Transparencia Política
El apellido Llergo La corrupción lleva infinitos disfraces. Frank Herbert Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Uno de los reconocimientos con los que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Tabasco, honra a lo mejor de su militancia es la Medalla Manuel Llergo Heredia, en honor a un político de esos que no se apartaban del librito; que hacían […]
17 de febrero de 2016

El apellido Llergo

La corrupción lleva
infinitos disfraces.
Frank Herbert

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Uno de los reconocimientos con los que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Tabasco, honra a lo mejor de su militancia es la Medalla Manuel Llergo Heredia, en honor a un político de esos que no se apartaban del librito; que hacían política con mayor cuidado, cuando ese partido tenía su jefe político en el gobernador.

Ni Manuel Llergo Heredia, ni su hermano Oscar, imaginaron que su memoria, su paso por la política iba a ser manchada familiarmente. Mucho menos por una mujer.

A ninguno de los dos se le acusó de ladrón, de haberse enriquecido a la sombra de los puestos públicos que ocuparon. Ambos fueron legisladores local y federal, presidentes municipales. Manuel, de Tenosique; Oscar, de Teapa. A los dos se les recuerda con cariño por los habitantes de esos municipios.

En el mundo de la política, donde pareciera la sucesión es dinástica, se hereda lo positivo y lo negativo. Por lo primero, en Teapa, llegó a la presidencia Elda María Llergo Asmitia, hija de Oscar, don Oscar como se le decía, al igual que a don Manuel.

A don Manuel y a don Oscar, les importaba la historia. Formaron, dentro de la política y en su vida pública, una imagen que perdura. Doña Elda podía caminar con la frente en alto, sin avergonzarse. Nadie le podía decir en Teapa que su padre haya sido un ladrón del presupuesto. La medalla que en el PRI lleva el nombre de su tío, don Manuel, además de honrar el apellido, la honraba a ella.

De ella, sin embargo, muchos se avergonzarán. Es acusada de haber actuado contra todo lo que familiarmente se le heredó en la política. No sólo le metió uña al presupuesto del Ayuntamiento de Teapa, en el trienio que acaba de concluir, sino que actuó como si fuera la dueña del municipio: donó 21 terrenos del fundo legal a sus familiares, según denuncia pública —que deberá hacerse penal— de las actuales autoridades municipales que, al parecer, están dispuestas a no ser cómplices del latrocinio.

El lunes surgió la primera prueba de la corrupción en que se hundió Teapa, con la complicidad del Órgano Superior de Fiscalización y los diputados de la peor legislatura que ha tenido Tabasco, la del trienio pasado.

“Hasta el momento asciende alrededor de 30 millones de pesos los adeudos de ejercicios fiscales de la administración 2013-2015, que presidió Elda María Llergo Asmitia; más 31 millones de pesos en obras públicas mal ejecutadas”, revelaron las nuevas autoridades que preside Jorge Armando Cano Gómez. Esto indica que podrán aparecer más actos de corrupción de doña Elda María.

El documento entregado a la prensa lo deja claro: “(esa) cantidad sigue en crecimiento conforme se van haciendo las indagaciones por denuncias, ya que no dejaron documentación comprobatoria de los recursos ejercidos al 31 de diciembre de 2015”.

Si acaso los actuales diputados se hacen cómplices de esa corrupción y no castigan el mal manejo de los recursos públicos, por el lado de los terrenos se le puede aplicar la ley a la ex alcaldesa pues se tiene documentado la forma en que repartió tierras que en algunos casos eran áreas verdes en la ciudad de Teapa.

De acuerdo con datos revelados a la prensa, tres predios los donó generosamente doña Elda Llergo a Inés Elizabeth Colorado Guiraoo, su cuñada; dos a María ArmindaGuirao, suegra del hermano de la alcaldesa, así como aseguró vivienda a su hijo regalando dos predios a su nuera María Monserrat Cano.

Se le acusa a la hija de don Oscar Llergo de un desfalco a las arcas municipales por más de 61 millones de pesos del 2013 al 2015. De ellos unos 30 millones pertenecen al ejercicio fiscal y 31 millones a obras de diez proyectos mal ejecutados, entre ellos el relleno sanitario, drenaje de aguas negras, plantas de tratamiento de aguas residuales, rehabilitación del mercado público así como las canchas del parque ecológico, amén el bacheo con mezcla asfáltica en calles de la ciudad.

Doña Elda le jugaba a la impunidad de un ayuntamiento priísta. Pero su partido, por la forma despótica con la que desgobernó Teapa, perdió en este municipio. Esto podría, al menos, llevarla a las barandillas judiciales sino es que a la cárcel. Aunque podrían alegar persecución política, como es común lo hagan priístas en problemas como la ex directora del ISSET.

En el caso de Teapa —como en otros municipios, entre ellos Macuspana y Nacajuca—, se estima que habrá impunidad. Ya desde principio de su administración se sospechaba que era trácala. En agosto de 2013 se documenta en un diario de Villahermosa: “De acuerdo al Órgano Superior de Fiscalización del Estado, existen «focos rojos» en el Ayuntamiento de Teapa por la falta de transparencia en el manejo del presupuesto asignado a ese municipio, por parte de la alcaldesa Elda Llergo Asmitia y por lo cual, se solicitó una auditoria especial, informaron regidores del PRI, PRD, PANAL, PT y PVEM.

Para el presente ejercicio fiscal, la pasada LX Legislatura del Congreso de Tabasco le autorizó a ese municipio 214 millones de pesos 482 mil 190 pesos, sin contabilizar los recursos federales que le bajan a través diferentes programas”.
Nada se hizo y del pecado se pasó a la corrupción.

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