Transparencia Política
El pus del ISSET No se vale solamente decir esa ley es mala; que presenten las propuestas. José Antonio de la Vega Asmitia 200116 Erwin Macario Erwin Macario Rodríguez En textos para un futuro libro se sustenta que los días que transcurran del 1 de enero al 31de mayo —y quizá todo el 2016— no […]
25 de enero de 2016

El pus del ISSET

No se vale solamente decir
esa ley es mala; que presenten
las propuestas. José Antonio de
la Vega Asmitia 200116

Erwin Macario
Erwin Macario Rodríguez
En textos para un futuro libro se sustenta que los días que transcurran del 1 de enero al 31de mayo —y quizá todo el 2016— no sólo decidirán si se logra la transición política que desde 2013 inició la alternancia en Tabasco, al decidir el pueblo en las elecciones del 2012 por un gobierno perredista, sino que los enfrentamientos que se den podrían sacar a flote lo más corrupto del poder ejercido por clanes familiares.

Una mirada en retrospectiva, conforme vayan sucediendo las cosas, nos podría hacer apreciar la luz más allá del túnel en que Tabasco fue cayendo desde que la cohesión del poder se fue perdiendo en la ambición política, creando discordias, provocando rupturas en la propia clase política dominante —en lo general por grupos familiares que han gobernado— y dando paso a lo que desde 1988 se sabía iba a ser un difícil camino a la alternancia y a la transición políticas.

La elección extraordinaria del Ayuntamiento de Centro, a raíz de la anulación de los comicios del 7 de junio de 2015 por fallas adjudicadas a las autoridades electorales en la jornada de ese día, y no a los candidatos y partidos políticos participantes, no es sino uno de los frentes de las batallas que se darán.

En el Congreso local, con una legislatura en la que por primera vez en la historia de Tabasco ningún partido tiene mayoría, se escuchan los primeros disparos. Pero no son suficientes para cambiar la historia, por lo que la lucha se traslapa a otros territorios.

Se ha visto con la Ley del ISSET que fue aprobada por la pasada legislatura y revivida ahora en el asunto de los descuentos que como aportaciones al fondo de ese instituto, y para beneficio propio de los trabajadores se hace desde que se fundó esa institución como Dirección de Pensiones Civiles del Estado, hace 55 años.

Incrementar esa aportación en un cinco por ciento a los trabajadores, en tanto el Gobierno del Estado aumenta su apoyo a la clase trabajadora aportando un 26 por ciento para dicho fondo, ha sido tomado como pretexto no para buscar en el Congreso debatir sobre el asunto sino para tomar la calle en protestas que deben dirimirse en el ámbito de la ley.

Nada más que, en este caso, hay que ver lo bueno que pudiera tener el pasado político; y lo malo que aparece. Y, fíjese usted, como es la historia. En lo del ISSET tiene parte una de esas familias que ha gobernado y quiere seguir gobernando Tabasco.

Fue precisamente don Carlos Madrazo Becerra, su fundador como Pensiones Civiles del Estado, y puesta en manos honestas entonces. Y entre la red de corrupción que, sexenio tras sexenio vino mermando las arcas de esa institución se menciona a Roberto Madrazo Pintado, hijo de aquel. En las hemerotecas se puede escudriñar pero el asunto a movido los lodos de aquellos polvos de corrupción y un columnista acaba de escribir “lo contradictorio de la vida política de Tabasco, es que Roberto Madrazo Pintado, como gobernador, descapitalizó al ISSET al desviar recursos para sus aspiraciones políticas (hay testimonios)”.

Cada uno de los gobernantes —tiempo habrá de que salga todo esto a la luz— fue desmantelando al ISSET al grado que las buenas intenciones de don Carlos Madrazo, de “garantizar a los servidores públicos su desarrollo económico y social, a través de préstamos económicos, créditos hipotecarios, servicios médicos, así como otorgar una pensión que les permitiera vivir con decoro al término de su vida laboral”, se fue quedando en las manos corruptas.

Intentar restablecer ese fondo con la nueva ley aprobada —por mala suerte sin la difusión necesaria por parte de la Legislatura pasada; la más mala en la historia— ha desatado confusiones y protestas alentadas fuera del marco de la ley. Y también ha destapado parte de la cloaca que existe tras la bancarrota que venía sufriendo ese instituto de los trabajadores del Gobierno del Estado y los ayuntamientos tabasqueños.

La propia intromisión de Pico Madrazo, nieto de don Carlos —el fundador— y de Roberto —uno de sus presuntos saqueadores— es desafortunada tal vez. Defender a la diputada Hilda Santos Padrón, que es de su bancada pevemista pero también fue directora del ISSET en el gobierno pasado y es señalada, presuntamente, de desviar 460 millones de pesos del fondo de pensiones del ISSET, no fue para Federico sino una garrafal falla.

Aparte de lo que pudiera aparecer dentro de la corrupción, alegar, como lo hizo Pico, que con alentar la revuelta están apoyando a los trabajadores, es el más grave error. Sí el y doña . Hilda Santos Padrón son diputados y lo saben ser, lo mejor es que lleven a la tribuna, en forma de propuestas jurídicas esas demandas. No se tiene que andar buscando firmas para una iniciativa popular. Ellos tienen, como lo hizo el diputado José Manuel Lizárraga Pérez, el derecho de proponer reformas a esa ley.

El Pochó
Mejor carnaval hay en Tenosique, donde ayer fue el primer domingo de la Danza del Pochó y que bueno que el presidente municipal, Francisco Abreu, la liberó de cerveceras que en el pasado habían prostituido esas fiestas. Aunque no se tuvieran, en el Pochódromo, las gradas que aportaban.

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