellos mismo los que levantan muros, vallas y alambradas. Hungría, por ejemplo, erigió una puerta de acero y postes de valla en un paso fronterizo con Croacia, intentando sellar así una ruta utilizada por su vecino del sur para hacer llegar a miles de migrantes.

El canciller húngaro informó que su país planea erigir una cerca rematada en alambres de púa en parte de su frontera con Rumania para impedir el paso de migrantes por el país, ahora que ha completado una cerca sobre la frontera con Serbia. Petere Szijarto afirmó que la cerca será levantada a una distancia razonable y no a todo lo largo de la frontera de 450 kilómetros.

Los Estados Unidos de Norteamérica, en su frontera con nuestro país, han erigido el muro de la ignominia más grande y vergonzoso del mundo, más de tres mil kilómetros de valla metálica, y vigilancia hasta con drones.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su información estadística  da cuenta de que el fracaso del modelo económico y social ha incrementado sustancialmente la expulsión de seres humanos de sus respectivos países de origen, en este mundo supuestamente globalizado (en pérdidas), pues sólo en lo que va del nuevo siglo el número de emigrantes internacionales (por razones económicas, sociales, políticas y militares) se incrementó en cerca de 40 por ciento, al pasar de 175 millones de personas en el año 2000 a alrededor de 240 millones en 2015. La mayoría de los migrantes internacionales están en edad laboral (20 a 64 años) y representan 74 por ciento del total. A nivel mundial, las mujeres representan el 48 por ciento de todos los migrantes internacionales.

Los asiáticos y latinoamericanos que viven fuera de sus regiones de origen constituyen los grupos más numerosos de la diáspora a nivel mundial, preciso la OIT. En 2013 los asiáticos representaron el grupo más numeroso y suman cerca de 19 millones de los migrantes que viven en Europa, unos 16 millones en Norteamérica y cerca de 3 millones en Oceanía. Los migrantes nacidos en América Latina y el Caribe representan el segundo gran grupo que en su mayoría, 26 millones, vive en América del Norte. De estos, alrededor de la mitad son mexicanos.

La frontera sur de México vive una intensa vida transfronteriza por donde entran cada año un promedio de un millón 700 mil personas, en su mayoría visitantes y trabajadores locales, así como migrantes en tránsito, señala Manuel Paz Ojeda en su libro Al sur de la frontera, (Porrúa 2015).

El documento exhibe mediante información de fuentes oficiales, hemerográficas, electrónicas y legales, lo poco que se hace en México para cumplir con los parámetros mínimos del respeto a la cultura de derechos humanos suscrita en los tratados internacionales.

Pero la grave crisis migratoria que vive el mundo, expuesta en la foto que muestra a un niño migrante muerto por ahogamiento, en busca de un futuro mejor, es el claro reflejo de un modelo económico agotado, fallido, que no da para más y que sus controladores deben reconocer y darle al mundo un respiro.

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