La división científica de la Casa Blanca, la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología (OSTP) se quedó sin personal. Sus últimos tres empleados se marcharon el último viernes según informó CBS News.

Washington, EEUU
Agencias
Eran los últimos vestigios de la administración Barack Obama que tuvo la idea de desarrollar esa división que trabajaba sobre cuestiones científicas y tecnológicas. Estas idas marcan las diferencias de compromiso con la investigación científica en la actual presidencia de Donald Trump.
Con Obama, la división de ciencia contaba con nueve empleados, que dirigieron importantes planes como la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y la biotecnología. La última en apagar la luz fue Eleanor Celeste, directora auxiliar de biomedicina y ciencias forenses en la OSTP. Antes de marcharse tuiteó: «Sin división científica. Mic drop».
Lo de Donald Trump ha sido una verdadera purga. En la administración Obama, de 50 trabajadores en la OSTP se pasó a 100 contratados. Todo en aras de la investigación y la innovación. Según informa CBS News, no habría intención en Donald Trump de cubrir los puestos vacantes.
Hay otras actitudes de Trump que muestran su indiferencia hacia la ciencia. Desacreditó la eficacia de las vacunas y sacó a su país del Acuerdo de París.
Grandes temas como el calentamiento global, la superpoblación o las enfermedades mundiales, parecen no tener cabida en la era de Donald Trump.