Izquierda y prensa

El periodismo de izquierda, en ese
sentido, se ha vuelto periodismo de
capilla: cerrado en sus causas, en sus
creencias y en sus afectos. Jesús Silva-Herzog
Márquez/ Comentario a Pensando en la izquierda,
de Héctor Aguilar Camín

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Dos pláticas de sobremesa, con un político y un empresario, me obligan comentar dos temas no del todo lejanos. La lucha del poder de la izquierda y el ejercicio pragmático del poder de un gobernador de la izquierda.

En agosto de 2008, cuando en Tabasco no se pensaba en que el PRD podría derrotar al PRI, en un comentario al libro Pensando en la izquierda, Jesús Silva Herzog escribía:

Héctor Aguilar Camín (Chetumal, 1946) ha escrito un librito sobre las distintas familias de la izquierda mexicana en el que desenreda la espesura de tradiciones, vocabularios, instintos e ideales que se reconocen dentro de la sobrepoblada ala izquierda. Un hecho precede la reflexión de Aguilar Camín: la izquierda en México ha dejado de ser expresión política de los márgenes. Ya no es la exótica filiación de unos cuantos profesores en la universidad y rebeldes en la montaña, sino una organización gobernante. La izquierda es gobierno. Desde hace ya más de una década gobierna la ciudad de México, varios estados de la república y tiene una presencia decisiva en el Congreso mexicano. Sin embargo, la izquierda apenas y se reconoce como columna gobernante de la nueva democracia. La reversión de 2006 relanzó al partido de la izquierda mexicana a su prehistoria y ha regresado a discutir cosas que había ya superado.

En realidad, en el umbral del 2018, cuando México –y en ello Tabasco— tiene que decidir por dar un viraje definitivo a la historia, el tema es actual. Se retomó en el diálogo de los periodistas de la Mesa Rodolfo González Maza y ayer miércoles en la Mesa de la Revolución. El lunes con el político tabasqueño Oscar Cantón Zetina; ayer con el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), en Tabasco, Antonio Quirarte Flores.

Funcionario de un gobierno de izquierda que con Arturo Núñez Jiménez, en el 2012, arrebató el poder de más de 80 años al PRI; partícipe de ese triunfo que dio paso a la alternancia y puede dar paso a la transición política, para Oscar Cantón, el político más completo de los que aspiran gobernar Tabasco, no debe perderse de vista la fuerza de la izquierda en este país.

Él mismo es uno de los actuales activos de esa izquierda y como tal mantiene su papel al aspirar al más honrosa cargo que un político puede tener en su entidad. Que se le mencione como un posible candidato independiente no lo aleja de un proyecto en el que ha mantenido su carrera política y que, actualmente, tiene en el PRD y en su paso por los cargos de elección la mayor ventaja sobre otros aspirantes.

Así, pues, esa comida, con los nueve, hizo repensar al columnista en la fuerza de una izquierda que, como afirma Aguilar Camín, tiene una tarea por hacer en el cuaderno democrático: “Las deformidades de la democracia deben ser corregidas con los instrumentos de la democracia, ninguno de los cuales incluye la violencia, entendible o no, justiciera o no. Asumir a fondo esta verdad y este compromiso es una asignatura pendiente de la izquierda mexicana”.

Que la prensa tenga un papel en esto, queda claro en esa conversación y la del líder de los constructores tabasqueños. Con éste no sólo se platicó sobre el trabajo de ese sector en el desarrollo de Tabasco y el propio progreso de constructores que ya compiten y ganan obras como las pistas del autódromo Hermanos Rodríguez, sino que se comentó, a insistencia de los periodistas, sobre la relación que el gobernador perredista Arturo Núñez mantiene con el gobierno federal priísta de Enrique Peña Nieto.

El mismo empresario se dice institucional en el trato con el gobierno. Y la plática se alimenta con una fotografía con una portada que no deja duda de la forma en que Arturo Núñez gobierna desde la izquierda en Tabasco. Se trata de la primera plana de Rumbo Nuevo, de ayer miércoles. La relación de la federación y el estado están mejor que nunca, admite Núñez “sin sentirse apapachado”. La foto dice más: un gobernador y un director de Conagua sonrientes.

A preguntas reiterativas, Manuel Antonio Quirarte, reconoce que esa relación ayuda mucho a Tabasco.

Y es cierto, la izquierda mexicana, retomo el asunto de hoy por lo que dejan las pláticas de Cantón y Quirarte, no puede seguir “hibernando el sueño de la revolución con mayúsculas, a la Che Guevara o a la Ho Chi Minh”.

Ya no, y mucho menos desde el gobierno, deben haber los enfrentamientos que retrasen el progreso de los pueblos. Y no sólo de los de abajo, como muchos pregonan.

Y esta entrega habla de la prensa porque, dice Aguilar Camín, en libro en comento, que “lo cierto es que la gente de izquierda oye más a sus periodistas que a sus intelectuales”. Queda mucho sobre el tema.