Jesús Martell Chagoya
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Cosas de la vida o cuestiones especiales se hacen presentes todos los días, cuando salimos de casa no sabemos con quién nos vamos a encontrar o que es lo que nos sucederá, bueno o malo, lo interesante es eso, sorprendernos a cada momento y disfrutarlo,  el amanecer, los primeros rayos del sol, el trinar de los pájaros y si se tiene la oportunidad por salud o costumbre, hacer ejercicio  recorriendo las calles de  la colonia o el parque, respirar ese aroma fresco del ambiente, admirar la inquietud de  la gente por ir a la escuela,  los  niños, jóvenes otros a su centro de trabajo, es esplendoroso.

Luego, sentir la caída del agua de la regadera al bañarnos, la frescura en nuestra piel limpia, el olor de la ropa que luciremos en el trayecto del día para realizar actividades cotidianas, primero un rico desayuno en familia, luego  la sorprendente fuerza y sinergia del motor del vehículo que no solo te transporta sino te acompaña, el entusiasmo se transforma en alerta y cuidado al manejar para llegar a tu destino.

A trabajar o producir lo mejor que sabes hacer y con cariño, eso es trascender para realizar y fortalecer tu espíritu como al interpretar alguna melodía o pieza en el piano o cualquier instrumento musical en la que el autor te indica por escrito o  a través de signos  si lo debes hacer fuerte, melodioso, suave, andante, acelerado, disminuyendo, entrelazando las frases pero sin olvidarte de tu idiosincrasia o esencia como ser humano o artista profesional en el ramo.

Al llegar al extremo o candidez de la interpretación, incluso se puede elevar espiritualmente a quienes te escuchan porque llega a lo más profundo de su ser, mejor conocido como el alma que se  maravilla con la obra de los sonidos y el silencio, es la  plena manifestación del arte musical, combinándolos con el tiempo para llegar a senderos desconocidos y que solo de esa manera se puede llegar a esos niveles.

Cuando se llega a entender esta alta sensibilidad, se puede interpretar a través de los ojos, la piel, lo etéreo, la salud, enfermedad, felicidad o infelicidad, alegría, tristeza, añoranza, fe, anhelos y situación que prevalece en los seres humanos, entender el grado de desafinación de la voz o instrumento que así este, los cronos de las escalas que impulsan el sentir de los animales y que en algunos países los utilizan para desintegrar internamente a alguien con el sonido trece.

Trasciende tanto que por eso observamos en conciertos o presentaciones de cantantes, pianistas, orquestas sinfónicas o der cualquier género incluyendo las bandas, como quienes los escuchan, al impulso del ictus rítmico o voz, se mueven o corean las melodías, interpretan la letra de las canciones  favoritas.

Cuando se llega a apreciar la  vida de esa manera,  cambias y te permite elevar al espiritualidad o salvar vidas como la de un amigo que se estaba  ahogando y muriendo  con su sangre ya que se le había ventado al vena Orta sin que sus amigos se percatarán de tal situación, de sentir la alegría, entusiasmo, amor, tristeza y soledad de las personas y  poder confortarlos con un simple apretón de manos.

Ciclos
Los ciclos de vida también conforme pasa el tiempo, se van cumpliendo incluso desde el momento de la concepción, el hijo en el vientre se prepara para enfrentarla, luego conforme pasan los años, llega el momento de la primera separación  al llegar a la escuela, nuevos amigos, compañeros algunos perdurarán por siempre, los demás simples conocidos  hasta concluir la carrera profesional, y si ya llego el amor, inicia otra fase.

Así sucesivamente  hasta concluir formando una familia, luego el fortalecimiento del amor con la llegada de los hijos, luchar para consolidar el patrimonio y llegar a acumular tres juventudes así que muchos conocen o llaman como la tercera edad, y continuar hasta concluir el destino que se nos tiene preparado para llegar a el cmaino que conduce a la luz y el paraíso final.