Preservación del cangrejo azul paso a la calidad del agua potable, y las diferencias que esto despertó entre los actores políticos del estado

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

La unidad fue efímera. Un destello  en defensa del cangrejo azul, en peligro de extinción. Después, la discordancia volvió como memoria del río madre al Congreso estatal.
Y no esperó al punto de asuntos generales. Empezó con los gritos de la diputada Esther Alicia Dagdug Lutzow que ahogó el autoritarismo ilegal de la presidenta de la mesa directiva Verónica Castillo Reyes.
Fueron instantes; sin embargo, que presagiaron tormenta. Una vez más, el diputado incómodo Mario Rafael Llergo Latournerie le puso el cascabel al gato. Y puso en evidencia la incapacidad legislativa de Ana Bertha Vidal Fócil, y de la propia bancada del PRD y de sus «seguidores» del PRI, Panal, PT y PAN. A la doble sesión no llegó el representante de Movimiento Ciudadano, Gaspar Córdoba Hernández.
Es de risa ver como un diputado independiente y la, ahora, coordinadora de facto del Partido Verde, crispan los nervios de los perredistas que, ingratitud por delante, no quieren ni escuchar el nombre por el que pasaron del anonimato a la escena pública: Andrés Manuel López Obrador.
Por el pasado reciente, era inverosímil ver a 30 diputados (fueron los que acudieron a la asamblea) de pie, aprobando la propuesta del priista Carlos Mario de la Cruz Alejandro «para proteger y conservar» el cangrejo azul. «No se preocupen diputados. Van a seguir deleitándose del chirimol, tamalitos y torta…», respondió el ponente a las bromas del pleno.
Esa cordialidad duró lo que tarda en caer una gota de agua. Pero la estridencia de Dagdug Lutzow cobró sentido cuando en la segunda reunión, la mayoría aprobó un punto de acuerdo de Didora Inés Rojas Arévalo para exhortar a las autoridades estatales y municipales para que el agua potable que «se surte a la población» cumpla con la calidad y requisitos que establece la normativa aplicable.
Fue una iniciativa similar a la presentada, en otros términos, por Mileidy Aracely Quevedo Custodio y que motivó los gritos de Dagdug Lutzow, y que la mayoría del PRD y «seguidores» rechazaron como asunto de urgente resolución.
Noé Daniel Herrera Torruco abandonó el semblante reflexivo con el que había escuchado la intervención de Llergo Latournerie y junto con Toy Story José Sabino Dagdug Herrera (otro que cuando el diputado independiente desgranaba anomalías de la Secretaría de Educación se mostró por demás inquieto), votaron en contra de la iniciativa de la representante del Panal y a favor de la propuesta priista.
Según la bancada perredista, la cizaña sembrada por el diputado incómodo impidió partir el pastel que la popular Brígida le entregó al dirigente estatal del PRI, Erubiel Lorenzo Alonso Que.