Padres de familia están llevando a sus hijos a laboratorios particulares para que se les realice la prueba COVID y cumplir con una medida que han tomado las escuelas para prevenir contagios.
Las pruebas en estos días se han vuelto mucho más importantes.
Los niños son más vulnerables a contagios.
Con el regreso a clases, algunos menores de edad también están acudiendo a realizarse pruebas COVID de manera preventiva, por requisito escolar o porque presentan síntomas.
“Venimos a traer a mis hijos porque fue un requisito para que puedan entrar a la escuela, las pruebas costaron 260, las pagamos en línea y en otros lados están más caras”, dijo Ana Rodríguez, madre de familia.
Los padres de Diego y Emiliano, llevaron a sus hijos a un laboratorio particular para realizarse la prueba COVID y así cumplir con una medida que tomó la escuela privada en la que estudian para prevenir contagios de la nueva variante, ómicron.
“De hecho nos comentó la directora que, gracias a la prueba, muchos se dieron cuenta que salieron positivos”, dijo Ana Rodríguez, madre de familia.
“Afortunadamente quienes han salido positivos se han quedado en casa, se han cuidado y así ellos cuidan a sus compañeros de escuela, eso es algo bueno”, expuso Diego Duarte, padre de familia.
En este laboratorio, en los últimos días, varios padres de familia llevaban a sus hijos; algunos porque tenían síntomas de resfriado y otros para descartar contagios, como azucena.
Las pruebas en estos días se han vuelto mucho más importantes.
Azucena, madre de familia, asegura que su niña no ha presentado síntoma alguno.
“Ahorita por el momento no, nada más vamos a hacer la prueba para salir de dudas, para salir de dudas de que no haya tenido algún contagio en todo lo que fue las fiestas”, compartió.
En los hospitales pediátricos no hay nada diferente a las consultas habituales, sin embargo, pediatras reportan que han incrementado las consultas por síntomas relacionados a COVID.
Son varios factores que han influido: la nueva variante ómicron y las reuniones del fin de año.
“De lo que se ha visto a nivel privado es que sí hay un incremento de pacientes que llegan, afortunadamente la mayoría con síntomas leves, moderados muy muy pocos y afortunadamente los graves son los menos, sí podemos decir que sí hay un incremento en niños, pero hasta la fecha no ha sido tan significativo”, apuntó José Luis Pinacho Velázquez, expresidente de la Asociación Mexicana de Pediatría.
Los niños que son más vulnerables; igual que los adultos, son aquellos que tienen comorbilidades, principalmente los niños con leucemia, con cáncer, con enfermedades renales, con enfermedades del corazón, con asma, que también son los que se le dio prioridad para la vacuna.