César Graciano Calvario
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La captura el sábado pasado del hombre más buscado por la policía de México y USA, el “Chapo” Guzmán, ha resultado en un triunfo estruendoso para el presidente Enrique Peña. Así lo confirman los ecos mediáticos que exaltan la pulcritud, precisión y efectividad de la acción desarrollada por elementos de la Marina Armada de México. También el profesionalismo de alto nivel de los responsables de la comunicación, la imagen y la publicidad del propio gobierno federal.
Sábado y domingo los titulares de los diarios, y en general el ambiente noticioso, fue acaparado por la noticia de la captura. Fue hasta ayer lunes cuando las aguas empezaron a tomar su rumbo y ahora una de las principales cuestiones que se plantean en el ágora pública, es sobre el conocimiento de los efectos que tendrá la captura. Pregunta que se produce a partir de otras no menos importantes como: ¿Qué habrá negociado el gobierno de Peña con el de Obama para disponer del apoyo logístico que fue factor determinante para el éxito del operativo? Y no es muy difícil tener una idea –así sea ésta muy aproximada- de que el tema de tal negociación es la inminente apertura a la inversión extranjera en la extracción del hidrocarburo de la entraña mexicana; y del alto nivel de seguridad que se requiere en el país para garantizar la tranquilidad de obreros, directivos y negociantes que empezarán a desarrollar su actividad entre nosotros.
Es indudable que Peña está dando un gran paso –haiga sido como haiga sido, como dijo el ya clásico- en cuanto a cambiar los parámetros del control de la actividad delincuencial en todo el país. La próxima entrada en operación de la Fiscalía General de la República, el afianzamiento de resultados de la pacificación en estados clave como Michoacán, y la propia captura de los lideres prominentes de la delincuencia organizada como el Chapo (ya se habla de que andan tras el Azul Esparragoza y el Mayo Zambada) tendrán que ser parte del marco para una nueva estrategia y otro Programa Nacional de Seguridad Pública.
Es en este nuevo marco que la participación de los gobiernos estatales podrá tener una definición más clara y ordenada. Y con ellos, la colaboración de sistema municipal de seguridad pública. Todo con un apoyo presupuestal decidido por parte de la federación. Cada estado de la república tiene sus propios pendientes en el tema de la SEGURIDAD y necesita fincar la resolución de sus problemáticas de desarrollo económico con base en la implantación de un esquema de seguridad nacional pública eficiente.
Esto son buenas noticias para Tabasco, estado petrolero por excelencia. Aquí la nueva estrategia de Seguridad no solo servirá para proteger eficazmente a la industria extractiva del hidrocarburo. También facilitará un ambiente propicio para el desarrollo de los negocios relacionados con aquella y para hacer de la región un polo atractivo de las inversiones productivas. Si esta posibilidad se materializa como producto de los éxitos que en el descabezamiento de la delincuencia organizada está obteniendo el gobierno de la república, entonces estaremos todos arriba del barco apropiado, y en la ruta correcta.
….a pie de carretera
María Eugenia Torres Arias
La escritora oriunda de Michoacán fue elegida para dirigir el Club de Mujeres Periodistas y Escritoras de Tabasco A.C por el periodo 2014-2016. Reconocida por su labor periodística con el manejo de artículos de índole cultural y por su obra editorial, su designación puede significar un oportuno impulso a un tema que demasiado tiempo ha estado lejos de los afanes del periodismo de por estos lares: el periodismo cultural, precisamente. Exponentes de este género periodístico hay muchas mujeres. Que no publican porque no tienen espacios ni oportunidades. La tarea de María Eugenia es entonces promisoria.
¡Gooooooya! Regresaron los Pumas de la UNAM. Lo siento por mis compas cremas. Le busco mañana SDQ. Adiu
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