Transparencia Política
El arte de la política Con un gobierno cercano a la gente, trabajando todos los días para que Campeche crezca en grande, cumpliendo responsablemente sus compromisos de campaña y los que hizo en su primer informe, el gobernador de Campeche no sólo ha mantenido el apoyo de su pueblo sino la mirada de la República. […]
1 de marzo de 2019

El arte de la política

Con un gobierno cercano a la gente,
trabajando todos los días para que
Campeche crezca en grande, cumpliendo
responsablemente sus compromisos de
campaña y los que hizo en su primer informe,
el gobernador de Campeche no sólo ha mantenido
el apoyo de su pueblo sino la mirada de la República.
Erwin Macario/ Transparencia Política 060817

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Hoy 1 de marzo de 2019, a 246 años exactos que don Basilio Gascón dedica al excelentísimo señor conde de O´reilly, caballero comendador de Benfayan, en la Orden de Alcántara, teniente general de los Reales Ejércitos e inspector general de toda la caballería de su majestad y de toda la tropa veterana que hay en América, su traducción al castellano del libro Observaciones sobre el arte de hacer la guerra siguiendo las máximas de los más grandes generales, tengo que recalcar que la política es como la guerra, y hay políticos que no lo entienden.

Pero otros la practican con éxito. Por algo con la política y la diplomacia se evitan las guerras.

Van hoy dos casos. Arturo Núñez Jiménez, con fama de buen lector, es prueba del fracaso. Perdió su guerra, escribí cuando terminaba su sexenio en el escenario más terrible en toda la historia de Tabasco, el gobierno más depredador de que se tenga historia.

Y lo menciono porque sigo pensando que entre sus lecturas sobre el arte de la guerra de Sun Tzu y Maquiavelo tal vez pudo haber leído a Von Clasewitz, pero tal vez no a Vaultier, que escribió en francés sus Observaciones sobre el arte de hacer la guerra… cuya traducción al castellano hizo don Basilio, a la sazón sargento mayor de infantería.

Una copia del opúsculo, traducido, claro, le entregué, en septiembre de 2014 al entonces gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, durante una gira a la que me invitó. La forma desastrosa en que terminó su mandato me hace pensar que ni siquiera lo ojeó, le echó un ojito; pero sí, como otras ocasiones, me acusó “recibo de la copia del libro de tu biblioteca que tuviste la gentileza de obsequiarme”. Lástima.

Otro caso, éste de éxito, de congruencia, es el del actual gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, que en agosto de este año es seguro encabece desde la dirigencia del partido —al que siempre ha guardado lealtad y honrado desde los cargos públicos—, la gran cruzada nacional con un gran foro del pensamiento democrático; un gran foro nacional de diálogo, entendimiento y acuerdo; un gran foro federalista; un foro donde las alianzas se basen en un México a construir y no en un México a destruir, como expresó el 7 de agosto del año pasado en su tercer informe de gobierno, cuando los reflectores de la República lo veían ya como el priísta que necesita México en estos tiempos de alternancia y transición políticas.

La decisión del Consejo Político Nacional del PRI, de anteayer miércoles 27 en el sentido de que el Comité Ejecutivo Nacional de ese partido solicite al Instituto Nacional Electoral (INE) organice el proceso interno para la lección del próximo dirigente que asumirá el PRI el 19 de agosto de este año, 12 días después del cuarto informe de Alito, colocan al mandatario campechano como el líder indiscutible a tal cargo pues es un político completo dentro del PRI, en el que ha tenido una carrera ascendente desde abajo y tiene el liderazgo nacional que empezó como líder juvenil de su partido y ha fortalecido como líder de los gobernadores de este país, en la Conago.

Alejandro Moreno Cárdenas será el presidente número 55 de PRI, desde el entonces Partido Nacional Revolucionario, con su primer dirigente Manuel Pérez Treviño.

También será el gobernador número 40 que asuma tal cargo, pues de los 54 que lo han dirigido, sólo 15 no ocuparon, ni antes ni después, una gubernatura, aunque en la lista aparecen dos presidentes de la República, uno después de haberlo sido, Emilio Portes Gil; y el otro antes de ocupar la magistratura del país, Lázaro Cárdenas del Río. Portes Gil fue dos veces dirigente nacional de su partido.

Puede observarse que en México sólo dos presidentes de la República han llegado de la dirigencia de un partido a la máxima autoridad nacional, el general Lázaro Cárdenas, en el PRI, (entonces PNR) y ahora Andrés Manuel López Obrador, en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En el Partido de la Revolución Mexicana, antecedente inmediato del PRI, no hubo siquiera dirigente nacional que aspirara a ser jefe de la Nación, y en el PRI hay dos antecedentes frustrados trágicamente, Carlos A. Madrazo y Luis Donaldo Colosio. Éste ya como candidato. Otros que fueron dirigentes nacionales del PRI, Alfonso Martínez Domínguez, Porfirio Muñoz Ledo (ahora en Morena), Pedro Ojeda Paullada y Jorge de la Vega Domínguez, quedaron como aspirantes. Nuestro paisano Roberto Madrazo Pintado, perdió como candidato. La política es así. Y, como la guerra, es un arte que debe basarse en la experiencia de los grandes generales. De dentro y de fuera. Como lo entiende Alito.

Compartir: