Teoremas
Solidaridad de Fuerzas Armadas de nuestro país María Elena Villarreal Vásquez editvillarrealv@yahoo.com.mx No obstante a que han llegado cientos de toneladas de ayuda humanitaria a esta entidad y que se ha estado enviando a las comunidades más apartadas, a las más alejadas y aisladas de la ciudad capital, mediante el puente aéreo establecido por las […]
21 de noviembre de 2020

Solidaridad de Fuerzas Armadas de nuestro país

María Elena Villarreal Vásquez
editvillarrealv@yahoo.com.mx
No obstante a que han llegado cientos de toneladas de ayuda humanitaria a esta entidad y que se ha estado enviando a las comunidades más apartadas, a las más alejadas y aisladas de la ciudad capital, mediante el puente aéreo establecido por las fuerzas armadas que laboran sin tregua, tanto de la Secretaría de la Defensa Nacional como de la Marina con los planes que ante tantas inundaciones de este girón del Sureste, son ya conocidos y con los cuales estamos familiarizados, el Plan DN-III-E y el plan Marina, con todo ello, hay todavía comunidades del medio rural a las cuales aún no llega el tan ansiado apoyo.

Los medios de comunicación masiva locales, dan cuenta de los requerimientos de despensas, de colchonetas, de cobertores, de medicinas, esto último igual cuando la secretaría de Salud que encabeza la doctora Silvia Guillermina Roldán Fernández ha establecido vigilancia sanitaria no sólo en los albergues, sino en las colonias inundadas y en los asentamientos poblacionales en general, con todo ello, los requerimientos de los miles de afectados, rebasan toda capacidad, toda voluntad de atención.

El otro factor que no ha ayudado, y que es el principal, las constantes lluvias que en torrenciales, aisladas, o en forma intermitente se ha presentado, inundando de nueva cuenta a quienes ya estaban limpiando sus viviendas y que regresaban para ver qué se podía rescatar y qué no. O a aquellas localidades que no había resentido los estragos de los fenómenos hidrometeorológicos que parecen no querer soltarnos, o los daños ocasionados por el criminal manejo de las presas, en particular la de “Peñitas”.

Centro, Macuspana, Centla, Jonuta, Jalpa de Méndez, Cunduacán y Nacajuca, las más afectadas y que han requerido canalizar un gran esfuerzo para ir en su auxilio, más sin embargo la logística, el esfuerzo que las instancias han hecho por llegar el apoyo de gobiernos extranjeros, de gobiernos de otras entidades que se han solidarizado con el sufrimiento de quienes todo lo han perdido; de agrupaciones, de empresarios y particulares que se han puesto en los zapatos de nuestros coterráneos, resulta todavía insuficiente.

De todo ello, hay que reconocer y agradecer una vez más, el invaluable apoyo, la desinteresada ayuda de las fuerzas castrenses, de la armada de México por ayudar a los que han perdido el patrimonio de muchos años, que prácticamente se quedaron con la ropa de encima, de un golpe y plumazo. Agradecer la empatía de quienes envían alimentos, cobertores, agua potable y más.

La Historia no se detiene:
Gregorio Romero Tequextle
A tono con el 110 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, en el marco de las reformas laborales y la inauguración del Tribunal Laboral en el municipio de Cunduacán, el presidente de la primera Sala Penal, el maestro Gregorio Romero Tequextle al hablar a nombre del magistrado presidente del poder Judicial, Enrique Priego Oropeza en un sucinto recuento de las luchas de la clase trabajadora durante las huelgas de Cananea y Río Blanco, destacó que afortunadamente la Revolución Mexicana triunfó , y se llevó a cabo el Congreso Constituyente de 1916- 1917 y en él estuvieron representados los obreros y lucharon por hacer realmente dentro de la Constitución, un artículo, “que ha sido timbre de orgullo , no sólo para nuestra lucha, sino también para la actividad jurídica ¿Por qué digo esto? -inquirió-, porque ese artículo 123 representa derechos sociales, y la Constitución Mexicana es la primera en el mundo que tuvo precisamente el reconocimiento de esos derechos sociales. Con la presencia de la presidente municipal de Cunduacán, Nidia Naranjo Cobián y la diputada Cristina Guzmán Fuentes, de servidores públicos y abogados, Romero Tequextle recalcó, “porque la Historia no se detiene”, que la Judicatura de la época del porfiriato tenía tanta mala fama, que los diputados de ese entonces consideraron que la justicia laboral no había que entregársela a la justicia común, sino que era necesario crear tribunales con capacidad de entender la justicia social por lo que se crearon las Juntas de Conciliación y Arbitraje que hoy han quedado rebasadas y que dieron pie a las recientes reformas en materia laboral y la creación de Tribunales Laborales. Al llamar a actuar con honestidad dijo que ahora es conveniente conciliar antes de ir al pleito, que es necesario que trabajadores y patrones entiendan esta nueva cultura de la justicia, se trata de buscar soluciones rápidas, de que no haya tanto conflicto para resolver un problema, porque la experiencia ha dicho que cuando los juicios se alargan, generalmente viene un gran problema para los patrones, entonces esta experiencia la conocemos, no sólo en la justicia laboral común, sino también en la de los burócratas”.

Colofón
Honrar, honra. En este evento, Gregorio Romero Tequextle recordó a quien por muchos años estuvo sirviendo en una modesta oficina de Conciliación Laboral y quien fue su compañero de escuela, al licenciado José Roberto Gómez Carrillo, por lo que el jurista mencionó, “este es el modesto recordatorio que hago a su memoria”…Agradecemos el favor de su lectura y les esperamos P.D. el próximo martes.

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