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Jalapa y la 4T La situación que viven las y los habitantes de Jalapa es más que urgente. Beatriz Milland Pérez 270520 Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com El domingo 24 de mayo, en el santoral católico, se celebró a Santa Susana, muy mencionada ahora con eso de “su sana distancia”. Y eso se aplicó en el municipio […]
1 de julio de 2020

Jalapa y la 4T

La situación que viven las
y los habitantes de Jalapa
es más que urgente. Beatriz
Milland Pérez 270520

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
El domingo 24 de mayo, en el santoral católico, se celebró a Santa Susana, muy mencionada ahora con eso de “su sana distancia”. Y eso se aplicó en el municipio de Jalapa: el gobernador Adán Augusto López Hernández mostró su deseo de mantener su sana distancia con la corrupción de los presidentes municipales, en su mayoría arrastrados en las urnas y llevados al cargo por el poder de Andrés Manuel López Obrador, en un nefasto “6de6” que el pueblo está sufriendo.

Funcionarios de la secretaría de Gobierno actuaron como los inquisidores que ese domingo llevaron al cadalso a la alcaldesa María Asunción Silván Méndez, acusada de actos de corrupción no solo por los habitantes de Jalapa sino por la gran mayoría de delegados municipales (45 de los 64) y por cuatro integrantes del cabildo.

La situación era insostenible y el pus de la codicia hacía que los tabasqueños miraran hacia otros municipios que también sufren de esta ambición, que no tiene colores, ni género.

Pensando en la complicidad de Morena —y creyendo que el gobernador la iba a sostener contra viento y marea, doña María Asunción buscó la salida fácil y con la complicidad de la pequeña mayoría del cabildo destituyó a los cuatro regidores que le vigilaban y le acusaban: Marisela Méndez Méndez, María Fernanda Moreno Evoli, Elva Noemí Hernández Pérez y Elio Guzmán Magaña.

Quería mantenerse en la presidencia municipal a cualquier costo. Buscó a los suplentes de los destituidos: Monserrat Bocanegra Manzur, Magaly Sarracino Cornelio, Raúl Domínguez Cruz y Dora María Morales Cornelio.

No le resultó la argucia, pues más allá de cualquier triquiñuela política está en juego el propio interés del gobierno. Y del partido Morena. Y así se evidenció.

Muy difícil resultaría defenderla en el Congreso pues su corrupción comprometería el desempeño de los más enconados defensores de la 4T y daría armas a la oposición en la discusión y el debate en la Cámara de Diputados.

No se sabe qué pasará con el desvío de 32 millones de pesos de las arcas municipales, de lo que acusaron a la alcaldesa. Y, tampoco se ha dicho, qué pasó con la nómina secreta que manejaba y en la que ayudaba a su esposo con un sueldo de 37 mil pesos, y a su secretario particular, con un salario de 63 mil pesos, cada mes. Aparte que se le acusaba de que era su marido el que manejaba el ayuntamiento.

Adán Augusto López Hernández aparecerá en la historia —no revisada oficialmente— de ese pueblo como el segundo gobernador que tiene que intervenir y proponer un Consejo Municipal, aunque hay que señalar que la primera decisión tomada en ese sentido, al hacer renunciar a Liborio Correa López, no fue por actos de corrupción sino porque lo necesitaba el gobernados Manuel Gurría Ordóñez en la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de la CNC. Esa vez fue José Jesús Torpey Andrade el que presidió el Concejo Municipal.

Ahora el Congreso designó para ese órgano de gobierno municipal a Martha Elena López Pérez, Gilberto Peláez Pérez y Thelma Guadalupe Torres Morales, después que el jefe del Ejecutivo local, el lunes 25, exhortó a la Comisión Permanente del Congreso del Estado para que hicieran declaración de desaparición del ayuntamiento de Jalapa, porque la alcaldesa María Asunción Silván Méndez y sus regidores habían renunciado la noche del domingo 24, día de Santa Susana (distancia).

Los tres concejales suplentes son:Martha Elena Sánchez Palomeque, Carlos Manuel Cámara López y Beatriz Eugenia Oropeza Lizárraga.

A 42 kilómetros de Villahermosa, la cabecera del municipio de Jalapa no ha tenido el desarrollo requerido. Llegó tarde a la propia historia pues fue declarada ciudad hasta el gobierno de Mario Trujillo García, el 11 de junio de 1979, a petición del alcalde Luis Antonio Zurita. Claro, como ahora, con un decreto del Congreso local, entonces presidido por Federico Calzada Valencia y como secretario, José del Carmen Orueta Martínez, datos que no tiene el portal oficial de ese municipio, por lo que dije, en este texto, que Jalapa no tiene una historia revisada.

Quitar a los integrantes del Ayuntamiento parece que no ayudará mucho. La propia presidenta de la Comisión Permanente, Beatriz Milland Pérez lo advirtió; sin querer puso el dedo en la llaga: “La situación que viven las y los habitantes de Jalapa es más que urgente, ya que cada día que pase, es un día que no cuentan con representantes que se encargue de administrar los recursos y de velar por las necesidades del municipio”, dijo.

Ya se ve. Muy poco ha cambiado y debe haber atención a un campo abandonado, pienso al ver el nombramiento del encargado de los asuntos agropecuarios en ese municipio. Y lo pienso porque veo que se sigue haciendo a un lado la experiencia, pues conozco a un hijo de Jalapa que transformó la zona indígena de Tamulté de las Sabana elevando la producción agropecuaria y la autosuficiencia alimentaria, Sergio Guzmán Brindis.

Y también lo conoce el gobernador Adán Augusto López Hernández.

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