Último mes anual,
primero en remembranzas
suyas y precedentes.
Emociones que juegan
en serio
le pertenecen
y son etiquetadas
invernales,
para inscribirlas
en el acta
de tantos sucedidos.
Así es como presenta
diciembre
sus cartas credenciales
firmadas
por puño y letra
de lo que es y fue.
No riñe con homónimos
de años anteriores.
Lo que tiene de propio
es abundante
y no rebasa
sus capacidades.
El ambiente percibe,
en bullicio coral,
lo que traen sus alforjas.
Trance para que nadie
escape a sus envites
crecientes,
diurnos y nocturnos.
Nace el día primero
y va en las fechas
escalando a peldaños
de que nadie es ajeno;
peldaños que permiten
dar la vuelta al entorno
y pasean
al derecho y revés.
Se encuentran y saludan
para ser consecuentes
con el último paso.
Diciembre generoso,
conectado a suspiros
y recuerdos…
Cunduacán, Tab., a 4 de diciembre de 2022