Restauranteros proponen que las celebraciones de fin de año se realicen con respeto a los protocolos y medidas de prevención, y así evitar que sean canceladas por completo.
Ante el incremento de casos de Covid-19, el gobierno de Nuevo León determinó prohibir la realización de todo tipo de eventos sociales, entre estos, las tradicionales posadas de cara a la Navidad, además de fiestas de fin de año y reuniones que implique un gran número de personas.
La medida impactará a la industria restaurantera y de los salones de fiestas, por lo que sus representantes lanzaron un llamado a las autoridades a fin de encontrar una solución, que no afecte la seguridad de la población ante el riesgo de contagio del virus.
Proponen que las celebraciones de fin de año se realicen con respeto a los protocolos y medidas de prevención, y así evitar que sean canceladas por completo, al advertir que esto sería un duro golpe a un sector que de por si ya presenta serias afectaciones por la pandemia.
El pasado martes, el secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, señaló que la celebración de Navidad podrá realizarse en Nuevo León únicamente en familia, y llamó a evitar grandes festejos, como los que realizan las empresas a fin de año.
Por su parte, la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), consideró que, ante las restricciones en esta temporada, considerada la mejor para la industria, representarán el «tiro de gracia» para el 20 por ciento de los restaurantes que sobreviven.
Mientras que la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), pronostica que la derrama económica que dejará de percibir el mercado por la cancelación de las posadas será de 25 por ciento adicional con respecto a 2019.
Datos de la Canirac revelan que, a la fecha, en la entidad ya han cerrado 6 mil establecimientos, de un total de 21 mil que había en el inicio de 2020.