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La muerte tiene nombre Habría que tener una casa de reposo para los muertos, ventilada, limpia, con música y con agua corriente. Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir. Jaime Sabines Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com En confinamiento obligado por el coronavirus —mañana es el cuarto martes que permanezco encerrado en el hogar, […]
6 de abril de 2020

La muerte tiene nombre
Habría que tener una casa de
reposo para los muertos, ventilada,
limpia, con música y con agua corriente.
Lo menos dos o tres, cada día, se
levantarían a vivir. Jaime Sabines

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
En confinamiento obligado por el coronavirus —mañana es el cuarto martes que permanezco encerrado en el hogar, mientras oficialmente acaban decretar el “quédate en casa”—, no sólo leo y releo, no únicamente recuerdo y recuento.

No sólo me llega Pablo Neruda —es con Sabines y Benedetti mi trio de poetas más cercanos ahora—, su triste voz:
“Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte”,
sino las voces que luchan por la vida, que intentan aminorar la inminente desgracia.

Comienza la lista de los muertos primeros por la pandemia y entiendo que la muerte tiene nombre. La del amigo cercano que tuvo la desgracias de tropezar con el irresponsable que trajo la muerte desde su viaje de placer o el ignorante que la llevó por muchas partes porque no la sentía.. porque no le temía.

Y la vida también tiene nombre. La de los seres queridos unidos para cuidar a los débiles de cada casa, aislados en amor. La de todos los que en las redes sociales advierten el peligro ante los voceros de la muerte que predican “no pasa nada”.

Una de esas voces, cercana, tengo que consignar en este espacio. Ha dicho: “En estos momentos el pueblo de Tabasco y todo México está padeciendo una situación histórica, una situación que en los próximos días y semanas, la crisis la vamos a vivir y a sufrir, en donde tendremos que solidarizarnos como sociedad con muchas familias que tienen una situación delicada por este virus, que sin duda, dejará una marca en nuestra historia; es hora de la unidad”.

También ha advertido que no todos han dejado al pueblo solo en este tiempo: “como partido, el PRI ha dejado clara la postura en torno al actuar del Gobierno, al considerar que hay acciones que no han tomado con prontitud, por lo que directamente la sociedad y el sector privado, son quienes han tomado medidas en función de experiencias de otros países”.

Se sumo en Tabasco, esa voz, a los que en estas horas han llamado a la unidad “hoy es momento de que los tabasqueños nos unamos; los tabasqueños estamos hartos de la diatriba, del pleito efímero que no ha llevado a nada, es momento de dejar a un lado los protagonismos políticos”.

Unidad sin renunciar a la crítica de lo que puede menoscabar la solidaridad que en estas horas necesita el país, nuestra entidad federativa: “En estos 16 meses, sin lugar a equivocarnos, el presidente (López Obrador) ha tomado malas acciones y determinaciones en el manejo de las políticas públicas”, dijo esa voz tabasqueña y lamentó que la visión progresista que se tenía del país, de certeza y certidumbre, con un desarrollo económico estable, por políticas impulsadas por el Gobierno y, sobre todo, por algunas declaraciones y acciones del primer mandatario del país, “nos vuelven a ver como un país inestable y tercermundista”.

La muerte tiene los nombres de los que están pagando y pagarán los descuidos, las negligencias, las necedades y las irresponsabilidades en estos tiempos de la cólera social, pero la vida tiene también los nombres de quienes, en cualquier trinchera, se oponen a la muerte por errores humanos. Bien por los que en todas partes exhiben lo mejor que tenemos, la solidaridad en este problema que azota a la humanidad. Bien por los compañeros de prensa que en las redes sociales me han hecho llegar la voz de advertencia y unidad del actual presidente del PRI de Tabasco, Dagoberto Lara Sedas, que así no le falla a los tabasqueños ni al esfuerzo que en el país encabeza Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, dirigente y líder nacional del PRI.

En el aislamiento, la cuarentena prolongada, no sólo se reflexiona sobre la vida y su destino, no únicamente se escuchan las voces del pasado en los libros que ahora son cercanía permanente; no se “mata” el tiempo sólo disfrutando películas y series que la prisa cotidiana había enlatado, sino que se documenta la esperanza de que los errores serán subsanados y saldremos de esto sin mucho peaje.

Por eso nos agrada que mientras otros personajes políticos esperan como buitres la desgracia, una voz como la del presidente del PRI dé el ejemplo de que mucho ayuda el que no estorba: El Partido Revolucionario Institucional en Tabasco hizo un amplio reconocimiento a la labor que está desplegando el personal del sector salud en la entidad para enfrentar la pandemia del coronavirus y llamó a la población a ser solidarios con ellos, quedándose en casa y observando las medidas sanitarias.

“A todos esas mujeres y hombres que están dando hoy la cara por los tabasqueños, que se la van a jugar en los próximos días para que Tabasco no sufra como en otras latitudes del mundo, nuestro reconocimiento y solidaridad; los tabasqueños estamos conscientes del gran esfuerzo que hacen y vamos a estar con ellos”, expresó el presidente del CDE del PRI, Dagoberto Lara Sedas.

Y por nuestros muertos vale hoy el epígrafe. Al menos dos o tres se levantarían a vivir.

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