“Vale más fracasar honradamente,
que triunfar debido a un fraude”.
Sófocles

Enrique Muñoz González
cayuco7@hotmail.com
Este sábado se va a elegir al nuevo presidente del Consejo de Administración del Transbus, luego de que en diciembre pasado no fueron reconocidas las asambleas hechas para sustituir a Daniel Pérez Guillen; algo tiene esa empresa, pues pese a que siempre se ha dicho está en números rojos y muchas unidades son chatarras, es mucha la ambición por estar al frente de la misma.

El Transbus tiene un parque vehicular de 220 unidades, las últimas 4 inauguradas en noviembre nunca salieron a dar servicio, dos de ellas están en el estacionamiento de la SCT y las otras dos las recogió la agencia automotriz, también nos han dicho se trata de una empresa particular, pero se mantiene la injerencia de las autoridades del ramo para mantener el servicio a la población, aunque sea con deficiencias.

Cuando se creó esta empresa todo era armonía entre los socios, apenas vieron se ingresaba más de lo que les reportaban, empezaron los enfrentamientos, pues si algo caracteriza a los concesionarios del transporte urbano, es la ambición del dinero, sin arriesgar nada a cambio; los disidentes encontraron con el cambio de gobierno la oportunidad de buscar llegar a la dirigencia, pero están impulsando a Rubén Salome Cárdenas, una persona desacreditada.

Ayer en rueda de prensa, un grupo de transportistas encabezados por Layres Carrera Pérez, manifestaron el interés porque Rubén Salome Cárdenas sea el nuevo dirigente del Transbus, el argumento a favor es que ellos representan el cambio verdadero, y el hecho es, una persona que fingió su muerte para cobrar un seguro de vida, no puede ser garantía de honestidad, mucho menos decir que representa el cambio.

Rubén Salome, no tiene calidad moral para hablar de transparencia y honestidad, porque hay un acta de defunción a su nombre la cual pone en evidencia el fraude cometido para poder cobrar un seguro de vida; ayer cuando le preguntaron por esa situación, nervioso dijo es un invento de sus detractores, porque en este negocio hay perversidad de todo tipo, y no quiso decir más.

Una persona así no puede presentarse como representante del cambio verdadero en el transporte público, es un corrupto, por el solo hecho de mencionar esa frase, enloda a toda la administración, carece de personalidad jurídica al existir el acta de defunción a su nombre; si en la asamblea del sábado, el notario público que vaya a dar fe, recibe ese documento, deberá de anular la participación de Salomé Cárdenas.

Es inaudito un “muerto” pretenda dirigir una empresa transportista, aunque está en malas condiciones financieras, lo único que puede propiciar Salomé Cárdenas, es enterrarla. Cuando estuvo al frente de la unión de Vicosertra no tuvo éxito, menos lo podrá tener ahora que relativamente ya no existe. El punto medular aquí es Layres Carrera, quien verdaderamente pretende dirigir el Transbus, pero no está acreditado como socio.

Si la SCT tiene proyectado respaldar financieramente el Transbus, por eso pide una elección donde participen todos los socios, deberán tener cuidado de no avalar a un muerto como dirigente, hacerlo sería ir en contra de los postulados que impulsaron el cambio verdadero, que es trabajar con honestidad y transparencia, Rubén Salomé no cumple esos requisitos, además oficialmente no existe porque hay un acta de defunción de por medio.

La Piragua
El martes se dieron dos reuniones en Palacio de Gobierno. La primera fue con los diputados locales del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, para decirles han dejado mucho que desear en temas torales como la destitución de Francisco Rullán Silva del OSF y de los consejeros electorales del IEPCT; se les dijo, si no les ha caído el veinte para qué están ahí,  se vayan haciendo a la idea no va a permitirse más pifias que exhiben a todos por igual.

La segunda reunión fue con el gabinete legal y ampliado, a donde entraron solos, sin asistentes personales. Se trataba de hablarles de frente y directo a cada uno de acuerdo a la evaluación sobre su desempeño, se les dijo que ya basta de justificar su bajo rendimiento con el discurso de todo es culpa de la forma como encontraron sus dependencias, en suma, les pidieron se pongan a trabajar, porque la etapa de aprendizaje ya acabó.

Casi todos recibieron observaciones de su desempeño, para expresarles llegó la hora de empezar a trabajar para dar resultados, se les prohibió la grilla por aspiraciones políticas futuras, y no permitirá excusas para no cumplir lo que se espera de todos ellos. La próxima reunión no tiene fecha, pero hubo la advertencia que la evaluación es permanente, manifestándoles por encima de afectos o compromisos, quien no esté cumpliendo, se tendrá que ir.

Este conclave del Palacio de Gobierno, demuestra que a 114 días de iniciada la alternancia, pese a la presunta experiencia de quienes fueron llamados al gabinete, fincaron sus errores con la excusa de todo lo encontrado estaba podrido, sin embargo, no se la van a pasar siempre con ese discurso que ya hartó a la población, porque se piden resultados, no lamentos. Ojalá lo entiendan, la próxima evaluación podría ser al cumplirse 6 meses.