Un “muerto vivo” emite convocatoria
Nuevo escándalo en el sistema de transportes del Transbus, Rubén Salomé Cárdenas se hizo pasar por muerto para cobrar un jugoso seguro de vida y no conforme, seguir cobrando la pensión a la viuda y ahora quiere la dirigencia de este sistema de transporte Daniel Lorca Rumbo Nuevo Tal parece que el escándalo al Transbus […]
21 de noviembre de 2012

Nuevo escándalo en el sistema de transportes del Transbus, Rubén Salomé Cárdenas se hizo pasar por muerto para cobrar un jugoso seguro de vida y no conforme, seguir cobrando la pensión a la viuda y ahora quiere la dirigencia de este sistema de transporte

Daniel Lorca
Rumbo Nuevo
Tal parece que el escándalo al Transbus lo sigue como mala suerte, cual brujería y maldición lo persigue hasta su debacle; ya que tras la “necedad” Daniel Pérez Guillén de perpetuarse en el Consejo de Administración, la cosa no acaba ahí; pues quien lanza la convocatoria, Rubén Salomé Cárdenas, ¡está muerto!, según acta de defunción número 1411 expedida el 17 de julio de 1993.
Y es que la ambición desmedida y abrumadora de este sujeto que fue funcionario municipal en el gobierno de Evaristo Hernández Cruz; no tiene un poco de lo que le da sombra al cacao, pues con el afán de tener todo el dinero que pudiera a costa de lo que sea, se hizo pasar por muerto para cobrar un jugoso seguro de vida y no conforme, seguir cobrando la pensión a la viuda.
El “muerto, vivo” como se le conoce a Rubén Salomé Cárdenas, con sus argucias “ilegales” quiere apoderarse de este consorcio transportista, porque sabe que se manejan grandes dividendos, y como su ambición no tiene límites, pues quiere incrustarse ahí para saciar sus intereses personales y despojar a los agremiados de todas las ganancias que genera este consorcio.
Y es que la historia de este “ser despreciable” data desde 1993, cuando por querer tener dinero a costa de lo que sea, su hermano Joel Salomé Cárdenas (QEPD), falleció el 16 de julio de ese año, pero el “nada vivo”, Rubén, se hizo pasar por muerto, además que cuentan sus allegados, por asuntos legales que para no enfrentarlos, tuvo que proceder de esta manera.

Todo por conseguir lo que sea
Según el acta de defunción de Rubén Salomé Cárdenas, su cuerpo fue sepultado en el Panteón Municipal de Orizaba, Veracruz, y donde realmente se encuentra el cuerpo de su hermano Joel Salomé Cárdenas.
Cabe mencionar que este documento fue expedido por el Registro Civil de Centro el 17 de Julio de 1993, con número de control 4413, del libro 08, foja 38517, acta número 1411, levantada por el oficial Agenor González Valencia y describe que la causa de la muerte de Joel Salomé Cárdenas (el verdadero difunto), fue por anemia aguda, estallamiento de vísceras intraabdominales, así mismo, el acta de defunción fue expedida por la doctora Sofía Aguirre García, con cedula profesional 508034, del Hospital de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De la misma manera, el Acta de Defunción señala que su cónyuge era Marina Valencia Mújica, y que al fallecer Rubén Salomé Cárdenas, contaba con 37 años de edad y laboraba como empleado de la paraestatal, así mismo quien declara los datos del difunto es su hermano, Joel Salomé Cárdenas.
Y para consumar su cometido, el ambicioso desmedido, Rubén Salomé Cárdenas pone de testigos en la declaración del Acta de Defunción a Miguel Ángel Moreno Laynes y Narciso Álvarez Hernández, pero la incoherencia del caso, es que este documento fue expedido en el Registro Civil del municipio de Centro, Tabasco y lo sepultaron en el panteón municipal de Orizaba, Veracruz, algo que no coincide.
Toda esta situación, pone en entredicho la convocatoria que el propio “muerto vivo” lanzó la semana pasada, y que a decir del propio Rubén Salomé, “no puede ser impugnable”, porque está “apegado a Derecho”, claro, si un muerto puede decir lo que quiera, hasta que vio a Dios en persona.
La imaginación se queda corta ante tanta porquería que utiliza el regordete chaparro de Rubén Salomé Cárdenas, cuántos trabajadores de Pemex, funcionarios, la doctora Sofía Aguirre García, y muchos más fueron capaces de dar fe a uno de los casos donde las entrañas infernales de un individuo dejaron abandonada a la familia del extinto.
Toda esta gente involucrada directamente, debe estar en la cárcel, ya que el finado hasta hoy reclama justicia, por la desfachatez y basura que cometió su hermano, todo por quedarse con el dinero de su familia, patrimonio que construyó con el esfuerzo de su trabajo, y que en un breve instante, por la desmedida ambición de Rubén, ahora su familia está en el desamparo total y ante la indiferencia de este sujeto que no tiene un poco de lo que le da sombra al cacao.
Lo peor del caso es que los pillos hacen química, y es que este regordete incipiente de Rubén Salomé hizo mancuerna con Carlos Solís Pinto para sacar a otro sinvergüenza como Daniel Pérez Guillén; porque entre pillos y malandrines se vean, quieren seguirse haciendo ricos a costa de lo que sea y de quienes sean.
La mancuerna de Salomé Cárdenas y Solís Pinto tienen cuentas pendientes con la justicia, lo peor es que comen en el mismo plato, estos sujetos que no merecen ser llamados sólo que estiércol por las bestialidades que han cometido y que quieren seguir haciendo, ahora desde el Consejo de Administración del Transbus.
La alerta para los socios de esta empresa transportista es que se deben de andar con cuidado ante tanta maldad que han cometido y seguirán cometiendo, si le dan la oportunidad de hacer la rapiña contra las jugosas ganancias que deja este sistema de transporte, por lo que deben de cuidar su patrimonio y no dejar que estos pilletes sinvergüenzas los despojen de ellos.
Y es que eso es sólo una parte de lo que es el diabólico de Rubén Salomé Cárdenas, no contando lo que Carlos Solís Pinto ha cometido, porque este otro sinvergüenza no se queda atrás; ya que utilizando a un grupo de socios, para meterlos a una Unión Línea Dorada, con la facilidad de verborrea muy parecida a la del muerto vivo, pretende hacer de las suyas; por lo que hoy están aliados contra esta empresa que tanto les ha dado.

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