Río revuelto

No sean cómplices de la
corrupción y actúen en
consecuencia; que no sean
tapaderas. Dagoberto Lara
Sedas 020920

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
El cheque en blanco que el pueblo tabasqueño firmó a la 4T —con el 6de6 que llevó mucha basura al poder, encaramada en los hombros de AMLO—, la codicia sin límites de algunos funcionarios y la alcahuetería de un Congreso cómplice van conformando en Tabasco el escenario electoral para el 2021 y la sucesión, en el 2024, de Adán Augusto López Hernández.

El inevitable cese —facultad metaconstitucional del poder— de, ya, dos cabildos y sus alcaldes, un hombre y una mujer —equidad de género—, con las que el propio gobernador de Tabasco ha sacado las castañas del fuego para instalar sendos concejos municipales, debe entenderse en toda su dimensión política.

No se trata sólo de tapar con el dedo la fisura del dique morenista que, desde un principio, se observó desde fuera de la 4T, desde las filas de un periodismo del que no se quiere aceptar su importancia dentro de la gobernabilidad y el ejercicio del poder; del que no se acepta que es uno de los factores de equilibrio político al no sólo difundir las acciones de gobierno, sino al buscar la solución de demandas sociales.

El descontento popular —que ha crecido ante la incapacidad del Gobierno para mantener una opinión pública bien informada—, se piensa está subsanado con el reparto de dinero en programas sociales electoreros, una campaña permanente con el dinero del propio pueblo, aunque al poder le importe poco una prensa acusada de enemiga, en la que “no todos, pero en el hampa del periodismo se usa que la calumnia cuando no mancha tizna”.

Si bien en las entregas del dinero público a futuros votantes se basa la tesis toral del gobierno de la 4T , “Por el bien de todos, primero los pobres” la, forma en que algunos presidentes municipales del partido Morena —hombres y mujeres— han metido las uñas al erario, desdicen otros de los argumentos que ondea el propio Andrés Manuel López Obrador, “su credo político, no robar, no mentir, no traicionar”.

El propio colega Homero T. Calderón, uno de los periodistas que ha apoyado al gobierno de Morena advirtió lo que puede hacer cierto el vaticinio del opositor PRI en voz de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas: Morena es un ave de paso en la política.

El columnista publicó: “De los quince presidentes municipales de Morena, si acaso tres —quizá cuatro— son los que tienen un real proyecto de trabajo. Los (as) restantes son «puro pedo». Creíamos que las mujeres llegando a una presidencia municipal iban a ser diferentes a los ineficientes machos que las antecedieron.

“¡Pero nos equivocamos! Salvo el caso de una presidente de la Chontalpa que se mueve con singular alegría, las demás son una auténtica nulidad. Doña María Asunción Silván (por ejemplo) es una vedette. El poder se hizo para servir, pero para ella es para servirse. Tey Mollinedo no alcanza ni a explicarse «por qué ganó la presidencia». Es una mujer sin emoción social… Janicie Contreras, no es chicha ni limonada. “Todas ganaron con el efecto López Obrador. Aunque la que se lleva las palmas negativas es la presidente municipal, Guadalupe Cruz Izquierdo. Obviamente, la señora tiene todo perfectamente calculado y que se chingue López Obrador. Ella viene dispuesta a hacer negocios y Morena es sólo el instrumento. Apoyada en dos especímenes de baja estofa, su asesor financiero, Julio César de la Cruz López y su asistente de todas las confianzas, Deysi del Carmen Vasconcelos Ventura (la «Pies sucios»), maniobraron en diciembre para quedarse con una mordida que rondó en un millón 700 mil pesos. Si en la OSFE (Órgano Superior de Fiscalización del Estado) quieren comprobarlo, cuestión que le sigan la pista a los movimientos bancarios de diciembre”, expresó el periodista.

Aunque, para algunos pudiera parecer misógino nuestro amigo Homero, ya cayó la primera de esas mujeres, María Asunción Silván, de Jalapa, y antier el presidente municipal de Macuspana, la tierra de AMLO, Roberto Villalpando Arias.

La rapacidad, ineficiencia y otras fallas de quienes en los Ayuntamientos son los mejores aliados de la oposición, que ya camina rumbo a una fuerte alianza, así como el desprecio a los periodistas, están empujando a Morena a lo que puede ser la antesala de su paso fugaz por el poder, como sucedió al PAN con la Presidencia.

Ya el PRD ha delineado bases para esa alianza y mostrado el músculo electoral en algunos municipios, mientras el PRI aprovecha las dos destituciones de alcaldes; son destituciones, necesarias, aunque se disfracen de renuncias.

Dagoberto Lara Sedas, presidente de ese partido, ante la renuncia de Villalpando exhortó a los diputados de Morena en el Congreso local a que no sean cómplices del saqueo y actúen en consecuencia; no se pueden permitir salvoconductos como el que le brindaron a la ex edil de Jalapa, dijo, según boletín oficial priista.

Se pronunció el político de Huimanguillo por una investigación en contra del expresidente de Macuspana y funcionarios, ante evidentes actos de corrupción y atropellos contra la población.

Aquí cabe de nuevo advertir. EL PRI tiene que entender que no se puede ya imponer candidatos. O sucederá en a tierra del actual dirigente estatal de ese partido lo que ha pasada en la tierra del dueño de Morena, con la diferencia de que acá ni siquiera puedan ganar la alcaldía si insisten en apoyar al actual líder de ese partido en el Congreso, Gerald Washington Herrera y a su esposa, a quien acaban de integrar al CDE.

El diputado plurinominal se ha dedicado a afirmar que en Huimanguillo el PRI solamente tiene 500 militantes, después que en el 2016 alcanzaron una cifra cercana a los 9 mil. Una forma de traicionar.