Va por más
No comparto la idea de que la deshonestidad y la ineficiencia, sean sinónimos de éxito de clase política. Rosalinda López Hernández 261014/ II Informe Erwin Macario Llegó desarropada políticamente, como en la insana y cobarde forma en la que es atacada en las redes sociales convirtiéndola en víctima. El lleno del recinto de su II […]
27 de octubre de 2014

No comparto la idea de que
la deshonestidad y la ineficiencia,
sean sinónimos de éxito de clase
política. Rosalinda López
Hernández 261014/ II Informe

Erwin Macario

Llegó desarropada políticamente, como en la insana y cobarde forma en la que es atacada en las redes sociales convirtiéndola en víctima. El lleno del recinto de su II informe legislativo, empero, le daba las fuerzas para erigirse como la principal salvadora del trabajo en el Congreso local, la voz anticorrupción, sin trajes partidistas.

Esta vez no estaba en su informe el gobernador Arturo Núñez.  Lo más grave: tampoco los presuntos aliados a los que hizo el caldo gordo presentándose, con todos los riesgos, abandonando su sitio de confort en el PRD, al homenaje de don Carlos Madrazo.

Esta vez no se le veía verde. Tampoco amarilla. Ni morena. Contra su costumbre de andar de blanco y negro, iba vestida de azul… y blanco. Físicamente. No daba color esta vez. La parafernalia era multicolor. El escenario adornado de flores de todos los colores y matices. Entre los políticos no había sólo amarillos. Había de todos. Muy pocos sobresalientes, eso sí. Una era la figura, el señorón: David Gustavo Gutiérrez Ruiz, desde hace mucho incoloro. No lo necesita con el verde dólar en sus cuentas.

“Mi compromiso es y ha sido con quien me eligió, a quien represento; he tratado de ser la voz de ellos más allá de trajes partidistas, me considero una política ciudadana”, se le escuchó decir más para ella que para la clase política, que para el propio pueblo representado ahí, llevado ahí en decenas de combis del servicio público, a la vieja usanza priísta.

Era su informe y tenía la palabra: “siempre me he sentido con la obligación de ser la voz que exija una rendición de cuentas efectiva  y una real transparencia en el manejo de los recursos así como un combate frontal a la corrupción”.

En algo coincidió con el perredista Arturo Núñez y con el morenista Andrés Manuel López Obrador:

Por convicción, no por “asuntos ideológicos”, sino debido a lo que se denomina “las malas experiencias, los malos resultados” de las privatizaciones que ha habido en la historia de México (ferrocarrilera, bancaria, rural, petroquímica), estoy en contra de la reforma energética”.

Y advirtió, eso sí:  “Los requerimientos futuros, generados por la actividad petrolera, derivaran en una alta migración que se reflejara en los servicios que presta el Estado, esta presión se verá en hospitales, escuelas, carreteras, agua potable, vivienda entre otros”.

Era su segundo informe. Desarropada, sin la presencia del gobernador del partido que la llevó al Congreso, sin que estuvieran los líderes de los partidos que posi9blemente le ayuden a seguir en la política.

Segundo y tal vez último informe que aprovechó para elogio propio, que no es vituperio al ser obligación constitucional dar cuenta:

Presenté una iniciativa de reforma a la ley de Salud del Estado,  con la que se propone adecuar la normatividad local a la federal; esta adecuación busca en mayor medida que la noción de salud se vea ligado íntimamente al concepto integral de bienestar, lo cual se debe traducir en un ¨estado saludable¨

Propuse reformas a  la Ley de Desarrollo Social del Estado; con ello se busca incluir el concepto de grado de accesibilidad a carretera pavimentada como un indicador más, para la medición multidimensional de la pobreza, para que se esté en condiciones de considerar el acceso físico a las comunidades y localidades más apartadas,

Propuse: reformas a la  Ley de Vivienda del Estado,  con las  que se busca, además, homologar las disposiciones federales en materia de construcción de vivienda a nivel local.

Presenté iniciativa a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, donde  se incluye como sujetos obligados de presentar declaración inicial, anual, de modificación y conclusión de situación patrimonial, ante los órganos competentes a servidores públicos del Congreso de Estado: Diputados, Oficial Mayor, Directores, Subdirectores, Jefes de Departamento y coordinadores del mismo. Y a los servidores públicos de los distintos órganos autónomos desde su titular hasta los jefes de departamento.

Hizo un recuento de su paso por la curul este segundo año. Presumió que “en este periodo se logro que los 35 diputados pudiéramos estar enterados y pudiéramos tener la información de cuentas públicas del año 2013”.

Y se le oyó, extra muros:  “No comparto la idea de que  la deshonestidad y la ineficencia, sean sinónimos de éxito de clase política, por ello, desde hace varios lustros he participado en la lucha por los derechos y libertades que debemos tener en nuestro estado. He  luchado para que la política sea limpia. He luchado para que el ciudadano no se sienta enemigo del Estado, sino parte de éste. Muchas críticas pueden haber pero seguiremos caminando como siempre lo he hecho, con principios, con valores y sobre todas las cosas, con respeto, para que los ciudadanos sepan que la política puede ser transparente como los actores políticos congruentes”.

Bajo un clima favorable, sin lluvia, con calor del sol físico, no el perredista, también mucho calor humano, la diputada Rosalinda López Hernández tuvo ayer su domingo y anunció, sin dar color: A mis paisanas y a mis paisanos les digo: ¡Ni me dejo Ni los dejo! No les voy a fallar! así somos las tabasqueñas, decididas, francas, valientes, trabajadoras, derechas  y vamos por más! .

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